Vive tu vida a través de tus ojos, no de los ojos de los demás.
|
Vive tu vida a través de tus ojos, no de los ojos de los demás.
|
Lo que quiero decir es que, de alguna manera, los cuentos de princesas siguen estando vigentes en un rincón, en ocasiones microscópico y otras veces enorme, de nuestras cabezas. Ya no hay príncipes a caballo ni pajaritos que nos ayuden a vestirnos para la cita donde ellos se enamorarán de nosotras para que por fin seamos felices (vaya tela...a veces cuesta creer que nos hicieran creer que la vaina iba así), pero seguimos creyendo en cuentos. En leyendas. Y nos han convencido de que queremos ser princesas
|
Has roto con tu pareja. Quizá incluso odias tu trabajo. Es posible que te pases los días suspirando por cosas que jamás podrás pagar. ¿Los kilos de más del verano se han juntado con los de Navidad? No te preocupes. Y tampoco si no llenas el sujetador. Si las sillas de las terrazas te aprietan las caderas. Si tu madre nunca aprueba lo que haces...y lo que no haces por supuesto. Si le diste tu corazón a ese idiota. Si sientes que te has casado de por vida con la hipoteca. Si tu jefe es un maldito psicópata. Si sospechas que te engañan, que te van a despedir, que has metido la pata. ¡¡No pasa nada!! De verdad. Te lo prometo, no pasa nada. Y aún te diré más: si te frustras y hasta te amargas viendo la televisión, las revistas y las redes sociales lo maravillosa y fácil que es la vida de algunos, te diré un secreto: no lo es. Lo que pasa es que las cosas resultan siempre más complejas cuando más de cerca las miras |
¿Cuántas mentiras eres capaz de creerte cuando eres tú el que las dice?
|
No dejes que nadie te haga creer que lo que no eres es más importante que lo que sí.
|
Deberíamos aprender que el único hogar está allá donde nos lata el corazón.
|
¿De qué sirve lo perfecto si en realidad jamás podrá salir al mundo real?
|
Como en todo lo demás, disfrutaba más aquel que tenía la sartén por el mango y, seamos sinceros, el amor siempre ha sido un juego de poder.
|
No somos lo que tenemos ni para bien ni para mal.
|
Ni lo tenía todo ni lo eché a perder. Hazme caso. Te lo digo desde el corazón. Ni nada es tan grave ni la vida se acaba. Solo... se abren nuevas posibilidades.
|
Manolito ...