Pelea de gallos

[GAL] Xa lera hai un tempo "Sacrificios humanos" e fascinárame, así que decidín seguir coñecendo a esta autora que penso que ten moito que ensinarnos.

Este libro está composto por 13 relatos (case) independentes que destacan por ter maioritariamente protagonistas femininas e porque en todos eles atopamos algunha situación que, en maior ou menor medida, é terrorífica. A maioría das historias céntrase no terror que nos asexa no día a día, pero tamén atopamos nalgún dos contos fenómenos que se poden considerar máis paranormais ou, cando menos, místicos.

Recomendo totalmente a súa lectura, pero ollo coas temáticas que aborda, porque tocan aspectos sensibles que quizais non son aptos para todo o mundo: violacións, maltrato, abuso de menores, suicidio...

Se ben é certo que, se os comparo, "Sacrificios humanos" penso que me gustou un pouco máis, este libro volveume parecer brutal. Xa a primeira historia, "Subasta" deixoume a pel de galiña e un nó no estómago. E foi unha sensación que non me saquei de enriba en toda a lectura.

[CAS] Ya leyera hace un tiempo "Sacrificios humanos" y me fascinara, así que decidí seguir conociendo a esta autora que pienso que tiene mucho que enseñarnos.

Este libro está compuesto por 13 relatos (casi) independentes que destacan por tener mayoritariamente protagonistas femeninas y porque en todos ellos encontramos alguna situación que, en mayor o menor medida, es terrorífica. La mayoría de las historias se centrar en el terror que nos acechar en el día a día, pero también encontramos en alguno de los cuentos fenómenos que se pueden considerar más paranormales o, cuando menos, místicos.

Recomiendo totalmente su lectura, pero ojo con las temáticas que aborda, porque tocan aspectos sensibles que quizás no son aptos para todo el mundo: violaciones, maltrato, abuso de menores, suicidio...

Si bien es cierto que, se los comparo, "Sacrificios humanos" pienso que me gustó un poco más, este libro me volvió a parecer brutal. Ya la primera historia, "Subasta" me dejó la piel de gallina y un nudo en el estómago. Y fue una sensación que no me saqué de encima en toda la lectura.

.
📚 Pelea de gallos
♀ María Fernanda Ampuero
📕 Físico

________________________

&#xNaN4'5&#xNaN

Wow! WOW! me dejaron loquisima estos relatos. El primero es como una bofetada en la cara, pero el escozor es placentero. Así es este libro, duro, intenso pero adictivo. ( Uy qué S&M sonó esto).😂

María Fernanda Ampuero nos trae unos relatos que no dejan indiferente a nadie. Escritos en primera persona es como estar en la mente de las protagonistas. La narración avanza a mil por hora , son como pensamientos a una velocidad increíble que hace que no pares de leer. La soledad, el miedo, la desesperación, la lucha de clases, la critica social están presentes en cada uno de ellos.

Me encantó el estilo, no le sobra ni una coma. Además de ser conclusivos te dejan con un mal cuerpo que no sabes si es ficción o es que la realidad es tan aterradora que supera dicha ficción. de verdad me dejaron perdida. Me encantaron cada uno de ellos.

Si buscáis unos relatos que os de verdad os haga cerrar el libro y os preguntéis ¿ Qué acabo de leer? Este libro es para vosotros.

Gracias a mí compañera @carmen_pilgram porque al leerlos se acordó de mi y dijo que era un libro que llevaba mi nombre. Y cuánta razón tenia. 🫀

✴¿ Conocíais a la autora? ¿Y esta novela?
✴ ¿ Qué libro leísteis que os dejó con un "qué acabo de leer?

Cuentos que te abrazan y te sueltan de repente, sin avisarte. Así son los desenlaces, bruscos, repentinos, cargados de angustia, odio o amor. Escenas que te producen cosquilleos y que muchas veces preferirías pasarlas de corrido, pero que vuelven a vos, que te piden ayuda, o que el morbo de releerlas te reclama hacerlo.

