Los reyes de la casa

Los reyes de la casa,un libro en el cuál su autora nos quiere hacer reflexionar sobre el tema de las redes sociales,de lo fácil que nos resulta entrar en la vida privada de esas personas,ya que ellos nos estan dando la oportunidad de poder hacerlo al compartir con nosotros su día a día ya sea a través de Instagram,Youtube o desde cualquier otra aplicación.Pero al no saber nada de ellos ya que no los conocemos personalmente,con lo cuál no sabemos si lo que nos muestran en sus redes es real o falsa felicidad.
Hace mucho hincapié sobre la sobreexposición de los menores al utilizar su imagen sin su consentimiento y de las consecuencias que esto puede tener de cara al futuro.
Y también nos hace reflexionar de los peligros que esto puede conllevar al estar exponiendo a los menores a la vista de todo el mundo sin saber realmente quiénes pueden estar viéndolos detrás de la pantalla.
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La temática es sobre los niños “influencers” y las consecuencias que ello puede suponer para su desarrollo. Se pone en la palestra el derecho a la imagen, padres que sobreexplotan a sus retoños para cubrir una necesidad personal de protagonismo, niños que son los únicos ingresos de la familia, vidas vendidas al mejor postor, pero ¿dónde queda su derecho a decidir, a aburrirse, a frustrarse? Un libro que pretende hacer reflexionar más allá de nuestra individualidad y nuestras necesidades; un libro para hacernos ver que nuestros actos tienen consecuencias y tristemente en este caso son a largo plazo y pueden ser de por vida.

¡Hola, lectores! Hoy traigo la reseña de los reyes de la casa.

Kimmy una niña de 6 años, estrella de youtube desaparece una tarde mientras jugaba con su hermano y amigos. Lo que une los caminos de Mélanie, su madre y Clara, policía; dos mujeres totalmente opuestas. Una obsesionada con los realities y la exposición en redes sociales y otra solitaria, que trata de pasar desapercibida. Gracias al contraste de ambas , nos encontramos en una historia que plantea la denuncia que apunta a los niños y esa sobreexposición a las que son sometidos.

El libro está catalogado como un thriller psicológico pero no encontré eso. La historia parte de la desaparición de una niña, pero es solo la excusa para lo que se pretende contar. En otras circunstancias me habría sentido estafada, pero lo que se plantea en el libro me ha gustado mucho. Con sencillez, y elegancia la autora logra envolverte convirtiendo una historia como esta en adictiva. A través de capítulos cortos, que alternan informes policiales, pasado y presente, y personajes, la autora construye un relato que nos lleva por esta era digital. Hace un viaje interesante a los realities hasta la evolución de los influencers. La crítica apunta a los niños influencers, pero sobre todo desde mi punto de vista pone en cuestión además de esa exposición que tienen y al peligro que eso los lleva, la explotación que hay por parte de sus padres. Es una lectura que despierta el debate, y que ofrece datos interesantes como la regulación que existe en Francia

Los personajes están muy bien perfilados. El foco recae en dos mujeres; Clara y Mélanie, totalmente opuestas que en cada paso nos van mostrando a dos personas conviviendo en la misma realidad y sociedad, y sin embargo presentar una manera de vivir y de pensar tan diferente. Mélanie, es madre de la niña desaparecida, quién vive su sueño frustrado a través de sus hijos con su canal de youtube. Clara, por otro lado, es una mujer que está por fuera de la tecnología.

