Daniel. Condenados a entendernos

¿Alguna vez os ha pasado que paseando por Insta os topais con una autora que sabéis que os gustará? Seguro que sí. Pues eso es lo que me pasó a mí con Abril y acerté de pleno.

Este libro podría titularse perfectamente "una serie de catastróficas desdichas" y no se le quedaría grande. Si os animáis a leerlo lo entenderéis.

Os cuento.

Mia es fisioterapeuta en la misma clínica en la que Daniel es paciente hasta que un mal entendido con otro paciente hace que Mia sea despedida y, por supuesto, culpe de ello a Daniel. A partir de aquí comienza un enemies to lovers adictivo a más no poder.
A raíz de su despido y de un accidente de coche por el cual acaba sin carnet de conducir (adivinad contra quién se estrella) se ve obligada a aceptar un trabajo en una clínica perdida de la mano de Dios y ¡Sorpresa! Daniel acaba de comenzar a tratarte allí.
La tensión entre ellos es una bomba y cada vez que interactuan saltan chispas.

Lo que más me ha gistado es lo mucho que me he reído. Para eso leo, para entretenerme. Este libro lo ha conseguido totalmente aunque me ha durado un suspiro. Y lo que menos me ha gustado es que este libro no esté en todas las librerías haciéndole sombra a otros muchísimo peores.

Abril escribe de maravilla. Es divertida, coloquial y con una pluma ágil y de fácil lectura.

La ambientación en este tipo de libros no suele ser destacable, pero la clínica es una preciosidad.

El libro se estructura en 56 capítulos narrados alternativamente por Mia y Daniel en primera persona y presente, prólogo y epílogo.

La edición es sencilla y la maquetación es de calidad.

Así que sí, os recomiendo este libro 100%. Yo estoy deseando leer Julien. Condenados a encontrarnos

Ante todo decir que no es para nada necesario haber leído «Julien. Condenados a encontrarnos», pero si lo has hecho te gustará el cameo que hay de sus protagonistas.

Mia acaba de conseguir un buen trabajo, pero prácticamente a la vez que lo deja con su novio —por tener gustos raros, ya verás…—, un cliente se propasa con ella y otro cliente defiende la actitud de este y está segura de que es el responsable de que la despidan; por si eso no es suficiente, tiene un accidente por culpa de él, y cuando por fin consigue otro empleo, bien lejos de donde ella reside en un pueblo apartado del mundo ¿quién está allí? Pues eso, el salseo está servido entre discusiones y atracción.

Daniel está recuperándose de una lesión, se ha fijado en una fisio que es bastante mona, pero no tiene ningún tipo de relación con ella, hasta que los azares del destino hacen que se encuentre con ella cada 2x3, pero siempre acaban discutiendo, ella le atrae, pero no es capaz de romper esa coraza de bordería que ella tiene con él. Cuando el destino pone a alguien en tu vida será por algo, ¿no?

Ella tiene claro que cada vez que él aparece a ella le pasa algo malo, él no entiende por qué no le deja ni explicarse ni por qué tiene esa animadversión con él.

¿Recomendamos?

Ha sido una lectura muy entretenida, siempre les pasa algo y, la verdad, no son muy de aclarar las cosas, por lo que los malentendidos estarán a la orden del día.

Además, Mia está buscando a su verdadero padre y la relación con su familia no es la mejor del mundo, lo que le da otro toque a la historia, no todo va a ser ❤️ 🤣.

Narrado a dos voces, conoceremos qué piensa cada uno de los protagonistas, en capis que se te pasarán volando. Una lectura perfecta para desconectar y disfrutar un buen rato.

Desde su primer encuentro en la clínica de rehabilitación ya parecía imposible que pudieran entenderse núnca, ni siquiera para mantener una conversación intrascendental. Ese primer encontronazo fue culpa de un adolescente con poco cerebro y una mano muy largo y a partir de ahí se van sucediendo varios hechos que pueden hacer dudar de que sean causales.
Mía en toda esa primera parte ha llegado a sacarme de mis casillas cada vez que se encontraba con Daniel y no le permitía explicarse, ganas no me han faltado de taparle la boca y qu le dejase hablar.
Poco a poco van sucediéndose las casualidades que hacen que si o si, tengan que llegar a un entendimiento, algunas explicaciones a partir de ahí algo mucho más intenso.
Patrick me ha parecido un manipulador y un ser muy despreciable, por suerte hay otros personajes que compensan su actitud y sus manipulaciones, así cómo tambíen suplen la falta de cariño que ha sufrido Mía a lo largo de toda su vida.
El final es muy bueno. Mía consigue lo que lleva persiguiendo desde su segundo encontronazo con Daniel.