La viuda

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Correcta novela de suspense. Es un libro ideal para leer en vacaciones de verano. Escrito con sencillez te mantiene en vilo hasta el final.

Me ha gustado mucho esta novela. Me ha mantenido intrigada toda la lectura, y he dudado muchas veces de si el principal sospechoso era el verdadero culpable o no. Además, el papel de la esposa me ha parecido muy bueno. He llegado a meterme en su piel y lo he pasado mal con ella. .
Si os gusta la novela negra, seguro que esta os gustará.

Glen es acusado de un horrible crimen, todas las pistas encontradas lo culpaban a él; pero resulta ser absuelto más adelante. En todos estos difíciles momentos, su mujer Jean estuvo a su lado, soportando acoso por parte de los periodistas y palabras de todo tipo por parte de la gente que la rodeaba.
En un comienzo, tenemos a una Jean totalmente sumisa, callada, dispuesta a aceptar lo que su marido le dijera, por más que ella no estuviera del todo convencida; luego tenemos a Jean como viuda, quien siente que ya no puede seguir callando ciertas cosas, quien sabe más de lo que todos se imaginan. Lo que me gustó de este personaje fue su cambio de actitud por momentos luego de la muerte de su esposo, ella lograba quererse, sentirse segura... hasta que nuevamente la invadía la realidad y volvía a su pozo, pero esos momentos de "lucidez" que salían a flote los disfruté mucho.

Bella, una niña de dos años desaparece y todas las pistas inculpan a Glen. Mientras más se avanza en la investigación, más culpable resulta ser y más aspectos de su personalidad se develan ante Jean, quien se ve envuelta en la duda de no estar segura de conocer por completo al hombre con el que se casó.
Glen es un personaje de lo más desagradable, personalmente mientras más leía sobre él, menos me gustaba y más repulsión sentía. Tiene una forma muy poco sana de tratar a su mujer, haciendo que ella siempre esté pendiente de él y aceptando todo lo que él le diga.
Aparecen otros personajes como Kate Waters, la reportera que logra acercarse a Jean y quien parece por momentos comprenderla y tratar de ayudarla para que pueda liberarse de ese secreto que tiene guardado muy en su interior. También está Dawn Elliot, la madre de la pequeña desaparecida, un personaje que deja mucho que desear y que me dieron ganas de hacerla reaccionar con una cachetada más de una vez.

La historia termina siendo lenta , con capítulos cortos que en ocasiones no aportan nada nuevo y los saltos temporales entre el 2006 (momento de desaparición de la niña) y 2010 (investigación del caso, muerte de Glen) eran muy planos, sin voces fuertes que pudieran diferenciar esos momentos. El final es predecible... me esperaba un giro por parte de la autora, alguna pista que haya quedado suelta y al final cobre sentido, pero no; termina siendo un final flojo, sin mucha intriga y contado con una naturalidad que en mi caso hizo que le reste importancia (además de considerarlo poco creíble).
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La Viuda comienza con Glen Taylor, un hombre que hace un par de años es acusado de la desaparición de una niña pequeña llamada Bella ya que después de mucho investigar en el caso la policía encuentra algunas pruebas que le pueden parecer culpable, sin embargo, Glen junto a su abogado consiguen darle la vuelta al caso y este es absuelto de todos los cargos. Conocemos también a Jen Taylor, la esposa sumisa y abnegada que siempre está del lado de su marido, pese a que en el fondo sepa que hay algo raro con él y que esconde algunos secretos. Bien, ahora Gley Taylor ha fallecido repentinamente y los periodistas han vuelto para sacar a la viuda esos grandes secretos que ellos creen que guarda. Ahora Jen ya no está bajo la influencia de su marido, si no que es libre para opinar y decidir sobre su vida, pero... ¿se atreverá a confesar todos esos secretos? ¿tendrá algo que ver de verdad Glen Taylor en la desaparición de Bella? ¿Qué pasó en realidad con la niña?

A ver, a mi personalmente los Thrillers me encantan, cuánto más psicológicos y más me hagan pensar a la hora de resolver un misterio pues mejor, y sinceramente es lo que me esperaba de este libro. La sinopsis me llamó muchísimo y que lo compararan con La chica del tren pues la verdad me intrigó como para querer darle una oportunidad. No obstante, no ha sido así, después de un par de meses de haberlo terminado, todavía estoy buscando la parte Thriller o psicológica en esta novela.

Si bien es verdad que los capítulos son cortos y que la pluma de la autora es bastante sencilla, por lo que hacen de la lectura algo rápido y fácil de asimilar, el ritmo se me ha hecho demasiado lento y repetitivo y la trama muy pero que muy predecible, pues desde el principio ya sabemos quien es el culpable y podemos intuir que es lo que realmente ha sucedido con la pequeña.

