Pues bien: la guerra.
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Pues bien: la guerra.
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El sabio tiene razón cuando dice que es el enemigo de la felicidad.
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Soy justo, y no soy galante
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El malvado suele tener sus virtudes, como el hombre de bien sus debilidades.
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La humanidad mo es perfecta en ningún género, ni en lo malo ni en lo bueno.
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Pero la compasión, la amistad y el amor son cosas que su corazón desconoce.
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Pero, antes de hablar, piense usted también que una palabra sola puede colmar mi desventura.
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Los excesos son buenos con aquellos a quienes se quiere dejar pronto.
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¿Ha olvidado que el amor es como la medicina, solamente el arte de ayudar a la naturaleza?
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¡Quién no se estremecería pensando en las desgracias que pueden causar una sola amistad peligrosa! ¡Y cuántas penas no se evitarían si se reflexionara más! ¿ Qué mujer no huiria a las primeras palabras de un seductor? ¿Qué madre podría ver a otra persona hablar a su hija sin echarse a temblar?
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises