El encuadernador

Hoy os cuento mis impresiones sobre una de las novelas más llamativas entre las novedades literarias de este mes de enero, no solo por su sinopsis sino también por su cuidada edición. La verdad es que la fotografía en la web de la editorial no invitaba a pensar que fuera tan bonita al tenerla en las manos. Y sí, ya sé que lo importante es el contenido, pero no me digáis que no es un gustazo tener entre las manos ediciones que están tan cuidadas y son tan preciosas. Ya os digo que este es uno de esos libros que además de leer se acaricia con placer.

La historia nos sitúa en Inglaterra (siglo XIX más o menos) en una época en la que los libros son objetos temidos que muchos desprecian, otros sin embargo (sobre todos quienes pueden pagarlos) los acaparan con codicia y unos pocos intentan proteger en cámaras cerradas.

La novela comienza presentándonos a Emmett Farmer, un joven granjero que un día una vieja encuadernadora reclama como su aprendiz. Emmett no lo puede entender. Los libros siempre han estado prohibidos en su casa, aunque nunca ha sabido exactamente por qué. Solamente recuerda que siendo un niño tras asistir con su familia a una feria se encontró con un puesto que los vendía. Él jamás había visto un libro y supo que era en eso en lo que se quería gastar los seis peniques que tenía en su bolsillo.

Cuando su padre lo descubrió hojeando el ejemplar se lo arrebató y tras avisarle de que jamás lo quería volver a ver con un libro en las manos, le dio un bofetón. Ahora, años después... ¿Lo envían con una encuadernadora? ¿Por qué? ¿Qué sentido tiene? Quizás esa encuadernadora tenga las respuestas que él busca.

"El encuadernador" es una novela que se divide en tres partes y que se cuenta a través de dos voces diferentes. En la primera parte el narrador es el propio Emmett, con él llegaremos a casa de Seredith, la encuadernadora y allí, al igual que él, descubriremos que lo que realmente se encuadernan son los recuerdos que la gente quiere olvidar, aquello que les hace sufrir, pero siempre deben acudir a un encuadernador por propia voluntad y tras encuadernar ese terrible recuerdo, mientras el libro no sea destruido, la memoria de quien olvidó seguirá a salvo.

Al principio a Emmett le cuesta asimilar lo que Seredith le dice. Empezaba a verla como la bruja que muchos piensan que es, una bruja que robaba el alma de las personas que llegaban a verla. Solamente había que fijarse en el estado en que eos "clientes" llegaban (normalmente alterado) y en el que se marchaban (mucho más "manso") después de haber hablado con ella.

Emmett no sabe si será capaz de hacer el mismo trabajo que Seredith por más que ella le dice que será un gran encuadernador. Desde que llegó a su casa se ha limitado ha hacer muchas labores relacionadas con la encuadernación (hacer guardas, rebajar la piel, rematar con el gofrado...) pero ¿cuando será él el receptor de los recuerdos que la gente quiere olvidar? Un día se presenta en el taller un oscuro personaje, Lucian Darney que se comporta de una forma muy extraña y poco después algo ocurrirá que cambiará el rumbo de su vida y como dice la sinopsis descubrirá un libro que lleva su nombre, pero... ¿qué es lo que ha olvidado?

La segunda parte de la novela está narrada también por Emmett y nos llevará a un tiempo anterior al de la primera parte del libro y como es una parte muy importante de la novela prefiero no desvelar nada.

En la tercera parte del libro, cambiamos de narrador y nos encontramos con Lucian Darnay, que con su historia acabará resolviendo todas las dudas y cosas que han ido quedando pendientes tras leer las dos primeras partes de la novela.

"El encuadernador" ha sido una novela que me ha gustado mucho y que me ha parecido muy original, pero ¡ojo! porque si buscais una novela de corte "fantástico", lo mismo te llevas un buen chasco. Lo más fantástico aquí es la utilidad de los libros y como se elaboran, poco más. No hay brujas, ni hechizos y nadie vuela, así que avisados quedáis.
Es cierto que ha sido una lectura en la que me ha costado un poco entrar, sobre todo porque al principio estamos tan perdidos como el propio Emmett. Son muchas las preguntas que se hace y pocas las respuestas que recibe, pero si tienes un poco de paciencia, una vez superado ese primer tramo algo confuso, entramos de lleno en una historia de la que yo personalmente he disfrutado mucho.

Además una de las cosas más interesantes que plantea el libro es si es o no ético encuadernar recuerdos que en principio es cierto que sirven para aliviar el dolor de una persona, pero también pueden convertirse en el objeto que más codicia otra.

