¡Resulta que el enemigo del que habló Ratchett estuvo en el tren! Pero, ¿dónde está ahora? ¿Cómo pudo haberse desvanecido en el aire? Me da vueltas la cabeza. Dígame algo, amigo mío, se lo suplico. ¡Explíqueme cómo lo imposible puede ser posible! - ¡He aquí una buena frase - dijo Poirot -. Lo imposible no puede haber sucedido ; por tanto, lo imposible tiene que ser posible, a pesar de las apariencias. |