Pelea de gallos

Este primer libro de relatos de la autora es toda una promesa y revolución. Tenemos ante nosotras un volumen no muy extenso pero sí extremadamente demoledor. Con apenas unas pocas páginas, María Fernanda Ampuero nos abre las puertas del infierno, una a una, para que echemos un rápido vistazo a las atrocidades de las que es capaz el ser humano en la Tierra.

Este volumen está compuesto por 13 relatos cortos que te dejan la piel de gallina. A través de distintas voces la autora nos descubre realidades sorprendentes a la par que desagradables: pederastia, violaciones, violencia física y verbal, … En estas historias no hay filtro alguno que suavice lo que nos cuentan, por lo que leerlas supone algo así como ir escalando una montaña escarpada con vistas al basurero

Es llamativo cómo aunque cada relato solo ocupa unas pocas páginas, las descripciones que recogen son tan veraces y cruentas que al leerlas puedes oler, saborear, sentir lo mismo que los personajes. Una empatía por otro lado angustiante por los temas que tratan.

No me suelo cansar de leer este subgénero tan brutal y sorprendente que muchas escritoras latinoamericanas nos ofrecen, pero es cierto que lo mucho empacha, y después de haber leído otros recientemente, esta lectura me ha agobiado más si cabe de lo que debería. Quizá por este motivo me ha quedado una sensación agridulce, ya que aunque me parecía un libro con mucho potencial, necesitaba terminarlo para acabar con la angustia que me generaba sus temas e historias.

Aún así me parece una opción acertada para la que quiera acercarse a un subgénero literario como este, ya que los relatos son breves y se puede percibir con claridad las características del mismo.