5 es el número perfecto

Empecé 5 es el número perfecto atraída por la idea general y por ese toque de cine negro que es evidente desde que lees la sinopsis. No ha decepcionado y me atrevo a decir que he aprendido mucho de Igort artísticamente con esta obra.

Mi mayor alabanza viene de la parte gráfica y narrativa, sin duda. La primera es un gran, gran acierto: la ambientación está magníficamente lograda. La lluvia, las sombras, las luces de los coches y de los letreros, los grandes carteles publicitarios... todo envuelve la trama en una sensación lúgubre y melancólica. Evidentemente, integra todos los elementos del noir, sin perder de vista que sucede en Nápoles. Me ha encantado que el autor cambie de trazo y de estilo en los momentos adecuados, y también que el diseño sea simple en apariencia, pero muy cuidado y pensado si te paras realmente a analizar las viñetas.

Narrativamente, es una lectura bastante ágil pero con sustancia. Peppino es un personaje que retrata tanto su vida indivual como la del camorrista tipo, llevándonos a reflexionar sobre sus puntos de vista y sus acciones.

Debo decir que, en las obras que tratan sobre la mafia italiana, siempre busco analizar hasta qué punto se critica y hasta qué punto se glorifica la vida mafiosa. En este caso no llegamos a alcanzar una crítica y condena totales, ni mucho menos. Tampoco encontramos el glamour y la redención constante de El Padrino. Creo que esta obra se queda en un tibio medio: seguimos a Peppino, sus miedos, sus inquietudes, sus visiones de la vida que ha tenido, sin que se oculte que ha sido una vida violenta y de moralidad más que dudosa, pero tampoco hay una condena rotunda de su forma de pensar. Como mucho, es una simple narración aséptica de su parte de la historia. Por supuesto, la culminación de esto lo vemos con el final, en el que Peppino sobrevive, sigue con su existencia, después de haber seguido y recuperado momentáneamente esa vida delictiva. Consigue “librarse”, aunque no realmente.

A pesar de que Igort comenta en la entrevista de las últimas páginas cómo con esta novela gráfica ha querido darle un toque italiano que el mismo fumetto como género no tenía, puesto que siempre imitaba y reflejaba la sociedad estadounidense, la verdad es que he seguido viendo gran parte de esos elementos estadounidenses en su obra. Los grandes carteles, las luces, etc... incluso la composición de las viñetas y los ángulos (buenísimos, por cierto), todo parece sacado de una película de cine negro muy americana. Por supuesto, todos ellos han sido adaptados a la iconografía italiana pero aún así, hay cosas definitivamente americanas en ellas. Resaltaría, creo, el estilo de los animales que salen en los sueños, tanto de Nino como de Peppino, que nos recuerdan enormemente a los Looney Tunes ¿o sólo soy yo? No obstante, esos sueños han sido de lo mejorcito de la novela, muy metafóricos y evocadores y creo que una idea muy original.

En cuanto a la edición por parte de Salamandra Graphic, no tengo ninguna queja: nada en la traducción parece fuera de lugar y creo que es un acierto el haber dejado sin traducir ciertos carteles sin mucha importancia, poniendo una nota al pie, para ayudar a esa sensación de que estamos, evidentemente, en Italia. Los materiales y la impresión son muy elegantes (me gusta el acabado mate de la portada. Sí, me gusta una edición bonita y le doy bastante importancia XD). Si tuviera que quejarme de algo es que el tamaño final de la novela me parece demasiado grande para leer con comodidad. Un poco más reducido hubiera ido mejor, teniendo en cuenta que ni las ilustraciones son muy intrincadas ni el texto tan abundante como para no poder hacerse. Esto opinión de persona con las manos pequeñas, si sirve de algo xD

En definitiva, las expectativas que tenía al empezar la obra han sido más o menos cumplidas, si bien me esperaba un final bastante más desastroso para Peppino, pero creo que en realidad la historia necesitaba un final así para contar lo que quería contar.

