El encuadernador

No me esperaba este libro, tiene un argumento de lo más original y ahí lo dejo que os desarrollo destripo parte de la magia.
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Le cuesta un poco empezar, pero una vez superada la barrera de las 50 páginas es un no parar.
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Este libro te sorprende, por el argumento, la autora ha creado un mundo que da para película y para una saga. Pero he de decir que si se acaba aquí lo deja en todo lo alto como una señora.📚
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Bridget Collins, británica, nos narra en este libro una historia que, en mi opinión, resulta bastante original. Trata sobre la profesión de un encuadernador, quien pretende recoger los recuerdos de una persona sobre papel, borrándose de la memoria de su dueñx.

Los personajes son muy particulares. No han sido creados para caer bien o mal, sino para introducirte aún más en la historia. Cada unx con su personalidad y su carácter, te empujan a conocerlos con una gran sensibilidad.

El lenguaje que utiliza la autora es culto, aunque perfectamente cotidiano y comprensible, empleando con ello un estilo narrativo muy cuidado, siempre en primera persona y en el momento presente.

La ambientación también es buena, pues he pasado tanto frío como los personajes solo de imaginarlo.

Sin embargo, entrando en mi opinión personal, creo que tenía demasiadas expectativas con este libro. Empieza muy bien, posando un aura de misterio muy intensa sobre todo lo que ocurre y los personajes que protagonizan la historia de forma inicial. A medida que fui avanzando, perdí un poco el hilo de la narración, no entendía muy bien que estaba pasando, aunque me volví a ubicar pronto. Entonces comprendí que se acercaba la resolución de la historia, la cual considero con un nivel bastante por debajo que su comienzo. Mi disfrute con el libro ha ido en descenso todo el tiempo, salvo algún pico de aumento, pero solo de forma temporal.

Le doy tres estrellas porque considero que la idea base sobre la que se construye esta historia es magnífica, pero todo lo demás queda bastante por debajo.

Antes de empezar, debo deciros que estoy muy contenta de haber resistido la tentación y no ponerme e leer opiniones diversas sobre este libro antes de leerlo yo misma. Hay algunas cosas que he leído en algunas reseñas que yo considero spoilers pero que lo dicen como si no fuese nada en especial y, sinceramente, si lo hubiese sabido antes de ponerme a leer el libro habría perdido gran parte de su emoción. Dicho esto, ¡empezamos!

El Encuadernador es una novela de la que últimamente seguro que estáis oyendo hablar mucho por redes sociales y ya os digo que no es para menos. Empezando por el exterior, tiene una edición muy cuidada, da gozo verla. de tapa dura con sobrecubierta, con unas guardas a color y unas páginas interiores que evocan a los libros antiguos, el único detalle que he echado en falta es que los principios de capítulo lo hagan con una letra capital.

Una vez se empieza a leer... es una novela que sorprende muchísimo. No esperaba ni ese aire tan oscuro que adquiere desde el principio, ni los giros que va metiendo en cada una de las tres partes, ni siquiera la historia de amor que te atrapa cuando menos te lo esperas. Diciéndolo de forma breve: Ha sido una novela que me ha sorprendido para bien.

En esta novela la autora nos transporta a una Inglaterra algo peculiar de quizás el siglo XIX. En este lugar los libros son objetos despreciados por todo el mundo y relacionados con algo peor a las desgracias o maldiciones. Estos están prohibidos en su gran mayoría, aunque ya se sabe que al prohibir algo siempre hay gente que se lucra de ello ya sea traficando con ello o coleccionándolo de forma clandestina. Los libros son llevados a cabo por encuadernadores, un oficio poco respetado pero aun así existente.

Dividido en tres partes, es un libro que empieza siendo un poco introductorio pero muy muy interesante, pasa a una segunda parte en la que empiezan a aparecer muchos misterios y dudas pero también unas cuantas respuestas muy buscadas y al final da paso a una tercera parte del todo inesperada que carga la novela de muchos sentimientos, dando un giro a todo bestial.