¿Os imagináis qué pasaría si por ejemplo tu "enemigo" consigue acceder a aquello que a ti más te duele? ¿Y si alguien infligiera mal a otra persona constantemente y la obligara a acudir a un encuadernador para volver a empezar a hacerla sufrir de nuevo como si fuera la primera vez?

Por eso los libros encuadernados deben permanecer en una cámara a buen recaudo, salvo que el encuadernador sea un sinvergüenza que venda al mejor postor lo que otros le han contado.

Como veis, si habéis llegado hasta aquí, a mí me ha gustado mucho la novela, a pesar de esas primeras páginas. Me ha resultado una historia muy original, me ha gustado cómo está escrita, me han gustado los personajes que la habitan, sobre todo Emmett. También me ha gustado la historia de amor que habita entre sus página y de la que sí, efectivamente, no os he hablado y me ha gustado que todo girara alrededor de los libros, aunque en esta ocasión fuera una historia de libros muy diferente.
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Esta ha sido una lectura que me ha sorprendido gratamente. Llegué al libro casi por casualidad y creo que estará en mi to de lecturas de este año. Aunque es una historia de amor con tintes de fantasía es delicada y la escritora ha demostrado tener una gran habilidad para hablarnos de sentimientos. Además algo que me ha sorprendido es que tenemos tres narradores, dos en primera persona y uno omnisciente, pero está lelvado con tal maestría que sorprende gratamente.

Es una historia dulce y apasionada que remueve sentimientos. al menos a mí, que por lo general las historias de amor no me gustan, me ha sorprendido gratísimamente y estoy deseando leer algo más de la autora.

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Emmet Farmer recibe una misteriosa carta que le cita a incorporarse como aprendiz de encuadernador. Es una profesión que despierta miedo y superstición en su entorno porque los libros están prohibidos, pero al ser un humilde campesino no tiene otra opción que abandonar la granja familiar y aceptar su destino.

En la casa de su maestra aprenderá a elaborar libros que, más allá de sus preciosos acabados, son tomos mágicos: conservan los recuerdos y secretos que las personas quieren olvidar por una u otra razón. Esos libros quedan guardados con llave en una cripta, bajo su taller.

“El encuadernador”, de Bridget Collins, es un libro que me ha despertado sentimientos encontrados. Esperaba un libro de fantasía en el que se nos explicara el origen y funcionamiento de la encuadernación, pero esta premisa es solo una «excusa» para narrarnos una historia de amor.

La historia está dividida en tres partes. La primera nos presenta a Emmet y nos da pinceladas de lo que es el trabajo de encuadernador, aunque no nos desvela prácticamente nada de cómo funciona, ni por qué solo unas cuantas personas lo pueden realizar.

La segunda nos muestra cómo era Emmet antes de convertirse en encuadernador. Nos habla de su vida, de su forma de ser, de su familia y también de cómo conoció al amor de su vida. Un amor abocado al fracaso porque rompía demasiadas barreras en la época en la que transcurre esta historia.

De la tercera parte lo único que puedo contaros es que nos muestra el lado más cruel de la encuadernación. Porque, a priori, es una idea magnífica poder borrar de nuestra mente y de nuestro corazón aquello que nos duele, pero como podéis imaginar no es oro todo lo que reluce.

¿Me ha gustado el libro? Sí, pero con matices: como os comentaba antes, me he quedado con ganas de saber más sobre los encuadernadores; la historia, además, merecía un final menos abierto. Cierto es que cada uno puede elegir el que quiera, pero después de lo mal que lo pasa la pareja, me hubiera gustado saber y no imaginar, cuál sería su futuro.

Obviando esos detalles, la historia es bonita y me ha tenido encandilada de principio a fin.

El encuadernador es una mezcla perfecta de un relato fantástico y una historia de amor. Respecto a esto último, tengo poco que decir. No suelo leer novelas románticas, pero esta es una historia que engancha, sobre todo a partir de la segunda parte del libro; la primera parte es un poco más lenta, pero merece la pena. Y respecto a la parte fantástica, me ha parecido una historia muy original. Que puedan borrarte los recuerdos y convertirlos en libros, como si fueran novelas y que, además, esos libros se vendan... Todo ello tiene unas consecuencias éticas y morales que me resultan del todo interesantes y que la autora plasma de manera magistral.
Solo hay un pero en toda la novela y es que la historia termina de una forma algo abrupta. Me gustaría poder leer sobre el mundo de después, sobre cómo los protagonistas afrontan el futuro, o cuáles son las consecuencias de sus actos. Me hubieran gustado unas páginas más.