La Pelea de Gallos de María Fernanda Ampuero es un espectáculo atroz. Trece relatos de una brutalidad absoluta, que se convierten en un nudo en el estómago y en una pesadilla recurrente.
.
En este libro la pelea se libra entre las cuatro paredes de las casas, en la intimidad, a puerta cerrada. El hogar se convierte en escenario y complice del abuso y la violencia física, psicológica y sexual contra las mujeres. Mujeres y niñas víctimas de una misoginia que las convierte en objetos contra los que arrojar la rabia, el miedo, la desigualdad y la pobreza.
.
Este ha sido mi primer contacto con la autora y, os aseguro, que leerla duele. María Fernanda Ampuero escribe sin complejos, sin medias tintas, va directa al hueso y muestra lo atroz sin ninguna contemplación. Para la autora no hay tabúes; denuncia sin cortarse, con naturalidad y sin caer en lo sórdido o lo morboso. Presenta la violencia como una parte fundamental de la condición humana y la vulnerabilidad como la diana en la que verterla.
.
Puede que la cantidad de violencia explícita que inundan este libro no lo haga un libro fácil, ni para todo el mundo, pero me alegra que poco a poco vayámonos despojándonos de inseguridades y empecemos a hablar cada vez más fuerte sobre temas que llevan tantos años condenados al silencio.

Este primer libro de relatos de la autora es toda una promesa y revolución. Tenemos ante nosotras un volumen no muy extenso pero sí extremadamente demoledor. Con apenas unas pocas páginas, María Fernanda Ampuero nos abre las puertas del infierno, una a una, para que echemos un rápido vistazo a las atrocidades de las que es capaz el ser humano en la Tierra.

Este volumen está compuesto por 13 relatos cortos que te dejan la piel de gallina. A través de distintas voces la autora nos descubre realidades sorprendentes a la par que desagradables: pederastia, violaciones, violencia física y verbal, … En estas historias no hay filtro alguno que suavice lo que nos cuentan, por lo que leerlas supone algo así como ir escalando una montaña escarpada con vistas al basurero

Es llamativo cómo aunque cada relato solo ocupa unas pocas páginas, las descripciones que recogen son tan veraces y cruentas que al leerlas puedes oler, saborear, sentir lo mismo que los personajes. Una empatía por otro lado angustiante por los temas que tratan.

No me suelo cansar de leer este subgénero tan brutal y sorprendente que muchas escritoras latinoamericanas nos ofrecen, pero es cierto que lo mucho empacha, y después de haber leído otros recientemente, esta lectura me ha agobiado más si cabe de lo que debería. Quizá por este motivo me ha quedado una sensación agridulce, ya que aunque me parecía un libro con mucho potencial, necesitaba terminarlo para acabar con la angustia que me generaba sus temas e historias.

Aún así me parece una opción acertada para la que quiera acercarse a un subgénero literario como este, ya que los relatos son breves y se puede percibir con claridad las características del mismo.

Con una narración exquisita María Fernanda Ampuero nos va introduciendo poco a poco en historias cotidianas que se van volviendo turbias, hasta terminar siendo brutales. Son cuentos que dan pavor y resultan terroríficos, porque son de naturaleza humana y nos pone frente a lo que somos como especie. Cuentos en los que las protagonistas son las mujeres, a veces como víctimas, a veces como verdugos. Duelen, porque son muy reales, y cuando los sucesos son reales a veces cuesta más mirarlos y asumir que esas cosas pasan a nuestro alrededor, aunque no queramos verlo.
La narración atrapa y continuamente me he sentido en tensión, porque a pesar de la belleza y la poesía con la que está narrado en algunas partes, también sabes que va a llegar algo brutal que te va a descomponer.
No pensé que un libro de relatos me fuera a gustar tanto. Seguiré leyendo a la autora sin duda.