Como punto positivo, debo decir que el no saber qué iba a depararme la novela me ha ayudado mucho a quedarme más prendada de ella y a adentrarme en una historia que me ha resultado atrayente a la par que emotiva.

En su contra sí que debo decir que me hubiese gustado mucho que la autora profundizara en el oficio de encuadernador porque se ve muy muy interesante, aunque no es que me queje, porque lo que ha hecho en cambio me ha parecido bien.

También me han faltado páginas al final, aunque eso puede ser tanto positivo como negativo. Positivo porque ahora puedo imaginarme que va a pasar todo lo que yo quiera y negativo porque no puedo leerlo para asegurarme. Aun así ha sido una muy buena lectura, ¡no esperaba que llegase a gustarme así!
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Aunque no era lo que tenía Emmet en mente para su futuro, finalmente se ve obligado a hacerse aprendiz de encuadernador. Descubrirá entonces que no todos los libros narran meras historias ficticias, sino que muchos de ellos contienen los recuerdos de personas que quisieron olvidar...
Y Emmet verá su propio nombre en uno de esos libros.
Debo reconocer que con esta premisa me esperaba una historia bastante diferente. Quizás algo más fantástico... Y no una historia de amor y ya (que bonita es, ojo).
Antes de adentrarme en la crítica, he de decir que este libro no es para mí.
Con una narración detallada nos vamos a sumergir en la vida de nuestro protagonista. Aprenderá lo que es en realidad la encuadernación y la cantidad de secretos que esconden los libros. Algunos de los cuales tienen que ver con él.
En la segunda parte del libro conoceremos parte de la historia pasada de Emmet. Si la primera ya se me hizo lenta aunque tenía esa intriga por todo el tema de la encuadernación, esta, aunque nos da a conocer a este personaje a su familia a mí se me hizo muy tediosa.
Y en la tercera encontramos un cambio de narrador que si bien lo que pretende es adentrarnos en otro personaje, conmigo no consiguió hacerlo.
La narración está muy bien, con buenas descripciones. Y la historia en si es hasta bonita y a ratos intrigante.
Pero como digo esta historia no es para mí... Por lo que no he podido disfrutarla como otras personas.
Igualmente os lo recomiendo.

Una historia conmovedora y original con un amor que es capaz de traspasar los límites. 2,5/5.

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Este es uno de esos libros que cuanto menos sepas, mejor porque entonces entra en juego el factor sorpresa y te rompe todos los esquemas. En cierto modo, eso es lo que me ha pasado con este libro, ya que pensaba que se centraba en la magia y fantasía y luego ha ido por otros derroteros que, contra todo pronóstico, me ha encantado.

La nota distintiva de esta novela es el factor sorpresa. Es cierto que al principio pensaba que se centraría más en la magia, pero no me ha decepcionado en absoluto porque la historia que nos cuenta Bridget Collins es tan bonita, sufrida y maravillosa que al final ese aspecto se quedó en un segundo plano. La verdad es que la autora me ha hecho experimentar muchísimas emociones con la forma tan peculiar de contarnos la historia y ese amor imposible que te va exprimiendo el corazón.


Me ha sorprendido muchísimo el estilo narrativo de la autora por su delicadeza a la hora de transmitir tantos sentimientos y melancolía, a la par que me ha dejado perpleja con los cambios de narradores, saltos en el tiempo y perspectivas. Además, también he disfrutado de esa doble moral que nos deja esta historia, invitándonos a reflexionar sobre el poder de la mente, los remordimientos y los límites que sobrepasa el ser humano de forma mezquina y deleznable.

