La armadura de la luz

Si bien el último libro que leí del autor líder en ventas no fue de los que mejor sabor de boca me dejaron, siempre que sale un nuevo título publicado me seduce la idea de leerlo a pesar de saber que es una gran inversión en tiempo por sus ya conocidos volúmenes, y cuando además va dentro de la saga "Los pilares de la tierra", pues más me apetece por lo que al final me decidí a leerlo.
Como decía está dentro de la saga "Los pilares de la tierra", concretamente sería el número 4, pero esto no es más que una anécdota ya que su lectura es totalmente independiente y no necesitas haber leído nada con anterioridad, simplemente nos va a dejar algún que otro guiño respecto a la catedral y además se desarrolla también en Kingsbrige, pero en esta ocasión la trama nos transporta a finales del siglo XVIII, momento en el que la revolución industrial comienza a desplazar los recursos meramente humanos por las máquinas aún precarias pero que aún así son capaces de acelerar los procesos, por lo que la población se tensa por momentos, viendo amenazado su frugal sustento.

Aunque la ambientación es uno de los fuertes de Follett, me ha costado identificar el escenario, y es que en muchas ocasiones y hasta bien llegadas las partes finales donde la batalla de Waterloo y las coloridas casacas de los soldados ingleses y franceses toman el protagonismo, no he tenido la sensación de estar en los albores del SXIX, sino que al principio del libro me descubría a mí mismo imaginándome en una época más medieval, pero quizás pueda ser por las reminiscencias de mi memoria afectadas por las referencias a los primeros libros de la saga.

La estructura del libro es muy similar a las de otros libros del autor, una disposición que le funciona bien y que es necesaria para organizar un libro de un tamaño considerable. La novela nos deja 45 capítulos presentados en 7 partes:

I. La máquina de hilar (1792-1793)
II. La revuelta de las amas de casa (1795)
III. La ley de asociación (1799)
IV. La patrulla de leva (1804-1805)
V. La guerra del mundo (1812-1815)
VI. La batalla de Waterloo ( 16-18 Junio 1815)
VII. La paz (1815-1824)

Ya se puede observar que el espacio temporal es muy amplio, llegando a abarcar más de 30 años, algo que ayuda mucho a que ocurran cosas y que además podamos transitar por la vida de todos los numerosos personajes. Otra circunstancia que me ha gustado es que de una parte a otra a veces pasan bastantes años que no han sido narrados, presentando esa evolución como un hecho natural e interesante y sin necesidad de aclarar demasiadas cosas que podrían ser cansinas.

La novela está narrada en una tercera persona universal, narración que a mi modo de pensar es la más correcta para presentar tantos años, tantas tramas y tantos personajes sin que te pierdas nada y además pueda resultar sencilla para el lector.

Los que conocéis las novelas del autor ya sabéis que sus novelas son todo un muestrario de personajes, familias y demás, y "La armadura de la luz" no es una excepción. En esta ocasión el libro no trae un glosario de personajes, pero la verdad es que no me ha parecido necesario ya que la introducción en la obra es paulatina y enseguida identificas a los principales.

Entre estos personajes podemos destacar a la que podría ser la coprotagonista principal, Sal, una mujer trabajadora y sufridora que tendrá apoyos y zancadillas a cada paso que da y que pondrá en valor el tesón acuciado por la necesidad, un impulso necesario para sacar adelante a Kit, su hijo, otro de los personajes a los que más cariño se les coge y que conoceremos desde niño.

En el lado amable del elenco de personajes también tenemos a Spade, Amos y Elsie, que conforman el contrapunto de los personajes "no tan amables" como son Will Riddick y Hornbeam. Todo un perfecto manual del autor en cuanto a crear personajes buenos y malos, que obliga al lector nada mas comenzar la lectura a tomar partido por los desfavorecidos que sufren por la tiranía de la diferencia de clases. Incluso también tendremos algún personaje que caminará por ambos lados como nos deja la evolución de Kenelm Mackintosh.

"... desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos con la armadura de la luz" Romanos 13:12

Esta diferencia de clases va a ser crucial en la lectura, ya que estamos en una época donde la revolución en Francia comienza a llegar a otros países y donde el pueblo comienza a soñar con ideas que pone a todos los humanos en un mismo nivel, ensoñaciones que tendrán la mayúscula contraposición de las clases privilegiadas, pensamientos opuestos que en Kingsbrige dejarán conflictos de todo tipo.

