La Débâcle de
Émile Zola
La capital, con su recinto fortificado de ocho leguas y media de perímetro, con sus quince fuertes y sus seis reductos destacados, iba a encontrarse como encarcelada. Y el ejército de defensa no contaba sino con los cuerpos 13° y 14°, que reunían entre los dos una fuerza de ochenta mil soldados, a los cuales había que agregar los catorce mil hombres de la marina, los quince mil de los cuerpos francos, y los ciento quince mil de la guardia móvil, sin contar los trescientos mil guardias nacionales repartidos entre los nueve sectores de las murallas. Era una muchedumbre armada, pero faltaban los soldados aguerridos y disciplinados