Aquí vive el horror

El libro que os traigo hoy relata los hechos ocurridos en la casa del número 112 de Ocean Avenue, donde un 13 de noviembre de 1974 se produjo un asesinato. Ronald de Feo de 24 años asesinó a toda su familia mientras dormi〚n. Un libro que no te dejará indiferente y te mantiene intrigado/a de saber el desarrollo de la historia.
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{Jay Anson tuvo mucho éxito con esta novela y después escribió 666, que también trata de una casa embrujada. Se han realizado unas 14 peli〜ulas haciendo referencia a este suceso}.
La casa donde se produjo el asesinato fue vendida a George y Kathleen Lutz. Los Lutz no tuvieron miedo a este hecho y no cayeron en supersticiones, porque era la casa de sus sueños.
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Pero sucederán cosas inimaginables y donde el di〚 a di〚 en la casa cada vez se hará más pedregoso. A los fantasmas son a los que menos miedo han de tener. ¿Hasta donde llega tú escepticismo? ¿Has lei〝o el libro o has visto alguna de las pelis?
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En este libro se nos narra el supuesto caso verídico de lo que pasó en esta casa cuando el matrimonio Lutz la compra y comienza su vida allí. Dicha casa perteneció a los Defeo, en la cual Ronald Defeo asesinó a sus padres y hermanos pequeños, alegando que una fuerza sobrenatural se apoderó de él y lo obligó a realizar esos crímenes.
Y por supuesto, los Lutz comienzan a tener experiencias paranormales en esa casa. Durante un mes estuvieron en ella hasta que no pudieron aguantar más el acoso de lo que habitaba allí.

Para mí “Aquí vive el horror” es un libro que está muy mal escrito. Jay Anson hace una especie de novelización de los testimonios de los Lutz para dar veracidad a esos sucesos paranormales pero lo único que consigue es mostrar acontecimientos mal narrados, para nada creíbles y con hechos contradictorios que le quitaban la gracia a todo.

El autor nos cuenta demasiados detalles sobre las horas y fechas en la que sucedió cada cosa, y acciones de los protagonistas que no aportan nada a la trama pero a la hora de describir el suceso paranormal lo hace de manera precipitada y sin llegar realmente a crear un buen ambiente.

Otra cosa negativa, es que el autor usa demasiado las exclamaciones y cada vez que narraba un suceso supuestamente terrorífico utilizaba este recurso y sinceramente, le quitaba toda la seriedad al asunto y me hacía desconectar completamente de la historia ( “… y cuando abrió el armario vio que ¡el crucifijo estaba boca abajo!”, “… George era incapaz de creer lo que estaba viendo ¡la mecedora de Missy se movía sola!”)

Además, el hecho de que apenas tenga diálogos (y los poco que hay son bastante malos) hace que en cierto punto todo sea muy denso de leer, llegando incluso a aburrir.

En definitiva, “Aquí vive el horror” debe su fama no porque sea un buen libro de ficción que trate temas paranormales, sino a lo morboso de los asesinatos que sucedieron allí, y por la polémica que hubo después de su publicación pues acusaron tanto a Jay Anson como al matrimonio Lutz de fraude al preparar toda una serie de montajes para decir que la casa estaba encantada y sacar dinero a costa de las muertes de los Defeo.