Entretenido y para reflexionar sobre la exposición de las redes sociales y el contenido que consumimos.
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¿Conocen la alegoría de la caverna? La alegoría de la caverna aparece en una de las obras del filósofo Platón. A través de esa historia conocemos a un grupo de hombres que se encuentran en una caverna, encadenados de pies y manos mirando hacia una pared en la cual se ven sombras de animales, otros hombres, en fin, diversas imágenes.
Esta alegoría ha tenido muchas lecturas a lo largo de la historia, pero la más generalizada es que a través de ella podemos pensar en el conocimiento a través de lo que vemos, del mundo físico y el conocimiento del mundo de las ideas, el mundo que podemos imaginar.
En la alegoría de la caverna fue en una de las cosas que pensé cuando leí el libro del cual les quiero contar “Los reyes de la casa” de Delphine de Vigan.
La autora es francesa y este libro de 344 páginas fue publicado en 2022 por editorial Anagrama. La traducción al español estuvo a cargo de Pablo Martínez Sánchez.
El librerías de Uruguay el precio de un ejemplar es de $790 en tanto en formato ebook en Amazon US$ 8.79.
Los reyes de la casa podemos catalogarla como thriller psicológico el tema central son la maternidad, los derechos de los niños y las redes sociales.
Creo que es un ejercicio interesante el que realizó la autora al plantear las consecuencias del consumo y producción tóxica del contenido para las redes.
Leer este libro me ayudó a poner arriba de la mesa temas que, por obvios, quizás a veces, lo olvido. Lo que muestran las redes sociales, en muchos casos, son las imágenes en la pared de la caverna. Las redes sociales muchas veces muestran vidas perfectas, casas perfectas, mujeres divinas, lectores ideales, niños bellos. Me detengo en los niños y en su exposición en las redes ¿pensamos que la explotación infantil son niños trabajando en fábricas? ¿en niños trabajando en la calle? Y ¿los niños que pasan horas grabando videos para las redes, sacándose fotos? Exponiendo su imagen en una edad que no pueden comprender el alcance de sus actos. Donde deberían estar jugando. Como adultos decidir exponernos subiendo un video, una foto o una reseña es razonable y se puede entender. Pero los niños deberían ser protegidos por sus cuidadores, y no expuestos. Consumir este contenido nos hace cómplices.
A modo de resumen breve les cuento que conoceremos a la familia conformada por Melani Claux, su esposo e hijos. La historia transcurre con saltos temporales entre un presente en donde la hija de Melani, Kimmy, desaparece y finaliza en un futuro próximo. En ese futuro la autora se imagina las consecuencias en la vida de Kimmy y su hermano, ya adultos de todo lo que vivieron de niños. Creo que es un ejercicio interesante el que realizó la autora al plantear las consecuencias del consumo y producción tóxica del contenido para las redes.

de esta manera arranca esta novela negra, pues vamos a alternar distintos puntos de vista, por un lado el de Clara, la policía encargada de la investigación, así como el desarrollo de la misma, y por otro Melanie, con sus recuerdos, su proceso hasta llegar a ser influencer, sus pensamientos y ambiciones...
Ambas tienen vidas disfuncionales, ambas son obsesivas con su trabajo, pero en mundos distintos, el analógico y el digital.
Y, por supuesto, las consecuencias, si bien me ha parecido que les llevan por sendas similares, la crítica en la novela, va relacionada con lo que cada una pone en juego, pues al final en el caso de Clara es su vida, pero en el de Melanie son sus hijos.

Aquí el tema clave por tanto es la sobreexposición, la falta de elección de los hijos que trabajan en el mundo del espectáculo o bien de influencers, las posibles secuelas psicológicas que a largo plazo les puede acarrear...y por tanto, expone la tóxica relación con las RRSS, la interacción, la falta de intimidad...
lo que lleva a dejar patente la capacidad de la autora de dotar de complejidad a los personajes (yo al menos odiaba a las protagonistas y sin embargo no podía parar de leer, además que llegaba a conseguir empatizar con ellas, consigues "entender" lo que pasa por sus cabezas), desde luego la pluma de la autora me ha parecido sublime a la hora de tratar las cosas con objetividad y perspectiva, a la vez que consigue dejarte reflexionando sobre este tema tan actual y controvertido.

Libro que se lee solo, que te hace reflexionar y que te recomiendo encarecidamente si no conoces a la autora, y, si ya la conoces, seguro que ya la tenías en el punto de mira.

