Verano negro

Leído y disfrutado.

¿¡Qué puedo decir de este autor que ya me gustó con su primer libro, El Show de las marionetas!? Me gusta este tipo de libros: el estilo de redacción sencillo, los personajes bien perfilados, unos "simpaticotes" y otros "malotes/despreciables", un caso original con su punto macabro y una tensión en aumento. Un libro que te atrapa.

Una escena inicial -sacada del libro- que adelanta y promete. No sabes cuando, ni como, ni porque, pero esa pequeña rendija que has vislumbrado ya te mantiene en alerta. Y cuando alcanzas ese punto de lectura, ya tienes tantas cosas en la cabeza que dices "Uff" y ¡ahora como arreglamos todo esto! Pero tranquila, sabes que en esta trama, la maraña aún se puede liar más y luego hay que desenredarla. Aunque sospeches o intuyas algunas cosas en la investigación, los finales van "in crescendo", son sorprendentes y están bien "atados".

Me gusta la ambientación, y no solo me refiero a ese paisaje agreste en Cumbria amenazado por una tormenta. de cualquier estancia, hace una pequeña descripción, lo suficiente para poder situarte.

No hay muchos nombres y personajes, por tanto aunque a veces los mencione por el nombre y otras por el apellido -cosa que no termina de gustarme-, es fácil seguirlos y ubicar quien es cada uno en todo momento.
En esta entrega Tilly ha perdido parte del "encanto" que tenía en la primera novela. Aún recuerdo lo que me reí con ella en El show de las marionetas.

Hay una trama principal bien definida, el caso a investigar. Y una secundaria, que de vez en cuando aparece, basada en temas personales de nuestro protagonista, Washington Poe, y que te deja con las ganas de saber como continuará.

No se recrea en escenas sórdidas, pero el caso a investigar, no tiene "desperdicio".

Deseando estoy continuar con la serie.

Valoración: 9/10
Lectura: marzo 2021

Esta vez el libro comienza ya a saco con el caso que nos ocupa.
Lo bueno de que sea el segundo de una serie es que ya conocemos a los personajes, nos ahorramos las presentaciones, y eso hace que el inicio sea mucho más potente y ágil.
Pero tranquilos los olvidadizos, que el autor va dando pequeñas pinceladas de quién es quién para que nos situemos perfectamente.

El caso es un sinsentido totalmente, en el buen sentido de la frase.
Mis compis de lectura @mirecunchofeliz @e_n_c_a_r @los_libros_de_yoli @lectordesombras y yo nos hemos pasado todo el tiempo comentando las pistas y tratando de hilar algo que tuviese sentido.
Tengo que reconocerle el mérito a Carla, que como es gran amante del true crime, encontró la clave del caso. Esta vez has sido nuestra Tilly particular.

Me sigue encantando la pareja de investigadores, Poe y Tilly son dos personajes tan distintos que se complementan a la perfección y que vemos como van evolucionando juntos.
Eso sí, mi pero en este libro es que me ha faltado más peso de Tilly en la historia, aquí el protagonismo se lo lleva todo Poe, y no me gusta, que ella me cae mejor. 
No lo niego, soy #teamTilly

Y nada más que añadir, que mis compis y yo ya hemos seguido con la saga, algunos ya nos hemos terminado el siguiente, y eso debe ser buena señal, ¿no?

Hace algo más de tres años quedé atrapada en una de las tramas más complicadas e inteligentes de la novela negra. El show de las marionetas consiguió que superase la aversión que tengo al sufrimiento (propio y ajeno) para engancharme completamente a una historia en la que incluso conocer quién era el torturador y asesino no restó ni un ápice del interés por seguir leyendo; al contrario, aumentó la intriga que M. W. Craven supo imprimir al argumento.

Así pues llevaba altas expectativas al empezar Verano Negro. Ni siquiera cuando leí la macabra primera página, a modo de preámbulo, me intranquilicé; estaba segura de que antes o después leería por qué la persona que habla, derrotada, desaparece para dar paso al Capítulo 1 en el que in medias res nos enteramos de que Washington Poe ha sido detenido. Tranquilos. Como en una película, un cartel anuncia cómo hemos llegado a ese extremo. Así que, con el corazón encogido comenzamos a leer qué pasó dos semanas antes. Y lo sabemos día a día. Y de nuevo Craven consigue, con un estilo totalmente natural, sorprendernos, a pesar de saber que alguien está muriendo, o muerto; a pesar de ser conscientes de que el sargento de policía más carismático ha podido cometer un asesinato, «El agente de uniforme se arrodilló sobre su espalda y empujó su cabeza sobre las baldosas de piedra para esposarle».