A medida que nos acercamos a la parte quinta, la batalla y la situación de guerra se adueña de la trama, y la novela se aproxima a la literatura bélica, detallando y prolongando a mi gusto en exceso los momentos de guerra hasta llegar a Waterloo, instantes en que el lector puede llegar a hastiarse ante la exposición del equipo de asesores y expertos del autor.

El final de la novela me ha decepcionado un poco ya que si bien venían concluyéndose bien las tramas, el autor en apenas 5 páginas da carpetazo a varios asuntos, algo un poco apresurado para las 820 páginas que a estas alturas llevamos a las espaldas y cerrando el libro sin esa sensación de ensimismamiento que dejan otras lecturas.
CONCLUSIÓN :

"La armadura de la luz" es el último título del exitoso autor Ken Follett, un título de lectura independiente que se engloba dentro de la saga de "Los pilares de la tierra".

Una vez más el voluminosos libro del autor nos trae todo un universo, en esta ocasión esta creación se engloba en los finales del S.XVIII y principios del SXIX, un momento donde la revolución francesa y la revolución industrial deparan en las Guerras Napoleónicas o de la Coalición, mostrándonos la sociedad y sus repercusiones tanto en Francia como en Inglaterra.

Creo que el libro convencerá a los amantes de la historia detallada y a los seguidores de los numerosos y trabajados personajes a los que el autor nos engancha, a pesar de que para mi gusto en esta ocasión me habría sobrado un poco de batalla y el final no me ha transmitido esas sensaciones que tanto gustan a los aficionados a la novela histórica.
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Nunca pensé que con Los pilares de la Tierra daría comienzo una saga que iba a contar con tantos libros, una precuela incluida. Y es que La armadura de la luz, publicada hace escasamente un mes, es la quinta y última entrega, pudiéndose leer de manera independiente. Una novela de ficción histórica que el autor ha querido dedicar a los historiadores y nos lleva de nuevo hasta la ficticia localidad de Kingsbridge, a finales del siglo XVIII, para acercarnos a los cambios de gran alcance que tuvieron lugar con la Revolución Industrial. de cómo influye en la sociedad y su lucha por adaptarse a la llegada del vapor en la industria textil, que era hasta ese momento totalmente artesanal y pasó a ser mecanizada. Todo ello con el trasfondo de la guerra contra Francia.
Ken Follett nos embarca en un emocionante viaje a un período convulso, de grandes cambios, con una duración de algo más de tres décadas, desde 1792 hasta 1824. El feudalismo ha sido abolido y la revolución industrial se extiende como la viruela. Mientras, Napoleón comienza un ambicioso plan para ascender al poder y convertirse en emperador del mundo. La política, la cultura y la religión de aquella época, así como la guerra en curso con Francia, que culminó con la Batalla de Waterloo, cobran vida a través de este libro estructurado en siete partes. Precisamente el bloque sexto, dedicado a esa famosa contienda, me ha parecido el menos interesante porque no me gusta la descripción de batallas y su lectura se me ha hecho interminable.
Seremos testigos de un cambio industrial sin precedentes que provoca mucho malestar entre los empresarios, la nobleza y la clase trabajadora. Inglaterra sigue siendo un reino con una aristocracia muy influyente, unos jueces con manga ancha para interpretar las leyes a su antojo y una poderosa iglesia anglicana. El descontento de los trabajadores, con unas condiciones de vida y laborales inhumanas, es generalizado. La muy estricta legislación antisindical intensifica aún más el malestar social, mientras una serie de nobles ávidos de poder restringen el derecho a la libertad de expresión y de educación, lo que amplía la brecha entre ricos y pobres, desencadenando una serie de conflictos.
La exhaustiva investigación llevada a cabo por el autor sobre este período de la historia británica es claramente evidente en la lograda ambientación. Consigue recrear el contexto histórico de finales del siglo XVIII con detalle, trasladando al lector a cada uno de los escenarios en los que tiene lugar la acción. La mayor parte de la novela transcurre en Kingsbridge, una ciudad que ha crecido alrededor de una catedral, aunque también hay cabida para otras localizaciones como España y Bruselas. A diferencia de las entregas anteriores, en este último libro da una mayor relevancia a los acontecimientos históricos y son los personajes las herramientas para conseguirlo.
Ken Follett nos presenta a un vasto friso de personajes que reflejan la diversidad social y política del momento. La historia sigue a un grupo de gente común y corriente que se verán afectados de distinta manera por los acontecimientos que cambiaron el mundo. Sin entrar mucho en detalle, estos han sido para mí los más interesantes: Sal Clitheroe y su hijo pequeño Kit que deberán abrirse camino ante la adversidad tras la trágica muerte, en un accidente laboral debido a una negligencia, del cabeza de familia; Amos Barrowfield, un joven pañero que inesperadamente debe hacerse cargo del negocio familiar en quiebra; Elsie Latimer, la hija del obispo empeñada en ponerse al frente de una escuela dominical para instruir y dar de comer a los niños más pobres; Spade, el dueño de una tejeduría que vende su género a las clases más altas; también tenemos al villano, una hiena más mala que un dolor de muelas que me ha sacado de quicio en más de una ocasión. Y una vez más, el autor ha querido destacar el papel desempeñado por las mujeres en los distintos conflictos que irán aconteciendo.
Sintetizando: La armadura de la luz es la quinta entrega de una saga ambientada en la localidad ficticia de Kingsbridge que merece la pena leer. Un emocionante viaje hasta los inicios de la Revolución Industrial inglesa, un período histórico con el que no estoy muy familiarizada, de ahí que esta lectura haya sido bastante didáctica para mí, y que los fanáticos de la ficción histórica disfrutarán especialmente.

