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Edmundo Paz Soldán
Para mí, lo ideal sería que la novela pudiera crear un mundo autónomo y no tuviera que depender de la realidad para legitimarse.
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Calificación promedio: 5 (sobre 9 calificaciones)
/Pasé un verano en un pueblito de ocho mil habitantes en California, en el que había a las afueras una prisión de máxima seguridad. Un día, al pasar por la prisión, vi a unos niños cerca, jugando en un descampado. Me pregunté cómo sería crecer cerca de una prisión. Ese fue el germen, hace unos diez años. Hace unos tres se me ocurrió escribir la novela, pero no quería una prisión norteamericana, quería una latinoamericana. Me acordé de un reportaje sobre la de San Pedro, me puse a investigar, y partí con la escritura…
La cárcel es una institución que muestra lo que está allá afuera de forma radical. No es una anomalía, es parte de esa sociedad que la expulsa a las afueras, para que no la podamos ver. Me interesaba mucho explorar esa relación entre el afuera y el adentro, mostrar cómo nos reflejamos allá, distorsionados.
Como dije anteriormente, la cárcel no es una excepción sino un reflejo distorsionado de la sociedad, tanto en sus odios como en sus fervores religiosos.
La cárcel es para mí hacinamiento. Ese hacinamiento son muchas voces pugnando por salir. Una vez visité una cárcel en Bogotá para dar una charla a los presos, y allí me di cuenta que los presos no querían escucharme, querían hablar ellos. Así que los escuché. Eso era fundamental para mí en esta novela, esas voces que no cesaban de proliferar y que una estructura polifónica podría intentar captar.
Lya, la niña, me provocaba ternura. El loco de las bolsas fue todo un desafío, era la voz reprimida, del inconsciente, la que salía con fuerza ahí.
La cárcel, como todo institución, desarrolla sus propios códigos, su propio lenguaje. Partí de un diccionario del hampa en Bolivia, fui sacando palabras de ahí, y luego le añadí otras que funcionaban en el contexto del personaje o de la novela, algunas de lenguas indígenas, otras del inglés y otras inventadas. La idea era que casa personaje tuviera su propio lenguaje, y que también hubiera un lenguaje carcelario, con sus propias reglas.
Los editores de Malpaso creyeron en esta novela desde el principio y apostaron por ella sin dudar. La idea es recuperar con ellos en los próximos años algunas de mis novelas anteriores.
Los de Agatha Christie cuando tenía diez años.
Sin duda Jorge Luis Borges
El escritor Emilio Salgari
Releo Pedro Páramo y La invención de Morel.
Me falta leer más de León Tolstói.
El poeta boliviano Jaime Saenz
Para hablar de novelas de la revolución mexicana, Los de abajo no me dice tanto como Cartucho de Nellie Campobello.
«Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado…» (Así comienza uno de mis cuentos favoritos de Borges)
A Caitlín R. Kiernan, una escritora de ficción weird.
Con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Libro, el Festival Centroamérica Cuenta rinde homenaje a uno de los grandes poetas de la lengua hispana, Ernesto Cardenal. Para ello, 19autores de la región hispanoamericana, leyeron fragmentos de los salmos 4, 5 y 9 del libro homónimo, del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (1925-2020). Por cuarta ocasión, hemos invitado a autores, poetas y músicos y personalidades destacadas de Iberoamérica para celebrar nuestra literatura y enlazar voces desde distintos países de la región. Este año hacemos también un homenaje al poeta Ernesto Cardenal y su legado, expresó Sergio Ramírez, presidente del festival y Premio Cervantes 2017. En orden de aparición, el video incluye al presidente del festival y Premio Cervantes 2017, Sergio Ramírez (Nicaragua), Rebeca Lane (Guatemala), Jorge Volpi (México), Brenda Navarro (México), Niño de Elche (España), Claudia Piñeiro (Argentina), Frank Báez (República Dominicana), Shirley Campbell-Barr (Costa Rica), Juan Gabriel Vásquez (Colombia), Marta Sánz (España), Abner Benaim (Panamá), Piedad Bonnett (Colombia), Jorge Galán (El Salvador), Elizabeth Duval (España), Edmundo Paz Soldán (Bolivia), Mayra Oyuela (Honduras), Carlos Cortés (Costa Rica), Lina Meruane (Chile) y Luis García Montero (España). En estas lecturas colectivas, que el Festival realiza desde 2020, se recuerda a autores de gran importancia para nuestra lengua, siempre en ocasión del Día Mundial del Libro. Su propósito está en línea con uno de los objetivos de Centroamérica Cuenta de tender puentes desde la literatura Iberoamericana, y gracias a esta lectura encadenada, los lectores podrán apreciar y escuchar distintas voces, acentos de una lengua común. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Ernesto Cardenal y de socios participantes del festival como la Fundación René del Risco Bermúdez, AECID, Unión Europea, Acción Cultural Española, Instituto Cervantes, Casa América, y CEM UNAM-España.
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Edmundo Paz Soldán
Para mí, lo ideal sería que la novela pudiera crear un mundo autónomo y no tuviera que depender de la realidad para legitimarse.
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Edmundo Paz Soldán
Lo pasajero es más honesto que aquello que nace con afán de perdurar y de todos modos no persiste.
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Gregorio Samsa es un ...