Para entender cómo llega Poe hasta aquí hemos de remontarnos seis años atrás, los que lleva en la cárcel Jared Keaton cuando Washintong Poe investigó la desaparición de su hija Elizabeth Keaton y resolvió que el propio padre la había asesinado. Pero las cosas se ponen feas para el sargento al aparecer, supuestamente, la propia Elizabeth asegurando que la han tenido secuestrada y ha conseguido escapar. Mientras la policía intenta agilizar la libertad del reputado chef Keaton, Elizabeth vuelve a desaparecer consiguiendo que todas las sospechas de asesinato recaigan sobre el policía. Pero nuestro sargento cuenta con dos mentes brillantes, la de la inspectora Stephanie Flynn y la empleada, de altas capacidades, de la Agencia Nacional del Crimen, Tilly Bradshaw. No solo son compañeras, son amigas en las que Poe confía plenamente para que lo ayuden a salir de un embrollo que le puede costar la libertad y su trabajo.

El planteamiento de Verano negro es espectacular. El asesino posee una mente totalmente paranoica, de manera que incluso estando en la cárcel logra implicar a todo el que haga falta para llevar a cabo su plan: debe continuar siendo el mejor chef de Cumbria aunque para ello tenga que eliminar a quien pueda impedirlo. Lo que ocurre es que Keaton no se imagina que la mayor red mafiosa de Europa vaya a por él. Hasta que no le quede claro, los lectores continuaremos leyendo en vilo.

La investigación de Poe, Flynn y Tilly es inmejorable, épica, porque, además de demostrar que estamos ante profesionales inteligentes, como los grandes héroes enarbolan la lealtad, la confianza y la amistad en los otros aun jugándose el puesto «Algo cambió en la mirada de Flynn […] —Pues cambiemos las reglas […] ¿y si no jugaban al juego de Keaton? ¿Y si jugaban al suyo propio?».

Creo que la tercera entrega de Poe es El procurador. Tengo que leerla porque además de esperar un nuevo ingenio sangriento, que seguro queda resuelto por las mentes más agudas de la novela negra, la evolución de los protagonistas promete cambios. A Poe se le puede complicar algo su vida familiar, aunque en este segundo caso lo he encontrado menos abrumado; también la inspectora Flynn guarda un as en la manga que ha quedado sin desvelar; y Tilly ha aprendido a controlar sus emociones, aunque nuestra científica preferida sea única y para dejarlo claro, Craven haya debido inventar un término para definir su personalidad «Bradshaw no entendía el concepto de respetar el rango. No, cuando se hablaba de ciencia. Soltó una pedorreta socarrona. […] A van Zyl se le había quedado la misma cara que a cualquiera después de ser bradshawado». Los personajes han evolucionado y se nota, por lo que Verano negro tiene un plus añadido para los que leímos El show de las marionetas.

Me gusta leer a Craven porque además de desarrollar tramas increíbles nos deja con alguna que otra reflexión filosófica. En este caso, queda clara la diferencia entre respeto al superior y miedo a las represalias; entre realizar un trabajo porque es obligación o hacerlo porque queremos ayudar al que nos lo pide, «Ese era el problema de los jefes […], que exigían una lealtad que no se habían ganado […] A la mínima oportunidad de joderlos, lo hacían».

La diferencia laboral existente entre hombres y mujeres también queda expuesta. Poe cae en la cuenta y al hacerlo invita a los lectores a reflexionar sobre el hecho de que, en unos trabajos más que en otros, la maternidad influye en la carrera de casi todas las mujeres. «Sabía que no estaba bien pero la discriminación en ese aspecto existía […] la realidad era que las mujeres que se cogían la baja de maternidad quedaban estadísticamente en desventaja […] se daba por hecho que tenían otras prioridades».

Y, por supuesto, también queda sobre el papel el poder de las redes sociales cuando las manejan quienes las usan para algo más que subir “histories”; en el fondo da algo de miedo porque parece que al final todos estamos controlados, «Ahora que Bradshaw ya tenía un nombre, encontraría a Chloe Boxwich en las redes sociales».

En fin, una novela totalmente recomendable, tanto si se quiere profundizar como si lo que pretendemos es dejarnos llevar por una trama negra con sus momentos de humor regalados, por supuesto, por Tilly, «se enfrascaron en una de esas largas conversaciones unilaterales donde la única contribución de Poe era mantenerse despierto».

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Empecé con ansias escuchándolo en @audible_es y al final me lo he terminado leyendo en digital, porque no podía parar hasta saber qué ocurría.

En esta segunda entrega de las aventuras del inspector Poe, conocemos un caso antiguo de su carrera que se reabre porque aparecen nuevas pistas.
El asesino, un famoso chef de gran reputación, lleva 6 años encarcelado por matar a su propia hija. Cuando la chica aparece viva, se arma un buen lío y se generan muchas dudas sobre la investigación que se llevó a cabo en ese momento.

Me ha gustado bastante, pero siento que ha sido todo mucho más enrevesado que en el primer libro. A veces ciertas cosas me resultaron bastante inverosímiles y muy cogidas con calzador, pero aún así me sigue gustando mucho el inspector principal y el equipo que forma con la analista Bradshaw y la inspectora Flinn.

En breve me pondré con el tercero, porque aunque se cierren los casos, van apareciendo pequeños enigmas que atañen a la vida de Poe y que me gustaría ver cómo se resuelven.

De nuevo vuelvo a encontrarme con Poe y con Tilly, a los que conocí en El show de las marionetas y me encantaron.
En este libro se van a encontrar con un caso de lo más curioso. Un hombre condenado por el asesinato de su hija pero nunca se encontró el cuerpo, aún así Poe sabe que es culpable. Todo se desmorona cuando 6 años después aparece la hija viva y vuelve a desaparecer.
¿Que paso realmente hace 6 años?
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Me han vuelto a encantar de nuevo Poe y Tilly, son buenos por separado y juntos son infalibles, no se les escapa nada, son geniales, y sobre todo Tilly es que es inteligencia, ingenio y genialidad.
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La trama me ha gustado mucho, me ha enganchado desde el principio y el final me ha parecido muy bueno y coherente. Se lee bastante bien y rápido, te deja con ganas de leer más libros de esta saga. Os los recomiendo mucho tanto el primero como este.

Me ha ENCANTADO!
En este libro la trama cambia respecto al anterior, El Show de las Marionetas, porque no sólo tendremos que resolver un caso actual, sino uno que ya estaba, supuestamente, cerrado hace años. Y con el añadido de una cuenta atrás, lo que le da más tensión. Me ha gustado ver todos los pasos pero sobre todo como Poe sabe que cual es su arma más potente para meter a los culpables en la cárcel: la maravillosa Tilly.
Si bien los casos son redondos, lo fuerte de estos libros son sus personajes. Tilly es una amor, Poe es adorable e incluso a la jefa, Flynn, le estoy cogiendo mucho cariño. Y espero que la nueva forense, Estelle, haya venido para quedarse. Su evolución a lo largo de sólo dos libros es de 10.
No se puede hablar mucho más sin destripar la trama, así que simplemente: HAY QUE LEERLO