La historia de esta libro no es mucho lo que uno podría esperarse después de leer la sinopsis, está dividido en tres partes: una primera en la que es todo lo que uno que coge el libro se espera de primeras, la vida del encuadernador, cómo funciona ese trabajo, un ambiente sombrío e historias un poco escalofriantes en relación con el trabajo que se realiza; después en la segunda parte la historia da un giro argumental bastante grande para dejar de ser una historia de fantasía para convertirse... sin entrar en terreno de spoilers, en una novela Young Adult, y puede llegar a ser un poco decepcionante si lo que uno quiere es fantasía; para finalmente acabar en una tercera parte donde ambos aspectos se unen para darle un final a la historia, que realmente ni siquiera me ha terminado de convencer porque hay demasiados cabos que quedan sueltos.

Ahora bien, voy por partes. el inicio se me hizo un poco pesado, la manera en cómo la autora introduce al lector en el mundo del "encuadernamiento" es un poco densa, sombría y oscura. No puedo negar que me haya encandilado la forma de escribir, porque consigue poner los pelos de punta el ambiente de la historia y toda esa oscuridad que rodea al protagonista, sus dudas acerca de qué es lo que conocen los demás sobre sí mismo, pero no él. Así que, aunque haya avanzado de manera lenta, quiero destacar que, en general, me produce una opinión neutral, tiene sus claroscuros, pero es muy interesante. Quizás la pena es la poca profundidad que se le da al trabajo de encuadernador, lo poco que nos dejan entrever y también la inutilidad que aporta uno de los personajes, el cual pensaba que iba a ser importante para la historia, pero su "protagonismo" acaba demasiado pronto y es una pena, porque creo que podría haber dado mucho de sí mismo.

Luego llega la segunda parte, el plot twist es bastante grande porque el lector no se espera ese "cambio de género" que hace la historia, el trabajo de encuadernador y, por tanto, los tintes de fantasía, quedan relegados a un segundo plano muy muy lejano. Me ha gustado porque la forma de escribir de la autora deja de ser tan densa y la historia fluye con mucha facilidad. No sé si será así porque no he visto el resto de libros que tiene publicados, pero me parece que la autora se sienta más cómoda en el género Young Adult más que en la fantasía. Por tanto, no puedo negar que haya disfrutado de esta parte, del verdadero nudo de la historia. Los personajes me han gustado, aunque a veces cometen algunas acciones realmente irritantes, pero no puedo negar que las cosas que suceden tienen todo su sentido porque el hilo que les conduce son los sentimientos.

y, finalmente, se llega a la tercera y última parte donde ambos "mundos" colisionan y se supone que se llega a un desenlace en la historia, pero me ha sabido a muy poco. La tercera parte se alarga para que todo vaya despacio, para que no avance de forma precipitada, pero finalmente cuando llega el verdadero desenlace, en apenas unas cuantas páginas, todo llega a su fin, dejando muchos cabos sueltos y un final abierto dejado a la imaginación. Aun sigo sin comprender las razones que llevan a actuar a algunos personajes secundarios de la manera que lo hacen, ni tampoco la multitud de acciones y personajes que han aparecido y que parecían tener importancia, pero luego la pierden por el camino. No sé, siento que la autora se ha centrado demasiado en la relación y ha dejado completamente fuera del mapa el resto de aspectos que, si se hubiesen tratado bien, podrían haber creado una historia de fantasía muy interesante, dejando la otra trama un poco más alejada.

Emmett Farmer es un joven granjero que, tras enfermar de una extraña dolencia, es requerido por carta por Seredith, la encuadernadora de las marismas para que sea su aprendiz. A pesar que no es lo que él había esperado para su futuro, no le queda otro remedio que irse a su casa. Ella es una persona mayor y un tanto huraña, algunos la temen, muchos la odian pero en el fondo la necesitan, y lo mismo pasa con su profesión, que está rodeada de supersticiones y perjuicios, así como los libros....que son odiados y queridos a partes iguales.
Emmett desconoce todo esto, y lo único que siente es fascinación por los libros, hasta que aparece Lucian Darnay tratándolo de la peor manera posible. Por qué? Que secretos esconde la profesión de encuadernador? Qué es lo que Emmett ignora y Seredith parece saber? Por qué este hombre que no conoce le trata asi? La verdad ir más allá sería hacer un destripe en toda regla de la historia así qué para averiguar más cosas no os queda otro remedio que leer el libro.

