Cartas sobre la mesa

Agatha es una de mis autoras favoritas y con sus libros me inicié en la novela policíaca, he releido sus libros más de una vez y en esta ocasión le tocaba a Cartas sobre la mesa.

Aunque la novela me ha gustado, me esperaba mucho más de ella, sobre todo teniendo en cuenta, que aquí junta a 4 de sus grandes protagonistas, el superintendente Battle, el coronel Race, la escritora Ariadne Oliver y Hercules Poirot.

Me ha parecido que la intervencción de estos personajes ha sido muy desigual, el que menos aparece es el coronel Race, Ariadne Oliver y Poirot, casi en la misma medida, y yo he echado de menos, más de las células grises del belga y el en mi opinión el que más protagonismo tiene es Battle.

A pesar de haber leido la novela anteriormente, no recordaba casi nada de ella, y eso no es habitual, suelo recordar bastantes detalles y a pesar de ello, las disfruto igual, pero en esta ocasión estaba totalmente despistada con lo que había ocurrido en realidad.

La trama es muy adictiva, 8 personas son invitadas a comer por el señor Shaitana, 4 de ellas son "investigadores" y luego otras 4 personas, son "asesinos" no atrapados como le dice en una conversación unos dias antes, Shaitana a Poirot, entre estos están, el mayor Despard, la señora Lorrimer, el doctor Roberts y la joven Anne Meredith y en el transcurso de la cena, el anfitrión aparece muerto....

El final ha estado bien, con la típica explicación al final del caso. Aunque el libro me ha gustado no es de los mejores de la autora.

En este libro, publicado en 1936, tenemos a Hércules Poirot, el coronel Race, el superintendente Battle y la escritora de novelas policíacas Ariadne Oliver, haciendo su primera aparición en una novela de Poirot.
Los cuatro detectives y los cuatro posibles sospechosos fueron invitados a cenar y a jugar al bridge. El anfitrión es encontrado asesinado.
Este asesinato lleva a nuestros cuatro detectives a reunir información para tratar de descubrir quién podría haber matado al anfitrión a la vista de todos y también a investigar sus antecedentes para ver cuál de ellos, si es que hay alguno, era realmente culpable de asesinato. Christie era una entusiasta jugadora de bridge y, aunque se puede pensar que esto hace que el libro sea seco, tiene cuidado de usar solo el juego de cartas como una pequeña parte de la historia. La verdadera diversión está en el descubrimiento de secretos, ya que todos los invitados a la cena se reúnen y discuten lo que sucedió.
En conclusión, un libro que he disfrutado mucho ya que hacía mucho tiempo que no me deleitaba con una buena novela de la gran Agatha Christie. Sin duda siempre es un acierto leer algo de la gran dama del misterio.

"Cartas sobre la mesa" de Agatha Christie
El señor Shaitana es famoso como anfitrión de sus fiestas.
Para mostrar su excentricidad, convoca una reunión con Poirot y otros tres criminólogos y cuatro supuestos asesinos. Después de la cena, juegan una partida de bridge. Pero al final de la partida descubren que el anfitrión ha sido asesinado por uno de sus invitados.
*Me ha gustado mucho la trama de este caso. Para Poirot lo importante es entender y analizar el registro del desarrollo del juego para determinar el momento que fue asesinado y obviamente al asesino. Me ha encantado cómo se va desarrollando la investigación y cómo llegan al culpable. Pero lo mejor es que esta historia reúne a Poirot, el coronel Race, el superintendente Battle y Ariadne Oliver. Un equipo perfecto para encargarse de una investigación.

Seguimos revisando la obra de Agatha Christie, y es el turno de una novela muy particular por su desarrollo y la forma en que está planteada.
Cuando a Hércules Poirot le preguntaron cuál sería su crimen preferido para investigar, opinó:
"-Supongamos que cuatro personas están jugando al bridge Una quinta persona, que no conoce las reglas del juego, se habrá arrellenado en un sillón junto al fuego. Uno de los cuatro jugadores le habrá asesinado aprovechando el momento en que no le tocaba jugar. ¡He aquí el crimen perfecto. ¿Cuál de los cuatro jugadores es el asesino?"
La autora le hizo caso, y, en 1936 publicó Cartas sobre la mesa, donde retoma esta idea como eje central de la novela.
Como casi toda su obra, esta novela es entretenida y de muy fácil lectura, y dadas las particularidades de la trama, - por otra parte, muy bien desarrollada - , los personajes tienen una notable caracterización.
Otro punto a destacar es la presentación de Ariadne Oliver, - alter ego de la autora - , donde, con mucho humor, se refiere a su labor de escritora y a la forma en que construye sus historias y sus personajes.
También aparecen los ya conocidos Coronel Race y Superintendente Battle.
Los tres, colaboran en la investigación, aunque le toca, - naturalmente - , al detective belga, resolver el misterio.
Por todo lo dicho, recomendamos la lectura de esta muy buena novela.

