El término Post-Boom define a la corriente de la narrativa latinoamericana de las últimas décadas desde finales de los años setenta, hacia una vertiente “postmodernista”.
Algunos estudiosos y autores prefieren llamarlo "Novísima literatura" o "Literatura postmoderna" para no utilizar términos extranjeros.
El Post-Boom puede verse como la literatura que vino después del Boom y que evolucionó o cambió a partir de éste. A pesar de tener un nombre relacionado con ese movimiento, la novísima literatura no tiene muchos puntos en común con el Boom, más bien lo que se encuentra son diferencias.
¿Qué novela añadirías?
Rosario Castellanos (México), El eterno femenino, 1975.
Manuel Puig (Argentina), El beso de la mujer araña, 1976.
Luis Rafael Sánchez (Puerto Rico) , La guaracha del macho Camacho, 1976.
Andres Caicedo (Colombia), ¡Que viva la música!, 1977.
Eliécer Cárdenas (Ecuador), Polvo y ceniza, 1979.
Alfredo Bryce Echenique (Perú), La vida exagerada de Martín Romaña, 1981.
José Donoso (Chile), El obsceno pájaro de la noche, 1981.
Eduardo Galeano (Uruguay), Días y noches de amor y de guerra, 1983.
Ángeles Mastretta (México), Arráncame la vida, 1985.
Antonio Skármeta (Chile), Ardiente paciencia, 1985.
Mempo Giardinelli (Argentina), Qué solos se quedan los muertos, 1985.
Abel Posse (Argentina), Daimôn, 1989.
Reinaldo Arenas (Cuba), Antes que anochezca, 1992.
Rafael Chaparro Madiedo (Colombia), Opio en las nubes, 1992.
Jaime Bayly (Perú), No se lo digas a nadie, 1994.
Roberto Bolaño (Chile), Los detectives salvajes, 1998.
Pedro Juan Gutiérrez (Cuba),
Trilogía sucia de La Habana, 1998.
Edmundo Paz Soldán (Bolivia), Río Fugitivo, 1998.
Jorge Franco Ramos (Colombia), Rosario Tijeras, 1999.
Giannina Braschi (Puerto Rico), Estados Unidos de Banana, 2011.