Cero negativo

Lo primero que me llamó la atención es la portada, una portada sencilla pero que identifica muchísimo a la historia que tiene dentro. Y luego la sinopsis, que siendo sencilla resume muy bien el hilo inicial de la novela.

Cat es una chica marcada por el pasado, un pasado del cual huyó junto con su hermano y que ha hecho que se cree una coraza y se forje un carácter que en un principio puede parecer muy arisco y distante. Sin embargo todo tiene un porqué y desde luego, la forma de ser y actuar de Cat es el resultado de una mochila muy pesada que lleva en su espalda. Sin embargo, al aceptar el trabajo en el observatorio de su ciudad natal, llega el momento de enfrentarse a ese pasado y teme volver a sentirse como la adolescente débil y frágil que fue diez años atrás.

Alex es el chico responsable, serio, médico de profesión contra todo pronóstico ya que su padre quería que hubiese seguido con la tradición familiar de ser abogado. Se siente atraído por Cat desde el primer momento en que la ve en la sala de donación de sangre, y lo primero que le atrae es que no puede imaginar que una chica de las características de Cat puede ser una loca del rock como él, lo que hace que su interés vaya creciendo y se plantee el objetivo de conocerla mejor y de romper esa coraza que Cat tiene.

Sin embargo las cicatrices que Cat lleva dentro son muy fuertes y no se lo pondrá para nada fácil a Alex para llegar hasta ella.

Los personajes secundarios son bastantes, y es que la historia entre Cat y Alex está acompañada de otras historias como la de Bárbara y Julián, pareja que a mí acabó robándome el corazón. Además, también nos cuenta la historia de Mario, el mejor amigo de Alex, al que nada más conocerlo lo empiezas a odiar, pero, como siempre, detrás de ese comportamiento destructivo que tiene, hay un porqué. Y por supuesto, el personaje de Oscar, el hermano de Cat, un niño muy maduro e inteligente para su edad que acabará también robandote el corazón.

Tengo que decir que esta vez Judith se ha superado con creces al crear una historia muy bien hilada, a la que va dando forma describiendo el presente con el pasado, llegando a crear una trama perfectamente desarrollada, sin dejar un solo cabo suelto y con varios giros que os dejará con la boca abierta.

En principio, puede parecer una historia romántica, pero en este caso, Judith ha ido mucho más allá de esa trama. En este libro nos va a hablar de un tema tan peliagudo como es el maltrato psicológico y el abuso que se puede generar el acoso escolar, aunque el acosador no sea consciente del daño que está infringiendo, pero ya digo que este tema está tratado con una gran seriedad y un gran rigor.

A mí me ha parecido una historia maravillosa, que me ha mantenido enganchada desde el primer momento. Me costaba dejar el libro yq que quería saber el porqué de esa obsesión que tiene Cat por donar sangre, cómo era la mochila que Cat lleva a sus espaldas, qué fue lo que paso en el pasado para que se dejase de hablar con su padre, y muchas más incógnitas que van surgiendo a lo largo del libro y que quedan totalmente desveladas en un final totalmente inesperado.

Desde luego os lo recomiendo muchísimo.
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