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Pensaba que esta vez tenía el asesino casi seguro pero como siempre en el último momento he vuelto a fallar. Agatha Christie hace muy difícil adivinar los culpables y en este libro a pesar de que parece fácil porque en teoría solo hay 4 posibles asesinos, los giros del final me han descuadrado un montón. Aún así he disfrutado de la lectura.

Elegí este título en concreto para cumplir en varios retos literarios, tras haber leído el año pasado otras famosa obra suya, pero, quizás por haber pausado su lectura más de lo normal, no he podido recordar de una sesión a otra todo el detalle que se requiere para aclarar el misterio del asesinato de turno. Esto, junto con cierta antipatía por este detective sabiondo, ha impedido que valore mejor esta novela.

¿Os imagináis una novela con el superintendente Battle, el coronel Race, Ariadne Oliver y Hércules Poirot? ¡Pues existe! Cartas sobre la mesa nos expone una tesis muy interesante partiendo de un crimen de estancia cerrada en la que solo una de las personas que se hallan en una habitación ha podido asesinar. ¿La idea? Un excéntrico millonario colecciona rarezas, una de ellas son asesinos que no han sido condenados por sus crímenes. No solo se jacta de ello sino que invita a una cena a nuestros cuatro amigos y a cuatro de estos supuestos especímenes.

Al menos uno de ellos sí es un asesino, porque Shaitana no termina vivo la noche.

Tras una cena organizada por el señor Shaitana, ocurre la mayor de sus desgracias, muere por uno de sus invitados. Entre los que se encuentra Poirot, y como se dice en la sinopsis, tres criminólogos y cuatro supuestos asesinos. Uno de estos invitados es el asesino de su anfitrión, y lo realizó con todos presentes en la casa de Shaitana. ¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta?

El libro está contado por tercera persona por prácticamente desde el punto de vista de todos los personajes, una característica de Christie en sus novelas están protagonizadas por gran cantidad de personajes, y este no iba a ser menos. Sabemos que la autora desarrolla muy bien sus historias y no vamos a encontrar ninguna incoherencia en ellas, todas las pistas y cada palabra o gesto que realiza cada personaje tiene un valor.

Para mi sorpresa no fue un libro que me enganchó como esperaba, de normal, como me ha ocurrido con otros libros de la autora, me ha enganchado enseguida, pero lo que ha ocurrido con Cartas sobre la mesa, es que Poirot al comienzo no ha estado muy presente y hasta la mitad del libro no empezaba a realizar sus estrategias de detective. En cuanto él dio pie a la historia, es cuando me empezó a enganchar.

Todo es sencillo de entender, sin pérdidas, pero si hacéis como yo, que analizáis cada palabra de cada personaje para intentar averiguar al asesino, si puedes marearte un poco la cabeza sin necesidad de hacerlo. (Pista: No lo adiviné). He disfrutado de la lectura ya que cada personaje tiene un personalidad muy marcada y muy distinta, y pese a ser un libro corto puede llegar a conocer a cada uno de ellos y a darte cuenta cómo son de verdad.

Para averiguar quién fue el asesino indagan en el pasado de los cuatro sospechosos, y no hay mejor manera que conocer a alguien cuando conoces su pasado. Por lo tanto, de uno en uno, los vas conociendo y sabes todo lo que han vivido, y sobretodo, todo lo que han hecho años atrás. Como he comentado antes, la historia empezó a interesarme cuando Poirot empezó a hacer cosas, antes de ello me parecía bastante aburrido, pero tenía claro que no lo iba a dejar.

Lo que más me ha gustado ha sido el final, ya que en cada página empiezas a sospechar de un personaje distinto y al final la cabeza dice basta, porque no tiene ni idea de quién puede ser. Si te gusta el género policiaco y confías en Agatha Christie, te lo recomiendo, pero no sería el primero de la autora que te aconsejaría leer.
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