Los personajes tampoco es que me hayan aportado demasiado.

La viuda, Jen Taylor, no se me ha podido hacer más insoportable, de las que solo quieres poder meter la mano entre las páginas del libro y darle un par de tortazos para que así a causa del movimiento que le hará la cabeza, las neuronas le hicieran contacto y entrara en razón. Un personaje muy repetitivo y que va mucho más allá de lo sumiso, hasta el punto de la desesperación.

Glen Taylor me ha caído mal no, fatal, pero desde el primer momento en que aparece en la historia. Y no solo porque sea el principal sospechoso, si no por su carácter tan frío, calculador y manipulador tanto en todo lo que hace como en su forma de tratar a su esposa, haciéndole creer que lo que hace es "por su bien" o que lo que hace "lo hace siempre inconscientemente" y lo peor de todo es que la otra idiota va y lo cree o lo quiere creer siempre sin hacer nada al respecto.

En resumen, una historia que en mi opinión tenía muchas posibilidades para ser un gran thriller pero que no se ha sabido llevar por el camino correcto. Con trama bastante predecible y desarrollo bastante lento, con personajes que pasan por la historia como quien escucha llover, sin aportar nada a diferencia de un par de secundarios que podrían salvarse en determinadas ocasiones.

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Hemos visto muchos casos de hombres que son acusados de diferentes delitos, desde asesinatos, robos, pederastia, etc., los vemos en la televisión y vemos a su esposa ahí, parada detrás o a un lado apoyándolo, dándonos a entender que su marido es inocente o que al menos ella lo cree inocente y que lo apoya.

¿Que pasa en la vida de estas mujeres casadas con hombres acusados de algún delito? no importa si son culpables o inocentes, el caso es que pasan las de Caín porque mientras se le hace el juicio y se le declara o inocente o culpable, en muchas ocasiones en la prensa y la sociedad ya tienen un veredicto.

El viacrucis del acusado, bueno, ese lo hemos visto en muchas ocasiones documentado en libros o en televisión, pero y ¿ellas? como lo viven, que piensan.

En este libro conocemos a Jean, una mujer a la que de la noche a la mañana le cambia la vida, porque su Glen es acusado de un delito muy grave.

Ella lo conoce, claro que lo conoce, tiene mas de 15 años casada con él, lo conoce desde los 17 años, fue su primer y único amor, un marido devoto, un hombre trabajador e inteligente ¿como va a ser posible que sea capaz de hacer algo como lo que lo acusan?

Y así vemos, como la vida de Jean se convierte en un infierno, porque aun y cuando ella no ha hecho nada, el simple hecho de ser la esposa y de apoyar a su marido la convierte en culpable ante la opinión pública.

Que les puedo decir, me estrujo el corazón esta historia, por muchas razones, la primera, la mujer, Jean, la forma en que su vida pasa a ser nada, es una victima mas.

La historia de la investigación, el final, en fin, desgarrador, pero real, cruel, pero real y que nos deja enseñanzas, muchas.

No puedo hablar mucho porque no quiero revelarles nada, este es un libro que hay que leer y conocer la historia y si alguien lo hace y quiere que lo comentemos, estaría encantada de hacerlo.

Me regalaron este libro para mi cumpleaños, y la verdad es que he disfrutado mucho con él. Por falta de tiempo suelo dejar aparcados los libros de más de quinientas páginas para las vacaciones, y este ha caído en un suspiro. En las opiniones de por ahí arriba en la sinopsis se dice que es un debut excepcional. Estoy totalmente de acuerdo. Hay debuts y debuts... este es muy interesante por la temática (nunca abordada de esta manera antes, o yo al menos no recuerdo ahora mismo ningún libro semejante), por la complejidad para mantener la trama en suspense (adivinas hacia dónde te lleva, pero te mueres por saber cómo lo hace), y por la construcción de un personaje como el de Jeanie. Porque hay muchas Jeanies en el mundo. Las vemos en la tele constantemente. Y el libro está muy bien escrito dentro del género en el que se mueve y lo que se le pide.

E igual que admito todo lo de arriba también admito que no las tenía todas conmigo. Eso de que lo comparen en la publicidad de la faja con La chica del tren yo creo que le perjudica más que hacerle un favor. Este es mucho mejor libro que el de Paula Hawkins.

