Esta es la historia de Cat y Alex, bueno, y también de Oscar, Julian, Barbara y Mario. Cat vive en una tristeza constante, con un pasado que no la deja avanzar, es insegura, y se cubre con una coraza casi impenetrable. Se abstrae en sus pensamientos escuchando heavy metal y su obsesión es donar su sangre cero negativo. Alex es un chico como pocos, es bueno y honesto, también es tenaz y persistente. le gusta el heavy metal, y la obstinación de Cat hará que se encuentren, y sera el momento en el que él tenga una obsesión, y será concocerla. Las historias de los demás personajes fluyen a la par que las de Cat y Alex, será una mezcla de sus vidas enlazadas. Iremos conociendo poco a poco a todos los personajes porque todos tienen mucho peso en la historia, y mantienes el hilo sin despistarte ni un momento. Te enganchará desde el minuto uno hasta llegar a la ultima palabra, tal cual, de principio a fin. Me he pasado teorizando en cada capítulo. Nos encontramos una historia relatada en la década de los 90 y que a su vez juega con el pasado y presente. Y aunque la historia se cuenta hace unos treinta años trabaja un tema muy actual, y la autora lo hace con una delicadeza asombrosa. Es una historia muy muy emotiva, que te encogerá el corazón y te hará meditar mucho. Judith tiene una escritura sencilla, tranquila, calmada y a la vez es vivaz e intensa. Es apasionada y presenta en cada uno de sus libros unas tramas que te mantienen embelesada en cada página. Sus otros tres libros me habian encantado, con este último me demuestra que su pluma tiene mucho que darnos, asi que espero que pronto nos cuentes las historias mas extensas de Oscar y Mario, por que se lo merecen. Hay una frase del libro que me ha atraido mucho, y creo que ha sido porque me ha hecho reflexionar. "𝘈𝘥𝘮𝘪𝘳𝘢𝘳 𝘭𝘢 𝘪𝘯𝘧𝘪𝘯𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘦𝘭 𝘦𝘴𝘱𝘢𝘤𝘪𝘰 𝘯𝘰𝘴 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘮á𝘴 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴" + Leer más |