Mi última batalla

El autor, Harry, nos relata en este libro su vida enlazándola con la historia de Inglaterra. Harry ha sobrevivido a la Gran Depresión y a la Segunda Guerra Mundial en la que participó.
Cuando nos habla de cómo ha sido su vida rodeada de miseria y penurias, de las personas que ha perdido, de la infancia tan dura que ha vivido, se hace difícil no sentirla e incluso emocionarte.
Al mismo tiempo pasa a realizar una crítica de la sociedad y del poder, para recordarnos que todas las ideas por las que se lucharon en la Segunda Guerra Mundial, todos los esfuerzos y todas las promesas se han ido olvidando, nos va incluyendo ejemplos de ello y nos va advirtiendo que la historia se repite.
Las partes en las que realiza una crítica al poder y a la política me han resultado más tediosas, quizás sea porque no es el tipo de lectura al que esté acostumbrada.
Si lo que se busca es un repaso a la historia de Inglaterra del siglo XX, es una lectura recomendable teniendo en consideración para el lector que se encontrará con muchas puntualizaciones muy críticas sobre la política y el poder.
Si lo que se busca es una novela biográfica quizás no sea el libro adecuado, ya que las menciones a su vida son el punto en el que se apoya para exponer su crítica.

Con un tono crítico, el autor nos cuenta como fue su vida y como vivió el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial, comparándolo con la situación actual de la política en Inglaterra (y realmente en cualquier parte del mundo ahora mismo) y como estamos siguiendo los mismos pasos que llevaron a la guerra en aquel momento. de la misma forma, nos recuerda los ideales por los que lucharon en aquella guerra, la esperanza de un futuro mejor, sin penurias, sin hambre, sin represión, y como se sintieron cuando, a pesar de haber perdido tanto y a tantos seres queridos, sabían que había merecido la pena. La duda que plantea el libro es, ¿realmente mereció la pena? teniendo en cuenta que hoy en día ya nos parece tan lejana aquella época, que hemos olvidado todo lo que hicieron por nosotros nuestros antepasados, todo lo que dieron por un futuro mejor para sus hijos, y que ahora nos olvidamos y caemos en los mismos errores que en el pasado. La idea es clara: la historia se repite.

Para evitar esto, tenemos que conocer en profundidad los hechos. Cómo se vivía en esa época, cuál era la situación política del momento, cómo se desarrolló todo y cuántas vidas se perdieron en esa guerra.

No me ha resultado pesado, al contrario, a pesar de estar enfocado a la política inglesa, creo que es aplicable a todo el mundo, como digo arriba, y he disfrutado de la lectura. Me parece interesantísimo conocer las vivencias y las opiniones de una persona que ha vivido 95 años, uno de los últimos supervivientes de la Segunda Guerra Mundial (fallecido el año pasado), un hombre con una forma muy clara de ver la política y la sociedad. Merece la pena darle una oportunidad a su libro y aprender de sus vivencias y de sus enseñanzas.
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En este libro de corte autobiográfico y tintes políticos, el británico Harry Leslie Smith, de 91 años cuando lo escribió, afirma: «Aunque no soy historiador, soy historia». Y, como historia viva, Smith traza los paralelismos entre su infancia en Inglaterra durante la Gran Depresión de 1930 y el retorno a aquellos valores previos al estado de bienestar que ve ahora durante la actual época de austeridad. El libro parte de la premisa de que la generación del autor luchó mucho en el periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial para construir un estado del bienestar que apoyara a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad: la Seguridad Social, educación gratuita para todos, el derecho a la vivienda y el trabajo. Sin embargo, todo aquello que su generación consiguió se está perdiendo ahora a pasos agigantados a medida que las facciones más radicales de la política se instauran en Europa y las clases más acomodadas imponen la privatización. Y este libro es un puñetazo sobre la mesa, una forma de hacer que los jóvenes de hoy en día despierten y recobren los valores que tanto costó conseguir.

Me ha gustado mucho la manera de narrar que tiene Harry Leslie Smith, así como la impecable traducción de Lucía Barahona para Capitán Swing. En el momento actual, en el que estamos tan cerca de perder la sociedad del bienestar que a las generaciones anteriores les costó tanto esfuerzo conseguir, una lectura como esta es más importante que nunca.

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