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Este libro sería la quinta novela de la saga "Los pilares de la Tierra".
hasta Esta novela de ficción de puede leer de manera totalmente independiente.


Al principio nos sitúa en 1792 en Kingsbridge, allí la tiranía del poder llega a manos de un gobierno que quiere convertir Inglaterra en un imperio comercial mientras que Napoleón tiene sus vistas puestas en dominar el mundo.
Viajaremos a un periodo convulso de la historia, donde encontraremos la revolución industrial como telón de fondo y conoceremos la historia de aquella generación que luchó por su futuro.
En ella encortaremos las desigualdades sociales que produjo todo este movimiento, el comienzo de sindicatos en ayuda a los trabajadores, veremos mermadas las libertades sociales como la educación y el trabajo todo ello unido a la corrupción y el poder.

Todo ello lo conoceremos de primera mano por varios personajes, en primer lugar tendremos a Sal con la que viviremos su evolución, también conoceremos a su hijo kit quien no nos dejará de sorprender en esta historia.
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Otra historia con la que el autor me ha cautivado desde el principio, el libro esta dividido en siete partes desde 1792 hasta 1824, la ciudad de Kingsbridge aunque es ficticia, refleja perfectamente la época que el autor ha querido ambientar, allí viviremos las rebeliones entre empresarios y trabajadores y en plena lucha de la clase obrera también nos contará sobre las diferentes maneras en las que podía vivir una mujer su libertad, todo ello acompañado de traiciones, mentiras y guerras. En este caso, creo que la historia destaca mucho más por la trama que por los personajes.

Si bien he disfrutado de la lectura, han habido descripciones que me han sobrado y no he visto necesarias.
Y sin duda debo destacar la cantidad de temas que es capaz de abarcar esta historia de manera bien hilada, con enganche y sin dejarnos de sorprender.

Me encanta Ken Follett y disfruto mucho cada vez que publica un nuevo libro, así que tenía que leer “La armadura de la luz” sí o sí.

Este libro pertenece a la serie de Kingsbridge que comenzó con “Los pilares de la tierra” hace ya tantísimos años y reconozco que lo he disfrutado mucho, aunque mi favorito siempre será el primero, aunque debo reconocer que también me encantó la “precuela” que se publicó con el título “Las tinieblas y el alba”.

En todo caso en “La armadura de la luz” volvemos a encontrar una historia con el mismo patrón que en los libros anteriores, algo que no sorprende pero que los amantes de este autor agradecemos igualmente.

La época en la que Follett decide desarrollar los hechos de esta historia nos sitúa a finales del siglo XVIII y principios del XIX, un período de conflictos, guerras y muchos cambios en el que la vida de los habitantes de Kingsbridge deberá ir adaptándose a esos cambios, aunque en algunos momentos sea realmente duro y complicado.

La revolución industrial afectó de lleno a un sector que era prácticamente artesanal en su totalidad y las máquinas llegaron para quedarse y ahorrarle a los dueños de las empresas gran cantidad mano de obra que dejaba sin sustento a muchas familias. Follett se centra mucho en los avances de la industria textil, en cómo asumían o no este cambio las personas afectadas (tejedores e hiladoras sobre todo) y las decisiones que se iban tomando a medida que las máquinas se van modernizando y ganando terreno a una mano de obra personal cada vez más prescindible y por consiguiente empobrecida.