Si el primer relato de una colección hace que te estremezcas y que se te haga un nudo en la garganta, intuyes que estás ante un libro que te encantará. Si pasa lo mismo con cada cuento, sabes que acabas de descubrir una joya. Pero la obra que quiero recomendarles es una joya que corta, que duele, que te horroriza. Que te recuerda que el hogar, ese espacio que debería ser un refugio, no siempre lo es. Que a veces no es más que un lugar de pesadilla del que no puedes escapar cuando eres muy joven. Hoy quiero hablarles de Pelea de gallos, de María Fernanda Ampuero, una lectura brutal (en todos los sentidos).

«Papá era gallero y, como no tenía con quién dejarme, me llevaba a las peleas. Las primeras veces lloraba al ver al gallito desbaratado sobre la arena y él reía y me decía mujercita».

En este primer libro de cuentos, la escritora ecuatoriana nos trae trece relatos que son como trece puñaladas. A pesar de su brevedad, tiene 115 páginas, las historias están tan bien construidas que es imposible no sufrir y emocionarnos junto a sus protagonistas. María Fernanda Ampuero logra que cada narración sea única, dolorosa e inquietante. Y aunque trata temas muy duros como el abuso, lo hace sin que sea explícito, pero no por ello menos demoledor. A veces solo una frase es necesaria para que descubramos que esa adolescente que es nuestra protagonista no quiere regresar a casa porque allí no puede dormir tranquila.

El relato encargado de iniciar el libro es Subasta, en el que descubriremos a una mujer que, de rodillas y con la cabeza tapada, espera a que la subasten. Lo que debería ser un seguro viaje en taxi de regreso a casa se transforma en la peor de las pesadillas. A través de sus recuerdos descubriremos cómo fue su infancia, entre gallos muertos y galleros. ¡Menuda carta de presentación! ya que no tenía ni idea de qué esperar pasé las ocho páginas con un nudo en la garganta. Ya solo por esta historia valdría la pena darle una oportunidad al libro, pero les aseguro que los cuentos que siguen también están a la altura de las expectativas que se generan.

«Volver, lo sabe todo el mundo, es imposible… Nos buscan donde ya no estamos, los buscamos donde ya no están y ahí empieza la tragedia».

Relatos como Griselda me hicieron pensar en mi madre que, así como el personaje que da título a la historia, también hacía las mejores tortas y las decoraba. Una versión de ese álbum de fotos que consulta la narradora para elegir la torta con la que soñaba estaba también en la casa de Venezuela en la que crecí. Y me hizo preguntarme en cuántos hogares de Latinoamérica se repetían rituales similares para cada celebración. Una de las historias que me rompieron el corazón y me hizo sentirme afortunada.

Cristo es el tipo de relato que te deja rota. Me sorprendieron mucho también las historias alternativas que plantean relatos como Pasión y Luto, que es mejor que descubran por ustedes mismos. Brutales también son las narraciones que nos hablan de las «muchachas» de servicio. Las desigualdades sociales y el horror que esconden las urbanizaciones cerradas y la gente de bien. Simplemente demoledores. Cierra la selección Otra, un relato en el que mediante la compra en un supermercado descubrimos toda la crueldad silenciosa de la violencia de género.

«La gente no es capaz de verse a sí misma y ese es el principio de todos los horrores».

Hogar, monstruos, soledad, familia, desarraigo, violencia, horror… Pelea de gallos, de María Fernanda Ampuero, es una colección de relatos asombrosa y demoledora. Con historias muy duras pero necesarias, en el que la vida cotidiana se ve reflejada con toda su crueldad. Donde el hogar no solo es un lugar seguro, sino la fuente de los horrores. Relatos llenos de crítica social en los que los monstruos verdaderamente aterradores no son los que nos muestran en las películas de miedo sino los seres humanos. Es lo primero que leo de la autora, pero con seguridad no será lo último. ¡Todo el mundo debería estar leyéndola!