Cuando le eché la primera ojeada a esta novela gráfica tuve la certeza de que, me gustase más o menos no iba a dejarme indiferente, y no me equivoqué. Lo primero que me llamó la atención de esta gran obra es su apartado artístico, el estilo casi caricaturesco, las dimensiones distorsionadas de los escenarios, y por supuesto ese "blanco y azul" que contribuye a crear una atmósfera única, que alcanza sus puntos álgidos (en mi opinión), en los momentos oníricos. El enfoque de las pequeñas escenas de acción me recordaron vagamente al estilo de Frank Miller en Sin City, aunque no por ello carecen de una personalidad única, como la totalidad de esta obra.
La historia se desarrolla casi en su totalidad en la Nápoles de los años 70, en la que Peppino, un sicario retirado deja pasar los días en una especie de standby mientras espera a la muerte con la única alegría de contar con la compañía ocasional de su hijo, que siguió sus pasos como asesino a sueldo de la mafia. Pero una tragedia le hará salir de su retiro...
Una de mis preocupaciones al leer esta historia era que temía encontrarme ante la típica historia en la que se glorifica a los mafiosos y se dota a sus terribles protagonistas de un glamour que poco se corresponde con la realidad de lo que implican sus acciones. No digo que en esta historia se condene de ninguna forma ese tipo de forma de vida, o los actos que conlleva, pero al menos no contribuye a dotarle de unas virtudes de las que carece. de hecho, resulta interesante como se muestra la vida de Peppino como sicario como algo casi cotidiano, ni bueno ni malo, sencillamente la vida que le tocó vivir y que nunca se planteó hacia donde le llevaba o que conlleva.
Los diálogos contribuyen a reforzar esa idea de cotidianeidad, pero también cuentan con una gran profundidad y ocasionalmente, de ternura. Es esta ternura que tiene esta historia violenta uno de los aspectos que más me han sorprendido, y que más me han enganchado de esta historia, ya que hacen que le cojas un gran cariño a Peppino, un hombre capaz de liquidar a decenas de hombres sin apenas pestañear, pero que sin embargo guarda en su corazón un espacio para el amor, la amistad y la compasión.
Es la primera obra que leo de este autor, gracias un gran amiga, pero tengo muy claro que no será la última.

Buenos días, familia lectora:

Cómo ya sabéis, desde hace algún tiempo, vengo ampliando las secciones en el blog para abordar los distintos géneros con más profundidad. Hoy, le toca a la novela gráfica, un género literario que fusiona el dibujo y la narrativa. Hace poquito os hablaba de Miguel Gallardo, un gran historietista español, en este caso, cambiamos de país y viajamos a Italia. Allí nos encontramos a Igor Tuveri, más conocido como Igort: dibujante de cómics, ilustrador, guionista y director de cine italiano. Su trayectoria es amplia, actualmente cuenta con más de treinta años de experiencia contando historias con gran éxito, dan fe de ello los veinte premios que acumula. Os menciono algunos:

En 2003 ganó el premio Coccobill al mejor autor en el festival de cómics de Milán Cartoomics, en 2007 Premio Italia Criminale en Treviso Comics por Dimmi che non vuoi morire o el premio "Autor del año" 2016 en el Lucca Comics Festival para "Quaderni Giapponesi".


Sus novelas gráficas han sido publicadas en más de quince países, incluso, algunas de ellas han sido adaptadas a la gran pantalla. Pero ahora mismo voy a centrarme en una de sus obras en concreto, aprovechando su relanzamiento y su adaptación al cine. Estoy hablando de 5 es el número perfecto, publicada por la Editorial Salamandra Graphic el 9 julio de este mismo año.

Esta novela gráfica consta de 192 páginas y sus dimensiones son: 21.5 x 2.2 x 28.8 cm, un tamaño voluminoso. A través de unas maravillosas ilustraciones que mezclan el negro, azul y blanco el lector podrá viajar al Nápoles de los años setenta y conocer la historia de Peppino Lo Cicero:




Peppino, es uno de los sicarios más duros de su generación, se ha retirado y ahora sólo piensa en salir a pescar y en su hijo Nino. Pero cuando éste, también asesino a sueldo, muere en una emboscada, Peppino se verá obligado a vengar su muerte.

De forma magistral, Igort nos sumerge en la mafia napolitana de los años setenta, las traiciones, la perdida y la soledad. Un ambiente hostil enmarcado en el género negro más clásico. Un noir napolitano que parece que nunca pasará de moda. Sus ilustraciones acompañan a la perfección a la trama creando ese ambiente de venganza y violencia. ¿Cuánto vale una vida? En la mafia solo vale la confianza y la fidelidad, cuando esto falla, todo acaba.