La pluma de la autora es muy fluida y, cuando llega el momento, se convierte en adictiva aunque, si bien es cierto, para algunos podría considerarse que la primera parte sea un pelin lenta, aunque para mi gusto personal, no ha sido el caso. La historia está dividida en tres partes, todas escritas en primera persona desde el punto de vista de los personajes principales, lo que te lleva quizá a acercarte más a la historia y empatizar con los personajes, dada su situación.
Cabe mencionar que la segunda parte nos lleva al pasado, y nos sirve para despejar algunas incógnitas de la historia y entender lo que llevamos leído hasta ese momento, aunque también hace un giro de 180° y, lo que yo esperaba que fuera la trama, deja de serlo para mostrarnos otra historia tontamente diferente e inesperada (sobretodo en mi caso que no leí la sinopsis e iba a ciegas....cosa que recomiendo bastante por cierto). al ser, aparentemente una historia autoconclusiva, la tercera parte nos trae de nuevo al presente para llevarnos al desenlace de la historia, con unas ganas de seguir leyendo muy altas y deseando que todos los misterios y tramas se resuelvan....de alguna manera.

Cabe destacar que me sorprendió que tocara los temas que toca, teniendo en cuenta que la historia está ambientada en una época pasada, y siendo estos bastante duros, tanto en la época en la que podría situarse la historia, como en la época actual. Quizá también por ello necesitaba seguir leyendo para saber como iba a concluir la autora la historia.

La verdad, no era la historia que me había esperado encontrar, y me ha faltado quizá que ahondara más en la magia de la encuadernación, y en el porque de algunas cosas, aún así y a pesar del final (que tendréis que leer) he de decir que me ha gustado bastante la historia.

Cuando leí la sinopsis de este libro sospeché que su gran potencial podía encerrar una historia interesante. Y así fue, desde las primeras páginas hasta el final, me he mantenido enganchado al libro, deseando tener oportunidades para continuar leyéndolo.

La trama en sí misma resulta muy atractiva, y se va desvelando con un ritmo ideal, que juega con mantener ciertos aspectos ocultos, y, a la vez, crear hipótesis de por dónde pueden ir las cosas.

La escritura es fresca, con descripciones detalladas del proceso de encuadernación que te sumergen en cada una de las situaciones que transcurren.

Los personajes no parecen creados, sino personas dejadas a su libre albedrío comportándose naturalmente. Lo cual me parece una gran muestra de la limpieza con la que se manejan.

En cuanto a la edición, no podía ser mejor. Ha sido todo un acierto la elección de esta portada para esta gran historia.

El libro se divide en tres partes, en la primera veremos como Emmet Farmer (el protagonista) sufre de fiebres extrañas lo que hace que en su casa de muchos problemas y a la vez Seredith (la encuadernadora) lo llama para ser su aprendiz a pesar de su enfermedad, por lo que los padres deciden enviarlo con ella aunque no les guste esa profesión. En la segunda donde conocemos la vida de Emmett antes de enfermar. En esta parte se produce en giro total en la historia que me encanta y a la vez me cabrea, pero no quiero explicar más para no spoilear. En la tercera partes desarrollará todo el final y se descubrirá la verdad.
La autora ha desarrollado una historia con muchos detalles los cuales te hacen disfrutar totalmente de la novela y percibir todos los olores, disfrutar de todos los paisajes y sentir lo que los personajes sienten.

He sufrido con una primera parte que te va dejando pistas para que las recojas, lloré en la segunda por la historia del hombre incomprendido y en el tercero he amado, me he indignado, odiado y liberado ante todo lo que va ocurriendo mientras tres voces te cuentan este bello tesoro. EL ENCUADERNADOR, para mi ha sido una obra mucho más allá de la fantasía, es la historia de un hombre que amó, que ama y que en su alma grita por estar en paz. Te habla de prejuicios contra una profesión, contra una forma de amar, de hipocresía egoísta a la vez, te habla de pureza y de honorabilidad, por lo que me ha encantado ver los extremos de esta hermosura que tiene tantas cosas como la vida misma y que seguro que te va a encantar.
Bridget Collins realmente me ha dejado sin palabras, tiene tal ligereza en su pluma que no me enteré que me estaba terminando la obra hasta ese final y me dejó satisfecha, pero con ganas de probar más de ella, así que aguardo que seguro llegará en el justo momento ¡Feliz lectura!
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Todo libro que tenga que ver con libros me gusta. A pesar de que la fantasía no entre dentro de mis gustos literarios preferidos, siempre me apetece abrirme a diferentes campos y este libro tenía algo que le hacía especial, El encuadernador.

