“Después, procurando matar a diario al máximo número de los que tenían enfrente y ganar el mínimo de metros que exigían los mandos, se refugiaron allí” ~ 14 de Jean Echenoz. En contadas ocasiones leemos historias basadas en la Primera Guerra Mundial y esta es corta pero contundente. Conocemos a Anthime y a Charles, dos jóvenes que viven en un pueblo francés. Un día son convocados para ir a la batalla y dejan atrás a Blanche, una joven a la que ambos aman. La historia se centra más en Anthime a quien acompañamos en combates cuerpo a cuerpo por los campos fríos y lluviosos y vamos viendo como la atmósfera de la lectura se va cargando desde ese momento en que son reclutados y lo viven como una aventura hasta el ambiente pesado de la batalla. Sentimos el miedo, la soledad, la pérdida de esperanza en la supervivencia a medida que pasan los días pero sobre todo la crudeza de la batalla, considerando que es la primera guerra en la que se comenzaron a utilizar bombas sin piedad y lo que serían granadas de mano que destruían los cuerpos violentamente. Mientras, se siente la ausencia de estos jóvenes en sus casas, en sus pueblos; y su regreso, si se produce, es, en la mayoría de los casos, con severas amputaciones. Poco más de 100 páginas que se leerían de un tirón si no fuese porque has de tomar aire ya que transmite muy bien la angustia de la guerra y el ambiente oscuro que el autor crea poco a poco. Comienzas pedaleando por campos bajo un sol de otoño sin más ansias que tirarte en la hierba a leer un libro y cuando te das cuenta estás intentando sobrevivir embarrado entre frío y lluvia. ¡Qué horror de guerra! ¡Cuántas vidas truncadas! Y no aprendemos 😓. + Leer más |