El encuadernador es una mezcla perfecta de un relato fantástico y una historia de amor. Respecto a esto último, tengo poco que decir. No suelo leer novelas románticas, pero esta es una historia que engancha, sobre todo a partir de la segunda parte del libro; la primera parte es un poco más lenta, pero merece la pena. Y respecto a la parte fantástica, me ha parecido una historia muy original. Que puedan borrarte los recuerdos y convertirlos en libros, como si fueran novelas y que, además, esos libros se vendan... Todo ello tiene unas consecuencias éticas y morales que me resultan del todo interesantes y que la autora plasma de manera magistral. Solo hay un pero en toda la novela y es que la historia termina de una forma algo abrupta. Me gustaría poder leer sobre el mundo de después, sobre cómo los protagonistas afrontan el futuro, o cuáles son las consecuencias de sus actos. Me hubieran gustado unas páginas más. |