Esta es una de esas reseñas que se van a alejar de lo puramente literario. Porque creo que, cuando uno encuentra un libro de este estilo, lo importante no radica en si está mejor o peor escrito. de hecho, esta obra utiliza un tipo de narración periodística en la que trata de presentar los hechos ocurridos en el 112 de Ocean Avenue para tratar de dar una mayor verosimilitud a los hechos que ocurren en esta famosa casa maldita. Y lo hace de manera consciente, apelando al criterio del lector para que sea el mismo eso que juzgue si lo que se describe tiene o no explicación.
Eso puede hacer que, quien se acerque a la novela sin conocer nada de ella más allá de lo que ha podido ver en las adaptaciones cinematográficas, rechace el modo que tiene Jay Anson de describir estos hechos, sintiéndolos artificiales, alejados de cualquier tipo de coherencia.
Pero si nos alejamos de eso, si pensamos que tenemos entre manos una novela de terror, si damos por hecho que el objetivo de una obra como esta no es la de generar admiración por su lenguaje y estructura literaria sino la de causar emociones en el lector...entonces es una obra especial e inconstestable.
Porque Aquí vive el horror es una novela de miedo. Y creo que pocas historias como esta consiguen meterte en el cuerpo esa sensación tan de desasosiego como la que consigue Jay Anson en esta historia. Es cierto que todo lo que cuenta se puede cuestionar, que la estrategia comercial que esconde una propiedad como esta es evidente y que el lector entrará a descubrir los supuestos hechos que acontecieron en esta casa maldita condicionados por una mitología adquirida tras años de películas de horror.
Pero es que la novela da miedo. Porque el miedo se sirve de la incertidumbre y la incertidumbre es presa de la duda. Nunca sabremos lo que realmente ocurrió en esa casa más allá de que un chaval asesinara a sangre fría a toda su familia. Nunca sabremos si las voces que escuchaba estaban relacionadas con su estado mental o si realmente sintió que alguna criatura infernal atormentaba su cordura. Nunca sabremos si todos los hechos narrados por los Lutz, sus visiones, sus cambios de comportamiento, sus terribles experiencias fueron reales o tan solo una mera estrategia para solventar sus penurias económicas. Todo depende de tu credibilidad ante una historia como esta que consiguió implicar a la policía de Amytville e, incluso, a la Iglesia. Eso no deja de ser una cuestión de fe.
Pero, al terminar la novela, al cerrar el libro y encender las luces de mi casa, tenía miedo.
Y eso es algo que pocos libros han conseguido.

Esta novela dice ser un relato de hechos verídicos. El autor estuvo en estrecho contacto con los protagonistas para redactarla. Y eso hace que sea todavía más escalofriante.

El libro trata sobre la familia Lutz, que pese a ser conocedores de las atrocidades que ocurrieron allí, compran la casa ubicada en el 112 de Ocean Avenue, en Amityville. La casa se encontraba a un precio bajísimo, y la familia Lutz no quería dejar pasar la oportunidad.

Seguramente a muchos ya os suena.

Pues es la casa donde, en 1974, Ronald DeFeo asesinó a sus padres y sus cuatro hermanos disparándoles con un rifle. Los miembros de la familia fueron encontrados boca abajo en sus camas, y uno de los misterios es cómo pudo matarlos a todos sin que se despertaran al oír los disparos, ya que resulta que no fueron drogados.

Esta novela es una narración de todos los fenómenos paranormales que allí vivieron LOS LUTZ pocos años después de que ocurriera el desastre. Desde un inicio, cuando no querían creer en que nada extraño pudiera ocurrir allí, hasta que a los 28 días tuvieron que marcharse corriendo. No se basa en los asesinatos de los DeFeo, sino en los nuevos inquilinos de la casa.

¿Por qué huyeron corriendo los Lutz de esa casa? ¿Por qué hay tanta película y tanto fenómeno paranormal alrededor de Amytiville? ¿Creéis en estas cosas?

Realidad o no, vale la pena echarle una tarde e imaginar como fueron esos 28 días que aguantó la familia Lutz en Amityville.

Una buena dosis de escalofríos es lo que nos espera con esta crónica de los 28 días que la familia Lutz vivió en su mansión ubicada en Amityville, Long Island. Madre mía lo que pasaron estas personas siendo hostigadas por fuerzas sobrenaturales. Y no solo ellos, el sacerdote Mancuso, un párroco cercano a la familia también vivió lo suyo.

El libro se presenta como una historia verídica, lo cual hace que la piel se ponga chinita, chinita y los vellos como escarpias. Aunque lo que allí se vivió es aterrador, está historia fluye como agua. Se lee en un ratito y con voracidad porque está escrita en pequeños capítulos que narran los hechos día a día desde que la familia se muda a este lugar y hasta que salen de allí. Eso sí, sabe a poco porque quedan muchas dudas respecto a varias situaciones y sobre el futuro de todo mundo y de la propia mansión, dudas que seguramente se aclararán si buscamos en Internet más allá de la publicación del libro y hasta nuestros días. Habrá que hacerlo alguna vez. Aunque todo apunta a que es una ficción vendida como real, siempre es interesante indagar esas cosas y meternos en situación.

Sé que hay unas películas por allí sobre Amityville. También habrá que checarlas si la curiosidad tras la lectura te lleva a ello.

Una lectura-placer culposo si te gusta pasar miedito y preguntarte ¿será verdad? mientras, por si las moscas, decides no moverte ni respirar para no alterar la paz de tu casa, no vaya a ser que termines publicando tu propia historia de horror algún día.