La editorial Salamandra ha lanzado una edición muy atractiva, tanto por su tamaño como por el contenido, cuenta con un extra muy interesante, su epílogo está formado por una extensa entrevista al autor, la cuál aporta una información muy valiosa. El lector conocerá el origen de esta obra, algunos de sus bocetos y anécdotas del autor. 5 es el número perfecto es una joya para los amantes de la novela gráfica, fue publicada por primera vez en el año 2002 y elegida Libro del Año en la Feria del Fráncfort un año más tarde. ¡Os la recomiendo! Es una lectura muy ágil, atractiva y emocionante. Gracias a Penguin Random House por darme la oportunidad de disfrutarla y a Masa Crítica por conectar a lectores, bloguers, escritores y editoriales.
Enlace: https://beyacosta20.blogspot..

Reedición de la obra. Bienvenidos al magnífico mundo de la novela gráfica. Si de algo estoy orgullosa es de saber adaptarme a casi todo género literario. Tan pronto estoy leyendo un tocho de novela como estoy disfrutando de buenas ilustraciones de una novela gráfica.

La editorial Salamandra Graphic ha querido aprovechar la adaptación homónima al cine de 5 es el número perfecto dirigida por el mismo autor, y ha reeditado la historia de Peppino, un ex-sicario de la camorra italiana que vive en la ciudad de Nápoles en los años 70.

Hablando del físico. Sí, soy muy superficial cuando hablamos del físico de los libros. ¿y quién no? El que no piense igual que yo que levanta la mano. Lo primero que me llamó la atención fue el gran tamaño del libro y las cubiertas duras que lo envuelven. Es un libro contundente, de esos que pesan y quieres tener en las manos. Las ilustraciones bicolor (azul sobre negro) son otro de los aspectos a destacar. Trazos como brochazos, expresivos, impactantes, cargados de simbolismo. Una vuelta al mundo del cómic puro.

Argumento. Tratándose de una novela gráfica con la mafia como telón de fondo cumple con las expectativas del canon.

Pocas palabras. Mucha acción y pocas palabras. Mediante la comunicación visual, Igort nos narra la historia de Peppino. Así mismo, es capaz de representar la la idiosincrasia de Nápoles y situación de la camorra napolitana de los años setenta. Y es que no me podéis negar que Nápoles es la mejor ciudad del mundo en la que la mafia pueda operar. Sus calles, sus obscuros rincones, su peculiar modo de vida a lo italiano...

Protagonistas que dan la talla. Si de algo puedo estar segura es que los protagonistas de sobra cumplen su objetivo. No dudo que todos vosotros(as) o la mayoría habéis visto la película El padrino. Si es así os podéis hacer una idea de qué va esta novela gráfica. En esta historia Peppino es un hombre de setenta años retirado del mundo de la mafia y disfrutando del mejor de los retiros. Desde su monótona vida ve pasar los días sin contratiempos. Un acontecimiento inesperado hace que Peppi vuelta al ruedo para vengar la muerte de su hijo Nico.

Relanzamiento de una novela con deseos clásicos y afinidad con la novela negra en la que se habla de las relaciones paterno filiales, de mafias, de venganza, de deudas de sangre, de traiciones y de amistad, rozando el surrealismo y el romanticismo.

Por último, os comento que el epílogo es una entrevista al autor con ilustraciones extra.


Enlace: https://www.yoleonovela.com/..

Aunque el tema no me llamaba demasiado la atención, mafía italiana y asesinos a sueldo, decidí comprarla. Me decidí porque no solo este año quiero leer más novelas gráficas, el año pasado las tuve un poco abandonadas, sino que, además, después de Cuadernos japoneses quedé enamorada del trabajo de Igort.
No me equivoqué, me encantó.

Está novela es gráficamente hermosa, los detalles cotidianos que se repiten en sus páginas, fueron uno de los aspectos que más me llamaron la atención. Los personajes son muy bien logrados e Igort logra que sintamos sus pérdidas como nuestras.

Muy recomendado y todos los que hayan disfrutado el trabajo de Igort lean la entrevista que se incluye en esta edición sobre su labor creativa.