Creo que con esta novela hay que poner en antecedentes sobre la historia (y teniendo en cuenta la sinopsis que rula por todas partes, no estoy desvelando gran cosa). Una niña de 3 años, Bella, desaparece del jardín delantero de su casa mientras juega sola, sin ninguna supervisión. Tras meses de investigación, Glen Taylor es acusado del secuestro de Bella. Va a la cárcel, es juzgado, absuelto, y la vida sigue sin que Bella aparezca por ningún sitio. Siempre junto a Glen aparece Jeanie, su esposa. Fiel, constante, inalterable. Una esposa que poco a poco, durante todo este proceso, empieza a ver más allá de la fachada perfecta de su perfecto esposo. Empieza a ver sus "tonterías", como ella las llama. Cuando él fallece (y así es como comienza el libro, no estoy destripando nada), es cuando comienza realmente la trama de esta novela.

Porque la protagonista de la historia es ella, Jeanie, no su esposo. Fiona Barton lo deja claro desde el par de páginas que usa a modo de prólogo para explicarte el por qué de esta historia. Como periodista de sucesos ha cubierto muchos juicios de este tipo; juicios en los que siempre junto al acusado (un supuesto pedófilo en este caso, no hay que olvidarse del dato), aparece una esposa que apoya a su marido contra viento y marea. Pero la auténtica marejada va por dentro. ¿Qué piensa una mujer cuando acusan a su marido de algo así? ¿Cómo es la vida dentro del hogar familiar, llevando esa losa sobre la cabeza, cuando no hay cientos de cámaras ante las que aparentar normalidad? ¿De verdad esas mujeres apoyan y creen en la inocencia de sus maridos? ¿Qué saben realmente sobre el crimen del que se acusa a sus parejas? ¿Pueden llegar a ser cómplices de ese crimen? Barton nos coge de la mano y nos hace un tour en primera fila sobre un supuesto caso de este estilo, una supuesta esposa que sufre todo esto y nos enfrenta a una de las muchas supuestas posibilidades que pueden darse en estas situaciones.

El enfoque por el que opta Barton es el de ofrecer y retener información constantemente. Da y quita. Suelta la bomba como quien no quiere la cosa y te deja haciendo cábalas sobre esa información que ha soltado "como sin querer" hasta que decide que ya te ha dejado en ascuas suficiente tiempo y decide explicártela. Avanza y retrocede en el tiempo, pero la lectura se lleva sin problemas. El presente es el que comento antes: Glen ha muerto, y Jeanie abre la puerta por primera vez a una periodista para que entre en su casa (no cuesta nada intuir que esta periodista es fiel reflejo de la autora y su mundo cuando se dedicaba a este tipo de periodismo). Esta periodista tiene una intención clara: conseguir la primera entrevista de "la viuda", y no duda en hacer lo que sea para conseguirlo. En el transcurso de esa interacción con la periodista vamos viajando al pasado y conociendo toda la historia. En unos casos lo hacemos con Jeanie de protagonista, en otros con el inspector a cargo del caso, y en otros con Kate, la periodista. Jeanie narra en primera persona, y los otros dos son narrados en tercera. Solo en una ocasión tenemos la voz del marido, Glen. No es importante. O no del modo en que debería serlo. Lo es en cuanto que nos hace ser testigos de cómo evoluciona y crece su esposa ante nuestros ojos. Glen es solo la excusa que utiliza la autora para que conozcamos a Jeanie. Todo gira alrededor de Jeanie. Y de Bella.

Conforme avanza la trama, que realmente sabes hacia dónde va, tal y como comento arriba, te vas dando cuenta de que Jeanie es más lista de lo que parece, que tiene más carácter del que parece, que hace mucho tiempo que se cansó de ser la esposa perfecta. Pero también ha aprendido a fingir, a dar lástima, a sollozar cuando le conviene, si con eso consigue que la dejen en paz o bajar la guardia de quien tiene delante. También te das cuenta con el paso de las páginas que no consigue engañar ni a la periodista ni al inspector, pero todos le siguen el juego con tal de obtener lo que ellos quieren a cambio. Todos son más listos que todos, y cada uno busca su propio interés: Kate, la periodista, quiere lo que le exigen en su trabajo, una exclusiva; el inspector quiere resolver un caso que le obsesiona y ha destrozado su vida; y Jeanie... Jeanie quiere dejar todo atrás ahora que ya no tiene un marido al que dar explicaciones, quiere vivir una vida lejos de cámaras y personas que le señalan con el dedo, y sobre todo quiere contar su verdad... que no tiene por qué ser LA VERDAD. Es un personaje más complicado de lo que parece a primera vista. Y tampoco cuesta mucho imaginarla como un personaje más real de lo que nos gustaría.

A mí me ha enganchado el libro, me ha parecido muy atrayente el planteamiento, y sobre todo creo que se sale de los cánones del género, lo que le hace más interesante todavía. No es el típico bestseller, tiene una historia detrás muy poco explorada todavía en la literatura.