En definitiva, El encuadernador es una novela sorprendente y apasionante tanto por su historia repleta de giros inesperados como por la sensibilidad de la pluma de su autora. Un libro que no es lo que parece, pero que deja huella.
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Bridget Collins nos sorprende gratamente con una historia para adultos, un público diferente al que está acostumbrada a dirigirse tras once novelas, muy original en la que los libros y los encuadernadores son sus protagonistas.
Con ciertos toques de fantasía, giros sorpresivos y envuelta en un aura mística, la autora, logra mantener el interés del lector en la trama pese a que los personajes son más bien planos y se encuentran poco trabajados, lo que se traduce en una ausencia de empatía por ellos. del mismo modo, se puede contemplar la novela como un conjunto de vicisitudes que Emmett debe superar al más puro estilo de los cuentos.
La esmerada narrativa de la autora, rica, cuidada y fluida, así como las detalladas descripciones lleva a descubrir unos ambientes muy reales de una época indefinida, aunque cabe destacar que, en ocasiones son poco relevantes en ciertos momentos dado que sobrepasan a las acciones haciendo más denso el libro.
La historia está plagada de altibajos llegando al punto de la linealidad en diversas ocasiones, principalmente en el primer tercio del libro en donde el lector conocerá a los personajes y la situación en la que se hallan. Si bien la trama no tiene un culmen, y lo predecible reina a partir de un punto en la lectura, el misterio y la intriga que la rodea incita a continuar con la lectura y conocer con más detalle sobre la confección de los libros y el oficio de encuadernador, incluso hasta de los más perversos usos que se les dan al guardar en ellos los secretos.
A partir de la narración contada desde el punto de vista de Emmett, en las dos primeras partes y Lucien, en la tercera, se puede vislumbrar cómo los saltos narrativos se justifican para dar mayor originalidad a la historia y crear mayor expectativa. A pesar de ello, debo confesar que este recurso empleado no me ha llegado a satisfacer demasiado dado que, en mi opinión, cambia por completo el rumbo de la novela, la historia central se pierde, y los personajes cambian aparentemente de personalidad.
Destacar que la historia se encuentra llena de metáforas relacionadas con la memoria, el pasado, los vínculos, los errores, el valor de los recuerdos o la moralidad que consiguen una profunda reflexión en el lector.
En mi opinión, la idea que impregna la trama de "El encuadernador" es muy original y diferente a todo lo que se ha escrito hasta el momento, aspecto que es de agradecer entre la multitud de libros que se publican actualmente con premisas similares, sin embargo, la autora no ha sabido explotarlo en su totalidad. Considero que ha querido abarcar demasiado, dejando los aspectos más interesantes, como la misión u oficio del encuadernador, en un segundo plano y dejando al lector con un sentimiento de vacío a pesar de que el enfoque sorprendente. Es por ello que se debería haber enfocado en una sola idea y reducir páginas de esta novela, considerando, convertirla en una bilogía. Algo que no descarto debido a su final semiabierto.
A pesar de todo lo descrito, es un libro que he disfrutado y me ha sorprendido considerablemente debido a su innovación y la temática que lo envuelve.
Es de agradecer la bellísima presentación del libro, una encuadernación extraordinaria, muy elegante y cuidada acorde sin duda con la temática. Encuadernación que sin duda provoca un mayor interés del lector.

En conclusión, "El Encuadernador" es una historia llena de drama, magia, amor prohibido, secretos y oscuridad contada de forma maravillosa y con una premisa sorprendente con la que el lector no se sentirá decepcionado.

Nos encontramos con una historia con tintes de fantasía y misterio, que oculta un romance como ningún otro.

Emmett es en apariencia un chico normal, que vive y trabaja en la granja familiar, o al menos lo hacía hasta que recibe una carta, ha sido seleccionado para ejercer de aprendiz de encuadernador. Hasta aquí todo podría ser normal, si no fuese por la reticencia que sus padres tienen a los libros, lo cual desconoce...

Al llegar a su nuevo hogar, Emmett aprenderá el nuevo oficio y descubrirá que es en verdad ser encuadernador. Encuadernar consiste en retirar recuerdos de las personas que así lo desean y plasmarlas en un libro, de forma que esa persona pueda vivir libre de esa carga y olvida hasta que ha sido encuadernado, es por eso que Emmett se sorprende al descubrir que él mismo lo ha sido.