De fondo tenemos otros temas, las guerras napoleónicas, la convivencia entre anglicanos y metodistas, la creación de sindicatos buscando defender los derechos de los trabajadores y sus condiciones laborales y sobre todo un sistema judicial absolutamente deleznable que solo favorecía a los poderosos (políticos, nobles y ricos en general) y que podía mandar al exilio a Australia, cuando no a la horca, a cualquier ciudadano por cualquier nimiedad y por supuesto todo ello girará en torno a las historias personales de los protagonistas de la novela.

Me ha gustado el libro, pero creo que de todos los pertenecientes a esta serie es el que menos me ha calado, los personajes no me han gustado tanto como otros de novelas anteriores y aunque no se me ha hecho pesado, las partes bélicas no me suelen atraer demasiado y es lo que me ha ocurrido con parte relativa a la batalla de Waterloo, aunque entiendo que era importante desarrollarla porque allí se juntan varios de los personajes de la novela y hay que saber cuántos lograrán sobrevivir y volver a su lugar de origen. En todo caso, no es muy extensa y se acaba llevando bien.

Como siempre, hay de todo en esta historia, amor, desamor, traiciones, ambición, codicia, injusticias (pero muchísimas, ¡por el amor de Dios!), y sobre todo una buena documentación, o al menos es lo que a mí me ha parecido. Me lo he pasado muy bien con esta lectura y por supuesto volveré a Ken Follett cuando tenga a bien publicar un nuevo libro. Yo creo que si sigue a este paso, conectará la historia con el primero de la trilogía “The Century” 🤔
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La armadura de la luz es un emocionante viaje hasta los inicios de la Revolución Industrial inglesa. La narrativa nos sitúa en medio de un gobierno despótico decidido a convertir a Inglaterra en un imperio comercial y en medio del ascenso de Napoleón Bonaparte, quien planea un ambicioso dominio mundial. Este es el escenario histórico que sirve de telón de fondo a esta fascinante historia. Con una trama cautivadora y personajes carismático.
Esta novela, la quinta entrega de la saga Los pilares de la Tierra, nos sumerge en un emocionante viaje a la Inglaterra de 1792 hasta 1824, un período turbulento marcado por la Revolución Industrial y las amenazas de Napoleón Bonaparte. El feudalismo ha sido abolido y la revolución industrial se extiende. La política, la cultura y la religión de esa época, así como la guerra con Francia cobran vida a través de esta historia.
Inglaterra sigue sumida en un reino con una aristocracia muy influyente y una poderosa iglesia anglicana. El descontento de los trabajadores, con unas condiciones de vida y laborales inhumanas, es generalizado. Veremos los primeros intentos de los trabajadores de unirse en sindicatos, aunque las legislaciones antisindical la llevará al fracaso. Observaremos como algunos grandes empresarios, con sus manos en el poder, restringirán el derecho a la libertad de expresión, a la educación. Nos trasladará a un mundo de corrupción. Aunque estaremos presentes en el surgimiento de la clase trabajadora. El paso de una sociedad artesanal a una sociedad industrial. Y lo que supuso ese paso en la sociedad. También a través de los distintos personajes femeninos veremos los distintos roles de la mujer en ese momento.
La mayor parte de la novela transcurre en Kingsbride, único punto de unión con los otros libros anteriores. Aunque también viajaremos a España, Bruselas y Francia.
Ken Follett nos presenta un elenco de personajes notables, que nos reflejan la diversidad social y política del momento. Destaca la figura de Sal Clitheroe, la decidida hilandera que irá evolucionando en la medida que van cambiando los telares. Su hijo Kit, brillante joven que tiene un don para arreglar las máquinas de vapor. Los personajes principales son carismáticos y cautivadores, lo que nos permite conocer sus luchas y aspiraciones. También encontramos villanos que añaden intriga y tensión a la historia.
La novela se divide en siete partes, cada una compuesta por una serie de capítulos de extensión media. A través de estas partes, Ken Follett teje una historia que se desarrolla en diferentes escenarios y con diversos personajes. Ken Follett tiene la habilidad de equilibrar los eventos, detalles y diálogos para mantener el ritmo de la narrativa en continuo movimientos.

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