Washington Poe y Tilly Bradshaw. No sabéis las ganas que tenía de reencontrarme de nuevo con este par de dos y cuánto he disfrutado de "Verano negro", la segunda entrega de una serie que ya tiene cinco títulos publicados en su idioma original. Hoy os hablo de una novela cuya acción, comparada con la de "El show de las marionetas", puede que no sea tan intensa, pero su trama está inteligentemente urdida y es retorcida hasta límites insospechados. Un título para lectores gourmets, y cuando lo hayáis leído me entenderéis.
La hija de un mediático chef, propietario del único restaurante con tres estrellas Michelin del condado de Cumbria, desapareció hace seis años. Su padre fue condenado por asesinato a pesar de que el cuerpo nunca se encontró. La aparición de una prueba irrefutable de ADN confirma que la chica está viva y es entonces cuando la carrera de Poe se tambaleará, porque él fue quien llevó la investigación y puede ser el único responsable de un catastrófico error que mandó a prisión a un hombre inocente. Un error del que jamás podría recuperarse…
"Verano negro" se inicia con un capitulo introductorio muy gore gastronómicamente hablando, no apto para estómagos sensibles. Con solo visualizar en mi mente lo que se estaba gestando en él me entraron ganas de volverme vegana. ¡Y no exagero! Inmediatamente después retrocederemos en el tiempo hasta dos semanas antes de esos perturbadores acontecimientos para adentrarnos en un auténtico page turner, de ritmo marcado a golpe de capítulos de corta extensión y descripciones muy visuales que en un momento determinado se ralentiza, lo justo para que el lector cate un menú de alta cocina y coja así energías para encarar, con mas brío, una historia que lo mantendrá imantado a sus páginas, encajando en su preciso lugar cada una de las piezas para dar respuesta a todas las incógnitas que irán surgiendo conforme la trama avanza. Una trama imbricada a la perfección que cuenta con la intriga adecuada para este género literario y está narrada sin artificios, con una prosa limpia y sencilla en la que todo está dosificado de manera orquestada, con cuentagotas, lo suficiente para impedir que el lector pierda el interés por avanzar hasta saber cómo llegamos al cliffhanger tan emocionante del primer capítulo.
Aparte de las tramas enrevesadas, sello característico de este autor, para mí lo mejor de esta serie es la relación tan especial que se ha ido gestando entre sus dos protagonistas, que en más de una ocasión me han sacado una sonrisa, iluminando un día sombrío. Dos personas muy dispares que forman un equipo que se complementa a la perfección y funciona a pleno rendimiento cuando está bajo presión trabajando para la Sección de Análisis de Delitos Graves, elaborando perfiles y ayudando a atrapar criminales. Poe se aleja de los estándares del detective de las novelas del género, aunque no niego que tiene un lado oscuro. Dejó la policía de Cumbria hace cinco años, pero la búsqueda de un asesino en serie lo obligó a volver. Un tipo taciturno y solitario, tremendamente intuitivo y comprometido con su trabajo. Ahora está feliz siendo sargento, le gusta haberse quitado de encima las responsabilidades que conllevaban su anterior cargo como inspector. Y sin duda, mi preferida es Tilly, ella es única, no se calla y dice lo que piensa sin ser consciente de que puede ofender o escandalizar a su interlocutor. Tremendamente asocial pero divertida e inocente, muy inteligente y ferozmente leal. Su relación con Poe la ha cambiado, le ha dado confianza y no ha dejado de progresar.
Sintetizando: "Verano negro" es una novela de suspense con ritmo marcado y compleja trama que no deja cabo suelto, por lo que puede leerse independientemente. Sin embargo siempre os recomendaré leer las series en orden para no perder detalle de la relación entre sus protagonistas y la evolución de sus vidas. Un thriller con una serie de giros inesperados que se entretejen como una tupida filigrana y que van a transitar por derroteros imposibles, pero donde todo termina encajando de manera armoniosa y sin fisuras, haciéndote desear que se publique cuanto antes la siguiente entrega de la serie, que creo será en el mes de mayo. Un libro que recomiendo porque está destinado a mantener al lector desvelado hasta horas intempestivas, con la firme decisión de detenerse después de "un capítulo más" al que es harto complicado resistirse.

Enlace: https://www.mislecturas.es/2..

Hoy os traigo el segundo libro de la serie de Washington Poe.

En esta historia nos volvemos a reencontrar con Poe y Tilly y un nuevo caso que investigar, también seguiremos con la trama secundaria sobre la historia personal de Poe que conocimos en El show de las marionetas.

La primera parte del libro me ha parecido algo más lenta y me costó un poco adentrarme en la trama pero poco a poco el ritmo va subiendo y nos vamos encontrando un caso principal muy original y angustioso que a medida que avanza nos va despistado y dando algunos giros que hacen complicado averiguar o sospechar algo antes de que se resuelva.

Los personajes me han vuelto a encantar aunque esta vez, Tilly, se me quedo algo más floja que en el anterior libro, era uno de mis personajes favoritos y aquí me falto un poco más. En cuanto a Poe, me ha gustado seguir conociendo su historia y me quedo con ganas de saber aún más sobre ella en los siguientes libros.

En definitiva, una segunda entrega que me ha gustado mucho y me deja con ganas de más.

La segunda parte de El show de las marionetas, también me ha gustado mucho.
Se ve una evolución del escritor, los personajes están mejor descritos, su papel más concreto… pero en cuanto a la trama noto una gran diferencia. En El show de las marionetas el ritmo era vertiginoso desde el principio, en Verano negro la trama es más compleja, pero el ritmo es más lento, aunque va aumentando a medida que se acerca el final. Se ve un libro más trabajado.
El comienzo del libro es angustioso y en el siguiente capítulo ocurre algo que te descoloca. A partir de ahí comienza la historia en el pasado (dos semanas antes), para acabar enlazando con ese principio y resolver el caso.
El mejor personaje de esta entrega: la forense Estelle Doyle y sus rarezas (la peineta, los pacientes frescos, los pintauñas…).

Otra aventura trepidante con el gran Washington Poe, su querido perro Edgar y su compañera Tilly.
Una historia con un psicópata que se cree muy listo. La novela, al igual que la anterior, el show de las marionetas, no decae en ningún momento. Personajes bien trazados, pistas que “despistan”, toda una serie de hechos que te van guiando a través de Poe, para resolver un final de redondo. Si eres fan de la novela negra te encantará la trama y la resolución del caso. Lo recomiendo!