¿Han leído Pelea de gallos? ¿Les llama la atención?
Enlace: https://inthenevernever.blog..

“Pelea de gallos” es una recopilación de trece relatos cuya temática común es la violencia dentro del hogar. Una violencia tanto física como psicológica, de abusos y de poder en la jerarquía familiar; y donde víctimas y abusadores conviven de manera opresiva y asfixiante. Aunque también encontramos una crítica social sobre la normalización de la violencia o incluso cierta justificación de ésta.

Pero ''Pela de gallos” no es recomendable a todo el mundo: abusos sexuales, situaciones incestuosas e imágenes escatológicas son algunos ejemplos de lo que podemos encontrar en sus páginas. Y a pesar de todas esas escenas escabrosas , Maria Fernanda Ampuero consigue que te adentres por completo gracias a ese terror de lo cotidiano: sucesos llenos de una crueldad incómoda que pueden llegar a ser la realidad y el día a día de algunos hogares y familias.

Cada relato es un golpe que te da de lleno en el estómago y que no te serán fáciles de olvidar porque constantemente tendrás la sensación de que por muy crueles que puedan parecer, a veces la realidad puede superar la ficción, y que nunca llegaremos a conocer todo lo que sucede dentro de un hogar ni todo los secretos que se esconden en cuatro paredes.

Uno de los relatos que más me impactó fue “Nam”, no me esperaba para nada ese final. “Subasta”, "Crías", “Luto” y “Coro” son también dignos de mención.

Descubrí este libro a través de un relato que leí en Twitter, se trata del primero que comparte el nombre con el título.

En este libro nos encontramos varios relatos en los cuales se relata la parte más cruel de la vida misma, en la que la mísera humana está presente como la protagonista.

A pesar de que este género lo podríamos enfocar en la temática del horror, ya que muchos relatos parecen de las peores pesadillas que alguien podrían tener, creo que por desgracia podríamos encajarlos en la de realismo, ya que la autora nos traslada a la mayor miseria a la que el ser humano podría rebajarse.

Sin lugar a dudas estoy segura que leeré más cosas de la autour.

Nuestros miedos nos definen. No es al monstruo ni al fantasma al que tenemos más miedo. Todos tenemos nuestros propios monstruos reales y cotidianos, nuestros miedos más profundos. En los cuentos de Fernanda Ampuero se repite varias veces la frase “hay que tener más miedo a los vivos que a los muertos”, porque el peor miedo son nuestros temores más cercanos.


En “Pelea de gallos” cada personaje de los trece cuentos tiene sus circunstancias particulares, en las que lo cotidiano se vuelve extraño y siniestro (abusos, secuestros, violaciones, suicidio, secretos escondidos, violencia en la intimidad, la poca importancia que se le da a una vida…). Fernanda vuelve transparentes las paredes donde se esconden estos secretos para resolver los misterios y mostrárnoslos, con potentes imágenes violentas y cargadas de simbolismo, que podemos palpar con todos los sentidos —llegas a oler los tufos y las pestilencias y te apartas porque apestan.


La mirada de Fernanda es crítica sobre los estereotipos y las clases sociales, sobra los lazos que unen a las personas, sobre lo que se considera bello o normal…Cuando sales del cuento sales tocada, incómoda y perturbada, con emociones y reacciones a flor de piel. Sientes la desesperación, el abandono, la rabia, el grito que no quieres silenciar para que no se cometa eso que se explica.

No he leído de un tirón todos los relatos. Los he ido alternando con otras lecturas. Cada vez que he acabado un cuento he tenido muchas ganas de comentarlo con alguien, sobre todo con un grupo de amigos y amigas. No sé si por las ganas de cobijarme en mi tribu, por compartir un vino y muchas palabras y por poner nombre a esos miedos y quitarles poder. Y justo esto es lo que más me llevo de estos cuentos: la necesidad de enfrentar miedos, de arriesgarse —como la protagonista de mi cuento favorito, “Otra”— y de hablar sobre ellos.