Esta novela es una historia que debe ser leída sin apenas saber nada. Por eso, voy a intentar no desvelar nada que no deba. Comienza con la historia de Emmett, un chico que acaba de sufrir una enfermedad muy grave que casi le cuesta la vida. Esto le ha supuesto que su familia haya hecho un acuerdo con una vieja encuadernadora: será aprendiz de una profesión llamada encuadernación. Este trabajo conlleva mucho sacrificio y dolor, y cuando Emmett descubre exactamente qué hacen los encuadernadores no cree que él pueda hacer aquello. Así comienza esta historia que dará un giro de ciento ochenta grados sin apenas darnos cuenta.

La historia se centra en encuadernar. Sabemos que ese trabajo entraña algo raro, pero no sabemos bien qué es, lo cual genera mucha intriga e inquietud. Cuando averiguamos de que se trata exactamente, la trama se vuelve mucho más oscura: ¿querríamos olvidar para siempre el dolor que nos causa ciertas situaciones? Pues esta pregunta estará rondando continuamente nuestra cabeza y nos estaremos preguntando si es mejor o peor conocer o no ciertos detalles y secretos de nuestra propia historia. La novela crea una gran reflexión sobre este tema y me ha parecido acertadísima y muy original toda la trama. ¿Qué son los libros, historias inventadas o historias verdaderas? ¿Qué pasa con los recuerdos olvidados? Nos adentra a un mundo muy emocionante, pero a la vez desconcertante, dudando y cambiando de parecer a medida que avanzamos en la historia.

Los personajes de la novela son muy poquitos, dos personajes principales y un par secundarios. Emmett es el gran protagonista y es uno de los narradores de la historia. Él es el que comienza la historia contándonos su llegada a la casita de la encuadernadora y como por fin cumple con su destino: ser encuadernador. La segunda persona que narra la historia es Lucian… y ¿quién es Lucian?. No diré quién es, ni qué nos cuenta, solo diré que nos cuenta su historia y nos sorprenderá mucho esta visión narrada desde su visión. Y si hay un protagonista que siempre permanece en la trama es el libro o los libros. Estos son tratados de una forma diferente en el mundo que la autora ha creado: los libros son puros, con muchos sentimientos en ellos, son valiosísimos, pero a la vez son clandestinos, muy intensos, llenos de secretos, y mucho dolor… ¿qué hay de verdad en ellos? Habrá que descubrir por qué son así.

La historia tiene una gran ambientación. La autora usa una prosa elegante, minuciosa y muy cuidada consiguiendo una trama rica en detalles y descripciones, logra así, una excelente y oscura atmósfera, pero a la vez hace que la historia tenga un ritmo algo lento, sobre todo en la primera parte. En esta, se centra en ciertos detalles insignificantes para mí y ha hecho que esa primera parte sea demasiado introductoria y tediosa. Es verdad que en la segunda parte, hay un giro de tuerca monumental, y nos cuenta una trama nueva y emocionante rescatando un mayor ritmo, para luego tener un desenlace lleno de acción, emoción y tensión. Todo esto lo rodea una conmovedora historia de amor entre dos personas muy alejadas entre sí, pero destinadas a encontrarse. No esperaba algo así y me ha enternecido como el amor vence ante las adversidades y las tragedias que se encuentran.

Una novela que es difícil de catalogar: fantasía, metaliteratura, romántica, drama, intriga. Tiene muchos ingredientes para fascinar al lector, como finalmente y poco a poco ha conseguido en mí. Pero es difícil recomendar este tipo de libros. Es un libro denso, con mucha narración y muy detallada, viendo en pantalla las escenas sí, pero llena de ese realismo mágico que a mí me encanta encontrar, pero sé perfectamente que a muchos no y por eso no es un libro que recomiendo a todo los lectores. Pero si no tienes miedo de ello, adelante: es una historia de amor increíble, de una gran amistad, de traiciones, secretos, y de confianza, de miedos y de superación. Una historia donde el destino tiene mucho que decir, y donde los libros tienen un poder irracional y mágico. Además, el libro en sí, es precioso, tiene una edición y una encuadernación preciosas, muy cuidadas, un gusto tener un libro así... Terminando, repito que tiene una reflexión moral muy original, sorprendente y en definitiva, es un libro lleno de sentimientos de todo tipo.
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