Se trata de una de las mejores novelas de
Miguel Delibes, en mi caso, me parece inmejorable, ya que sabe extraer el sentido más excelso de la vida, el más abstracto, a lo ordinario. Narrado desde el punto de vista de un niño de once años, explora
el camino a la madurez y los cambios que se le avecinan. Transita por temas como el amor, la sexualidad, la infancia, el destino o
el camino (la parte fundamental de la obra) y la muerte. Trae lo trascendetal, lo filosófico, al pensamiento trivial. Por otro lado, goza de un humor especial, en lo personal, a mi me transportaba a mi juventud constantemente, a aquellos momentos en los que disfrutaba tanto leyendo "Manolito gafotas" en los que me reía y reía. Esta novela te sacara mas de alguna sonrisa y, por qué no, carcajada.
Daniel a sus apenas once años intuye que su camino está en la aldea, junto a sus amigos, gentes y pájaros. Sin embargo, su padre tiene un destino distinto para él: la ciudad. Para su padre es fundamental que estudie y salga con un Bachillerato para que tenga una mejor vida que él. Esto nos lanza la primera gran reflexión, ¿acaso se es más feliz siendo letrado o quesero? ¿Es mejor unan vida de oficina o la rural? Respondiendo a esto me parece super interesante la reflexión que trae el cura Don José durante una de sus misas a Daniel, el mochuelo: "La felicidad, no está, en realidad, en lo más alto, en lo más grande, y lo más apetitoso, en lo más excelso; está en acomodar nuestros pasos al camino que el Señor nos ha señalado en la tierra. Aunque sea humilde". Y añade otra reflexión también muy apropiada : "algunos- dijo- por ambición, pierden la parte de felicidad que Dios les tenía asignada en un camino más sencillo".
Esto me recuerda a cuando estudiaba durante la carrera a Heidegger, en relación con el concepto de Man-Uno, cuando se nos impone un camino, un destino, cuando tenemos una existencia impropia. Pues, en definitiva, de esto trata la novela.
Delibes logra transmitir conceptos muy complejos y filosóficos gracias a esa mirada infantil que nos introduce en el pueblo, haciéndonos conocer toda una impresionante galería de tipos y la fuerza con que a través de rasgos frecuentemente caricaturescos se nos presentan a los personajes del pueblo, es sin duda, uno de los mayores aciertos de esta novela.
Nos produce una evocación de un tiempo cuyo encanto y fascinación advertimos cuando ya se nos ha escapado entre los dedos,
El camino es, por su nitidez realista, humor sutil, nostalgia contenida y fulgor poético es "una de las obras maestras de la narrativa contemporánea".