El niño en la cima de la montaña

Tematica parecida como "El niño del pijama de rayas" pero esta vez en la propia casa de .....

De nuevo John Boyne opta en “El niño en la cima de la montaña” por contextualizar su historia en la segunda Guerra Mundial y el dominio nazi junto con los horrores que este régimen supuso para millones de personas. En esta ocasión el protagonista es Pierrot, un niño francés que pierde todo lo que conoce cuando, tras la muerte de sus padres, se ve obligado a abandonar su casa y a su perro, así como a su vecino y mejor amigo Anshel, un judío sordomudo que aspira a convertirse en escritor de adulto. Pierrot es acogido cariñosamente por su tía Beatrix en la mansión situada en los Alpes de Baviera en la que trabaja como ama de casa, un hogar lleno de comodidades y gente que apreciará a Pierrot, pero que tiene una peculiaridad: pertenece al mismísimo Adolf Hitler, quien pasa largos períodos de tiempo en ella.

El pequeño protagonista no tarda en ver en Hitler una figura respetable y pronto se deja seducir por los ideales del líder alemán, los cuales desea seguir fervientemente y proteger a toda costa. Conforme va creciendo, Pierrot (ahora conocido por Pieter, la versión alemana de su nombre) va aferrándose más a las doctrinas del partido nazi y perdiendo una inocencia que, poco a poco, se convierte en desprecio y crueldad hacia los considerados inferiores por el régimen alemán, llegando incluso a traicionar y acusar a las personas que lo acogieron con amor desde un principio. Pero el tiempo va pasando y acaba por enseñarle más de una lección al joven Pieter…
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Aunque tenga muchos puntos en común con “El niño con el pijama de Rayas” -otro libro del mismo autor-, el momento en el que suceden las dos historias, la Alemania de Hitler, los protagonistas son niños… son dos historias que no tienen nada que ver.

Es una novela que me ha gustado mucho, porque relata la gran influencia que tenía el gobierno en aquel momento sobre los ciudadanos, sobre todo en los niños.

Es un libro que recomiendo porque es cortito y rápido de leer, y ayuda a conocer un poco más lo que sucedió en aquella Alemania Nazi, desde otro punto de vista, desde la inocencia de un niño que se ve obligado a vivir en un lugar donde todo es distinto a lo que el conocía, y donde todo el mundo actúa con un cierto miedo y cautela que el no comprende y tampoco nadie se atreve a explicarle.
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Un libro maravilloso, con grandes guiños a El niño con el pijama de rayas. Con una gran lección moral: incluso las mentes más inocentes pueden corromperse.
La historia de un niño que pierde mucho, y que perderá mucho más por sus decisiones impulsadas por una mente enferma.

John Boyne vuelve a mostrar en esta novela los horrores de la guerra y sus consecuencias con una escritura ágil y sencilla.
En la historia se puede apreciar cómo el protagonista pasa por diferentes fases entre su niñez y su adolescencia, siendo la más notable de ellas la corrupción de la inocencia. Pierrot, que en Francia era un niño tranquilo e inocente, se ve influenciado por el Tercer Reich y las ansias de poder, pero todo tiene un final y le tocará asumir las consecuencias.
¿Existe la redención para alguien que ha formado parte de tantos crímenes?
En mi opinión, creo que es ligeramente inferior a El Niño con el Pijama de Rayas, pero aun así, es recomendable su lectura, porque la historia está muy bien escrita y te atrapa con su fascinante trama.

Sinopsis reducida: París 1935. Tras la muerte prematura de sus padres, Pierrot, un niño de siete años, deberá separarse de su íntimo amigo Anshel y abandonar Francia para vivir con su tía Beatrix, que trabaja de ama de llaves en una mansión imponente erigida en lo alto de una montaña. Pero no es una casa cualquiera; se trata nada menos que del Berghof, la enorme residencia que Adolf Hitler posee en los Alpes de Baviera.

Quien haya leído "El niño con el pijama de rayas" conoce el estilo y la prosa de John Boyne, y éste es más de lo mismo.

La historia tiene un punto interesante, con personajes bien definidos y un protagonista, otra vez un niño, que, igual que en la historia anterior, es trasladado de lugar de residencia. Esta vez desde París a Baviera, y una vez allí, en la casa donde también está el dictador viviendo, observa su alrededor sin prejuicios, dejándose llevar por las circunstancias.

