IQ. En este mundo la perfección lo es todo.

Un mundo donde la puntuación y el coeficiente intelectual lo es todo. Donde por cualquier fallo tu número se puede ver afectado y verte privado de ciertas opciones, donde además, bajar tu C no sólo te afecta a ti si no que puede afectar y reducir las opciones de tu familia. Donde desde el embarazo los niños son expuesto a pruebas para ver si son aptos y estarán entre los más altos de la clasificacion.

Y en este mundo, conoceremos a Elena Fairchild, maestra en uno de los mejores colegios de élite y mujer de uno de los encargados de dictar ciertas leyes, pero cuando la que se vea en peligro por sus cifras sea su propia hija, Elena deberá tomar una difícil decisión.

🔷 Una distopía maravillosa que he disfrutado de principio a fin.

Nos encontramos en una sociedad en la que constantemente viven bajo la presión de que cualquier error bajará la puntuación. Donde continuamente son evaluados y los niños pueden perder todas sus opciones de futuro en un examen.

Una lectura adictiva, entretenida, intrigante, con suspense y agobiante en algunas partes donde iremos viendo cómo Elena, nuestra protagonista, tendrá que hacer frente a la injusticia del sistema por intentar salvar a su hija.

En definiva, una muy buena lectura y muy recomendada si disfrutáis de las distopías.

Esta historia es una narración en primera persona (de Elena, la protagonista), en presente. No son ni mi voz ni mi tiempo favoritos, de hecho, todo lo contrario, por lo que me ha costado mucho meterme en la historia. Me atrevería a decir que no lo he conseguido.
En ella se narra una distopía que, desgraciadamente, no he terminado de creerme. A mi modo de ver, al presentar una distopía, hay que entregarle al lector todos los elementos necesarios para que esa sociedad ficticia y tan dispar a la realidad resulte creíble, es decir, que le den carácter de verosímil y, en este caso, yo no lo he entendido así. Me han faltado datos, da algunos que parecen meras anécdotas televisivas para crear todo un entramado que dirige el país de un modo dictatorial y que incluso parece completamente aislado del resto del planeta, pues nadie tiene nada que decir con respecto a un sistema basado en la meritocracia educativa (impensable para nosotros) que aboca a los menos favorecidos a un destino aún peor y que te convierte en un paria exiliado en tu propio país. No es creíble ese aislamiento del resto del mundo ni que se acepte de buena gana tal ostracismo impuesto. Me han faltado las bases que fundamentan esa sociedad, los acontecimientos que marquen ese cambio, incluso una revolución, porque la historia de Elena se me antoja otra anécdota, un dato que se sale de la media y poco más.
La evolución de la protagonista, o la de su marido, también me parece ausente, quizá se me ha perdido entre tanta analepsis sin orden ni concierto, y del que luego hablaré. Antes quiero apuntar que no he comprendido el final de la protagonista o el mensaje que la autora nos quería enviar al darle tal destino. Me habría gustado entender el porqué de ese final. Me resulta gratuito, aunque quizás es la idea.
Tal y como comentaba, otro aspecto que no ha terminado de gustarme es que introduce muchas analepsis que no sitúa en el tiempo, no da una fecha como referencia (simplemente pone "Entonces"), y desordenadas entre ellas. Un capítulo puede narrar algo que le sucedió en el instituto y en el siguiente "flashback" contarte lo que le pasó en primaria. Aun así, sigo encontrando ese vacío que termine de contarme cómo se llega, realmente, a ese tipo de sociedad. Es una lástima porque la premisa prometía, pero no me ha gustado su desarrollo.
Como último apunte, en cuanto a la edición, decir que es rústica con solapas, de papel grueso, pero que resulta ligero para lo voluminoso que es. El tipo y tamaño de fuente también ayudan a que sea un libro cómodo de leer.

Esta autora se hizo muy conocida con el libro de Voz, pero como yo no lo he leído, no tenía ninguna referencia sobre lo que podría encontrarme en este libro, a pesar de que la premisa suena bastaqnte interesante.

Elena es profesora en una prestigiosa escuela y su marido, un hombre influyente en el tema de la educación. Ambos están bien acomodados y viven tranquilos en su casa perfecta con sus hijas perfectas. Pero en este mundo los números lo son todo y si te despistas, puedes acabar perdiendo todos los privilegios. Freddie, la hija pequeña de Elena falla un examen y eso cambiará la vida de la família por completo.

El libro empieza de una forma bastante curiosa, explicando como funciona el mundo en esta realidad (bastante parecida a nuestro presente pero con algunos detalles distintos, separando a la población según su coeficiente intelectual). Las páginas vuelan sin apenas darnos cuenta pues los capítulos son muy cortos y en casi todos pasa alguna cosa. Alterna pasado y presente para que entendamos la situación de Elena y de como se formó la separación entre grupos. La idea me ha parecido bastante original para un libro, aunque comparando con la realidad veremos que de original tiene poco (y eso es lo que más me ha fascinado, como los humanos somos capaces de tropezar muchas veces con la misma piedra).

Los personajes en su mayoría son bastante desagradables pues vemos el punto de vista de una familia rica con unas puntuaciones casi perfectas que no sufren las consecuencias de esta segmentación social. Sin embargo, a lo largo del libro aparecerán personajes que me han gustado mucho más (como la abuela de Elena o Lissa, otra adorable anciana).

Las referencias a una época anterior y todo lo que sucedió en ese momento (no quiero nombrar hechos específicos por no estropear la trama del libro) están bien trabajadas, aunque muchas veces me ha parecido algo sutil pues para alguien que no haya estudiado sobre el tema es posible que no entienda algunas de ellas. Sin embargo, me parece muy interesante la crítica social que hay detrás del libro. Es curioso ver como una persona que acata las normas y las defiende cuando está en la posición de ventaja solo es capaz de criticar el sistema cuando ella misma se ve perjudicada. Esta actitud de la protagonista me ha molestado bastante pues al principio ignora todas las alarmas que hay a su alrededor porque mientras les pase a los demás no es problema suyo.

El final me ha encantado y, creo que no podía haber sido de otra forma, estoy muy conforme con lo que he leído. Esta historia me ha gustado y me ha entretenido, pero además me ha refrescado la memoria sobre cosas importantes que no debemos perder de vista, sobre todo si no queremos repetir errores del pasado.
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Una distopía con una premisa que me ha encantado: debido a la sobrepoblación y la falta de escuelas el gobierno ha implantado un sistema educativo basado en la evaluación asidua del potencial del alumnado mediante pruebas o test normativos. Aquellos con las puntuaciones más altas tienen mejores oportunidades de futuro y estudian en las mejores escuelas del país y con los mejores profesores. Si su puntuación es baja serán enviados a una escuela pública, lejos de sus familias y con oportunidades muy escasas de prosperar.
Tengo que decir que el comienzo me pareció un poco confuso. Cuesta mucho entrar en este mundo o distopía que nos ofrece Christina porque nos falta mucha información. No nos explica por ejemplo los antecedentes o las causas socio-políticas que han llevado a esta situación o si ha habido movimientos de resistencia.
El personaje que mejor está construido y ha tenido una mayor evolución es Elena, que se mueve entre lo que es correcto y lo que se supone que debe hacer. Me ha faltado más protagonismo del marido, del que esperaba un papel mucho más importante, y quizás algún capítulo desde su perspectiva para conocer sus motivaciones.
El final me decepcionó un poco. Se lleva forjando durante muchos capítulos y acaba siendo muy trepidante, rápido y muy predecible.

El comienzo ha sido para mí un poco confuso y la portada  puede que no llame mucho ,pero luego le coges la idea y te engancha,un historia ágil de capítulos cortos y que no me esperaba. Una idea que no me gusta nada y que nunca se sabe lo que puede llegar a pasar. Trata sobre una sociedad que se basa en el coeficiente intelectual de las personas  algo tan escalofriante como la supremacía de la especie, no tan extraño si pensamos que algo parecido ocurrió con tremendos y horribles consecuencias ya ocurridos en la historia.

Es una familia los padres y las dos niñas y una de ellas no tienes el IQ necesarios y la llevan a unos centros diferentes,veremos cómo la madre hará lo posible por sacarla de allí, el sentimiento de "odio" que te hace sentir  hacia ese padre que solo le importa la educación y su forma de ser y comportarse.

La recomiendo me ha gustado más de lo que esperaba. Esperomos que algo así no llegue a pasar