Este libro es de tremenda actualidad y de concienciación o en todo caso de darle un par de vueltas una vez cierras el libro por última vez sobre las consecuencias de las redes sociales en nuestra psique.
Este es un título que quisiera reseñar sin entrar en debates sobre qué es o no es bueno para nuestros niños, qué hay o qué no hay que hacer, cada padre tiene su criterio pero realmente es demoledor ver las consecuencias que tiene en estos niños la decisión de vivir a través de ellos de la madre. Este libro, aunque hay un punto de misterio, no es la clave de él. Pienso que está escrito para que reflexiones y realices una de esas listas que tan bien va en ocasiones con los pros y los contras. Es un libro que va de eso. Va de conocerte a ti mismo y a tus criterios y cómo no, hay una moraleja pero no creo que sea la que se cree apreciar a simple vista, si no otra más importante que es aplicable en muchas otras situaciones: tus hijos deben cumplir sus sueños, no los tuyos.

Un libro muy difícil y complicado de valorar. Como siempre, Delphine de Vigan habla y muestra un tema controvertido: la exposición de los niños en las redes sociales y su explotación. Vamos, cómo los padres se hacen ricos a costa de ellos.
En este libro, nos habla de 2 mujeres diferentes: Mélanie obsesionada por las redes sociales y los programas de telerrealidad y Clara, una mujer que opta por tener una carrera de policía. ¿Qué relación hay entre ambas?
El libro está dividido en 3 partes: 2000; 2019 y 2031. El grueso del libro pasa en en 2019. Melanie descubre desde su aburrimiento como ama de casa, las redes sociales: YouTube, Facebook, etc... y comienza a seguir y a darse cuenta que vendiendo su vida, puede ganarse la vida. Así que cuando nace su segunda hija, empieza a grabarles inocentemente y a subir esos vídeos en YouTube. Y poco a poco, va teniendo más seguidores, y poco a poco, empieza a grabar a sus hijos 4 veces a la semana.
Su marido deja el trabajo. Las marcas de ropa, comida, etc... les pagan por ello y se hacen famosos. Hasta que un día, puffff, Kimmy desaparece...
¿Dónde está Kimmy? ¿Quién se la ha llevado? Toda la vida de esa niña, de la familia está expuesta en las redes sociales.
Y podemos decir, que aquí arranca el grueso del libro.
Habla de una ley francesa sobre la protección del menor que se aprobó en 2020. Habla de cómo los padres hacen sociedades y demás triquiñuelas para poner su dinero a salvo y blanquearlo. Habla de cómo esclavizan a los hijos y las consecuencias que pueden llegar a tener cuando crecen y se dan cuenta de lo que pasa...
¿Niños de 6 años quieren ser grabados? ¿Quién toma las decisiones? ¿Por qué los padres dicen que son los propios niños los que quieren salir en youtube cuando casi no saben lo que eso conlleva?
Para reflexionar....

Me reafirmo en mi admiración por Delphine de Vigan, en su sensibilidad y elegancia para tratar cualquier tema controvertido o denunciable en  una novela redonda, con una literatura ágil e intensa.

Una novela de intriga, de denuncia social, con un punto psicológico en la que Delphine nos cuenta una historia sin posicionarse, haciéndonos reflexionar sobre una realidad muy cercana. 

La adicción a las RRSS, el culto al ego, y la sobreexposición de los menores a todo ese abanico llamado “progreso digital”. 

Un mundo paralelo en el que la perfección es ley y la intimidad una banalidad. 

La secta de las RRSS. 



Una familia, aparentemente perfecta, queda expuesta a la vulnerabilidad de las redes. Dos niños, Sammy y Kimmy, son esclavos de su reflejo al mundo y de su reflejo interior. La vida está compuesta de fragmentos y solo se les ofrece 

«Un mundo donde poder existir»

Dos mujeres, Melanie, la madre youtuber, crea su propio personaje tras el que esconde su debilidad emocional  inventando un mundo propio a través de sus hijos, un mundo en el que es “normal” esa forma de estar presente.

Y Clara, la policía, atípica, desplazada generacionalmente, ajena a cualquier evolución, criada en una realidad en la que todo es cuestionado. Dos personalidades opuestas que acabaran situándose en el mismo nivel, enfrentándose a sus propias miserias ellas solas.

Los límites entre lo interior y lo exterior de una vida se había desplazado, ya no era algo firme como un muro de carga inamovible, era una simple puerta corredora que se abría y se cerraba a voluntad. O te subes al tren o te pierdes el paisaje. 



