Palabra de judío

Palabra de judío es la continuación de El puente de los judíos. El protagonista sigue siendo el mismo: El puente de Besalú. Quiero dejar muy claro que no pasa nada si no leíste la primera novela, pues hay un salto de varias generaciones, por lo que con saber que el primer puente está seriamente dañado y que uno de los protagonistas empeñados en su reconstrucción es un descendiente de los primitivos constructores te basta. Y eso ya te lo deja muy claro la propia novela.

Por una vez y sin que sirva de precedente, una novela que tiene por protagonistas a los judíos, no tiene su centro de atención en la inquisición. Lo cual no es óbice para que si esté muy presente la difícil convivencia de ambas culturas.

Pese a esas diferencias, Kim que es judío se enamora de una cristiana, algo en cierto modo impensable y que va en contra de ambos grupos, de ahí lo difícil que es su relación.
Pero por otra parte, cristianos y judíos se necesitan si quieren sacar adelante el proyecto del que va a depender su villa, porque sin el puente, la economía irá decayendo poco a poco en detrimento de otras ciudades.

Una trama que se ve complementada por otra, en la que un rabino porta consigo un libro muy especial: una copia de El Libro de la Creación, un libro cargado de magia y en el que se explica el poder de la palabra como fuente de creación.



OPINIÓN PERSONAL

Una buena novela Palabra de judío, que es capaz de mostrarnos de un modo sencillo el modo de vivir y las costumbres judías y cristianas en la España del siglo XIV. No dan distintas las de unos y otros.
Una novela histórica que, además de darnos a conocer esa parte de nuestra historia, va unida con una trama amorosa que sirve de puente de unión entre dos culturas no tan diferentes como pudieran parecer y en la que por encima de todo intenta destacar la importancia de mantener lazos de unión entre los hombres por encima de credos y razas.
Porque en esta ocasión la lucha no está centrada en cuál es la raza, sino en la pugna por hacerse con el control económico de una zona simplemente por la construcción de un puente. El puente como símbolo de comunicación, de unión entre las distintas partes. Ese mismo puente que intentan construir en Besalú por una parte y entre Kim y su amada Esther por otra parte.

Una novela entretenida.
Enlace: https://www.elbuhoentrelibro..