![]() |
Con esta nueva novelette navideña, la autora vuelve a darnos eso a lo que nos tiene acostumbrados: escritura ligera, diálogos frescos y reales, personajes con los que el lector empatiza y se encariña, escenas emotivas ante las que es imposible contener la lagrimilla, y momentos que nos hacen soltar alguna carcajada. Aunque los personajes son nuevos, nos encontramos en un segundo plano con viejos conocidos, y es bonito poder seguirles la pista y saber cómo avanza su vida. Ojalá volvamos a saber de ellos. Pero los nuevos no se quedan atrás, en mi opinión destaca Sole, ¿quién no querría una amiga como ella? Mi conclusión no puede ser diferente a lo que he dicho en anteriores ocasiones: las novelettes navideñas de Carmen Amil son droga de la buena. ¡No puedo esperar a la siguiente! |