Tal y como se desarrolló la novela en "El niño con el pijama de rayas", el punto de vista de la narración es otra vez la del niño, Pierrot. Vemos cómo se adapta, cómo acoge y admite su nuevo entorno. Con su inocencia, que no le exime de lo que es testigo.

No defrauda. La historia está bien contada. La temática es similar a la de "El niño con el pijama de rayas" de la que, si se ha leído antes, es difícil abstraerse. Pero no tiene su frescura, no sorprende demasiado, aunque es una obra que puede interesar por los giros, por el punto de vista del niño, por lo que sucede a lo largo de las páginas.
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Pierrot vive en Francia con su madre, su padre y su mejor amigo, Anshel. Este vive en el piso de abajo, es sordo y ambos se comunican por lenguaje de señas.
Pierrot primero pierde a su padre, al poco tiempo a su madre y no le queda otra que ir a parar a un orfanato. Luego de un tiempo aparece una tía, la hermana de su padre y a la que no conoce, y le toca ir a vivir a Berghof junto con ella, ya que es la ama de llaves. Berghof es residencia que tiene Hittler en los Alpes de Baviera.

La novela está dividida en tres partes: El antes, el durante y el después de la guerra. Así que se ubica entre los años 1936 y 1947, aproximadamente.
Al inicio Pierror nos cuenta lo que es vivir con su padre, que sufre de estrés postraumático por haber combatido en la PGM y cómo le gusta inspirar y leer las historias que escribe su amigo, un día quiere ser escritor.
En el durante conocemos cómo es su vida en la residencia Berghof, lo que le toca presenciar allí y de algo que jamás se perdonará haber hecho.
En el después, un Pierrot ya adulto lucha por superar lo que ha vivido, lo que presenció y su culpabilidad en esos hechos.

La novela muestra cómo a temprana edad, cuando un niño es influenciado por adultos dañinos, puede llegar a volverse insensible, vulnerable y maleable absorbiendo como esponja conductas despreciables. La caída luego es dura.

Un poquito predecible el final, pero igual lo recomiendo, es de lectura ligera.

La reseña que os traigo hoy es de un libro diferente, y porque lo es, porque nos encontramos ante un libro basado en la catástrofe de la segunda guerra mundial, pero por una vez dejaremos de lado el exterminio nazi y nos centraremos en la historia que hay detrás, en la que las decisiones que se tomaron formaron parte de la historia y por desgracia tuvo lugar.



En esta historia nos encontraremos en Francia, justo antes de la segunda guerra mundial, Pierrot es un chico que vive con sus padres, pero es medio Francés y medio Alemán, su padre es un antiguo soldado de la primera guerra mundial, y aunque no tiene secuelas físicas si psicológicas. Un día se va de casa y se queda solo con su madre, al poco tiempo saben que su padre murió atropellado por un tren. Gracias al apoyo de los vecinos consiguen sobrevivir a duras penas, sobre todo gracias a una familia judía, cuyo hijo es el mejor amigo de Peirrot. Pero la vida de este chico da un giro brusco cuando su madre enferma y muere. Lo llevan a un orfanato y de allí a una gran residencia en los alpes de Baviera, dónde será acogido por su tía Alemana, ama de llaves de la gran casa de vacaciones de Adolf Hitler.



La verdad es que este libro me tuvo enganchada desde las primeras páginas, sabía que me encontraría una novela con muy pocas páginas y corría la mala suerte de quedarme con muchas ganas de más, además de que me faltaría información por todas partes, pero el autor nos demuestra que en pocas páginas puede traernos una gran historia, sin faltar casi nada.



La narración ha sido muy buena, como he dicho antes no me ha faltado detalle alguno, comencé esta novela sin leer su sinopsis ni reseñas, quería que me sorprendiera, no puedo negar que lo leí por su autor. Así que no sabía nada más que iba sobre la segunda guerra mundial, como siempre me esperaba encontrar una historia en los campos de exterminio nazi, pero nada más lejos, me he encontrado una historia en la que un niño dulce y atento puede llegar a corromperse tanto, sobre todo por el gran dirigente nazi en persona. En ella nos encontramos la cara más oscura de toda esta masacre, veremos de primera mano como se toman la decisión de construir los campos de exterminio, pero con un inocente Pierrot que se entera poco de todo, ya que vive bajo la influencia del Führer.
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