Delphine de Vigan traslada la acción al año 2031 y así nos hace pensar y replantearnos esa  felicidad impostada; realidad ficticia, explotación de la intimidad y exigencias narcisistas proyectadas en los hijos.



El desdoblamiento de las personalidades de cada personaje, dejando expuesto sus mundos, tanto del que se expone como de los que se nutren de esa exposición, traerá unas consecuencias inevitables, va prediciendo el derrumbe de cualquier estabilidad. 





Crear grietas en los cimientos de vida, es proclamar el hundimiento de “la casa”, si falla la base, falla todo.

No me ha dejado indiferente un libro con mucha carga moral que nos hace replantearnos no solo como padres sino como personas si estamos transitando el camino adecuado.

«¿Cómo hacer amigos cuando no sabes nada de su vida y ellos miran la tuya a través de una pantalla? Estábamos solos. Marginados»

«La falta de miedo reflejaba la falta de amor»
“Algún día habrá que hablar también de los niños que no paran de ver esos vídeos”

« Es un mundo cuya existència se nos escapa»

En mis manos tuve una joya literaria, cada palabra escrita por de Vigan es oro molido.
La temática de esta novela me sorprendió gratamente. Aunque trata sobre lo cotidiano, logra atraparte con su trama envolvente. La obra explora el impacto de las redes sociales y su influencia en nuestras vidas, abriendo el famoso debate sobre la exposición de menores en ellas.
Los personajes de esta historia son verdaderos antagonistas: fuertes, intensos y con conexiones profundas con su pasado, lo cual determina sus personalidades. La autora teje constantemente intriga, confusión y múltiples caminos que te mantendrán en vilo.
Al leer esta obra, reflexioné sobre la soledad oculta tras la exposición mediática y la popularidad, así como la soledad que se elige voluntariamente. La autora asigna estas sensaciones a sus protagonistas principales, reflejándose en los personajes secundarios con vidas rotas y marcadas por las decisiones de los adultos.
Esta novela nos lleva a cuestionar nuestras ambiciones, decisiones y deseos, especialmente cuando los aplicamos a los menores sin su consentimiento. Nos hace pensar en esas fotografías en redes sociales de nuestr@s hij@s en bañador y si algún día les hará gracia o no. Lo más preocupante es que esas fotos no solo las ven nuestr@s amig@s, sino que tienen un alcance más amplio y menos inocente. Es un llamado a la reflexión.
¡Sumérgete en esta obra que te desafiará a considerar la legitimidad de nuestras acciones hacia los menores! es una lectura que te hará cuestionar, emocionarte y abrir tu mente a nuevas perspectivas.

"Los reyes de la casa" fue un flechazo instantáneo, ya me tuvo loca con la sinopsis: una influencer que expone su vida y la de su familia en redes que de repente ve cómo su hija desaparece. Claro, todo el mundo sabe cómo es tu hija, dónde suele ir tu hija, cómo se llama tu hija... Riesgos que podrían pasar, cosas que parecen muy obvias pero cuando se cuestiona la exposición de menores en redes se puede tildar de exageración. Un tema súper candente y que puede parecer cosa de esta sociedad actual, pero sabe remontarse en los inicios de los realities y proyectarse en el futuro y quién sabe cómo envejecerá la historia, pero ahora mismo es uno de los temas del momento.

Aunque este punto de partida pueda prometer un thriller, no lo es, al menos no solamente, ya que está lejos de la estructura típica de thriller porque el caso llega a resolverse y después vemos sus consecuencias, algo bastante atípico. No cae en los típicos tópicos del género, los policías NO lo saben todos y ni siquiera peca de giro tras giro inesperado. Tiene crítica social, nos hace reflexionar sobre el asunto y darle una vuelta al tema de las redes sociales. Tiene una buena construcción de personajes, hay una explicación de porqué la protagonista llega a actuar así (aunque no la entendamos) y un puntito distópico ya que aunque hay muchas cosas que pasan y podrían pasar, también se toma la licencia de "blackmirrorizar" la realidad a gusto, y esos niños marioneta como refleja la portada con los que sí es más sencillo empatizar.