Es una historia que me ha encantado desde el primer capítulo. Me ha enganchado hasta el punto de que siendo una lectura conjunta necesitaba leer más y en algún momento he leído más de lo que tocaba...

He disfrutado con los personajes principales, con como se va entretejiendo todo y lo descubres poco a poco, en como te sorprende por donde te conduce la autora. Sin duda es un libro que recomiendo y que considero merece un oportunidad.

Nos encontramos ante un libro que está dividido en 3 partes. La primera parte es muy introductoria y donde conocemos a los protagonistas y entendemos de que se trata el oficio del encuadernador. También en esta primera parte ya van surgiendo enigmas que conoceremos a lo largo del libro. En la segunda parte del libro conocemos la historia previa y entendemos más a fondo la relación que hay entre cada personaje de esta historia. Para mi , ha sido la mejor parte del libro. La tercera y última parte del libro , la narra otra vez y volvemos al presente. Es un libro lleno de magia y de amor. Y aunque me ha faltado que profundizara más en la profesión del encuadernador , me ha parecido muy original.
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Últimamente he visto este libro en varios blogs, y entre la edición tan preciosa y el argumento había llamado mucho mi atención, así que no pude resistirme a leerlo.



En el mundo que ha creado la autora, la gente paga a los encuadernadores para deshacerse de recuerdos especialmente traumáticos, con los cuales no pueden cargar. Estos encuadernadores se encargan de extraerles esos recuerdos, previo consentimiento de los afectados, y de adornar y custodiar esos libros; si se queman; la memoria de la persona recuperará aquello que quiso olvidar.



La verdad es que todo esto me pareció muy interesante, y de hecho fue lo que me animó a leer la novela. Sin embargo, me ha sorprendido la escasa importancia que tiene; en más de cuatrocientas páginas, Emmett tan solo realiza una encuadernación, y eso que se dedica a ser encuadernador.

Bridget Collins nos introduce lentamente en el meollo de la cuestión: habla de la enfermedad de Emmett, su vida en la granja familiar y lo que supone que una encuadernadora le llame como aprendiz, cuando ha sido enseñado desde pequeño a odiar los libros, por mucho que no conozca la razón.

Sin embargo, cuando la cosa empieza a ponerse interesante y Seredith, la maestra del protagonista, decide desvelarle el misterio que esconden los libros y la verdad sobre su enfermedad tan repentina, ocurre algo que Emmett vuelva a cambiar de vida. al poco de que el chico se instale, otro acontecimiento provoca que volvamos a estar donde el principio, y tengamos que leer más sobre el desarrollo del mundo y la historia del protagonista.

No es que sea un libro malo, pero nos habla mayormente de los personajes, y el tema de los libros solo sirve como telón de fondo, careciendo bastante de importancia.



El estilo es bastante lento, pero creo que es necesario para la historia; El encuadernador no es un libro para leer de una sentada, sino que hay que avanzar con él poco a poco.

Me ha gustado esa forma de narrar; la autora crea bastante intriga, y te va metiendo lentamente en la historia. Creo que esa lentitud a la hora de escribir le va bastante bien a la historia.



Los personajes evolucionan mucho según van descubriendo cosas, y las distintas relaciones entre ellos también van cambiando. Otra cosa no, pero la autora ha profundizado mucho en la descripción del mundo y de los protagonistas, y eso está muy bien.



El encuadernador no ha sido una mala lectura, pero tampoco ha sido lo que yo imaginaba; donde yo imaginaba mucha fantasía, que podría haber dado lugar a algo super oscuro y muy guay, Bridget Collins nos habla mucho de los personajes y la ambientación.

No voy a decir que haya sido una decepción, porque tampoco, pero me hubiera gustado encotrarme con otra cosa.
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La fantasía de la historia promete, pero la promesa se pierde en el desarrollo de un argumento que al final resulta más centrado en lo amoroso que en lo fantástico. Más allá del tema, la novela promueve la aceptación moral de la quema de libros, ignoro si a propósito o sin querer.