La voz de Amunet de Victoria Álvarez
Ya se han destruido demasiadas cosas en nombre de la libertad, y nada nos hace más libres que la capacidad de crear arte.
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La voz de Amunet de Victoria Álvarez
Ya se han destruido demasiadas cosas en nombre de la libertad, y nada nos hace más libres que la capacidad de crear arte.
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La voz de Amunet de Victoria Álvarez
La complicidad de una pareja es lo único que crece con el tiempo en vez de mustiarse. Si decides casarte, hazlo con alguien con quien te apetezca pasarte hablando el resto de tu vida.
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La voz de Amunet de Victoria Álvarez
— He sido un esclavo durante estos dos años de aquel beso que te di — susurró sin dejar de sujetarle la cara —. Nada más que uno y, aún así, cambió mi vida por completo.
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La voz de Amunet de Victoria Álvarez
Porque, cuando alguien ha descubierto lo peor de ti, cada palabra parece resonar en tus oídos como una amenaza.
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Hojas de dedalera de Victoria Álvarez
Desde que te vi supe que tendría que esperar a la eternidad del Asfódelo para encontrarme con la única persona que he sido capaz de querer… el amor de mi vida y de mi muerte...
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El príncipe de los prodigios de Victoria Álvarez
Si os interesa mi opinión, me gustaría decir que no se puede ser feliz estando encadenado, aunque sea con unas cadenas creadas para protegerte.
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El incienso de los espíritus de Victoria Álvarez
Es como si el universo fuera una enorme poesía que nosotros somos incapaces de leer como ellos
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El incienso de los espíritus de Victoria Álvarez
Bien pensado, sí que lo hago: creo en mí, en lo que me rodea, lo que puedo ver, tocar y comprender. En lo que cada uno puede hacer para cambiar un destino que aún no está escrito. (...) Y en esto. En esto sí que creo.
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El incienso de los espíritus de Victoria Álvarez
-Es como si el universo fuera una enorme poesía que nosotros somos incapaces de leer como ellos - le confesé a Arshad una tarde en el pabellón de la luna, sentados en el borde de la plataforma con los pies colgando sobre el estanque -.
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La ciudad de las sombras de Victoria Álvarez
-¿Acaso no es ese el auténtico secreto de la felicidad?- contesté yo-. Quizás, todos estaríamos más contentos si aprendiéramos a reconocer la belleza de las cosas sencillas.
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El incienso de los espíritus de Victoria Álvarez
Me encaminé a mi propio cuarto preguntándome qué habría hecho para que mi mundo girase de pronto alrededor de unos hombres borrachos, drogados o, directamente, muertos desde hacía más de tres mil años.
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El incienso de los espíritus de Victoria Álvarez
Me he metido en tantos problemas desde que tengo uso de razón que casi estoy acostumbrada a que unos desconocidos me quieran muerta. Pero, cuando son los míos quienes están en peligro, las cosas son muy diferentes.
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El incienso de los espíritus de Victoria Álvarez
Es un buen momento para volver a hablarte de aquel viaje que hicimos a Tokio por encargo del Museo Británico, nada más hacerme con mi primera pistola, y de lo que sucedió allí. Lo que realmente sucedió allí.
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El sabor de tus heridas de Victoria Álvarez
-Estoy de una pieza -la tranquilizó Lionel, acariciándole la espalda-. Somos unos huesos duros de roes, lo sabes de sobra. Hemos sobrevivido al desierto, a una banshee, al Mississipi... ¿Cómo va a acabar con nosotros algo tan prosaico como un pistolero?
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La Costa de Alabastro de Victoria Álvarez
En cierto modo somos como pájaros de mal agüero: solo aparecemos cuando se avecina lo peor y, en cuanto la tormenta ha pasado, nos esfumamos sin que nadie nos eche de menos.
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La Costa de Alabastro de Victoria Álvarez
Siempre viajando de un lugar a otro como portadores de malas nuevas, siempre preguntándose a quién tendrán que ver morir a continuación.
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El príncipe de los prodigios de Victoria Álvarez
Hace unos días empecé a contar la historia de mi amor de adolescencia y acabó convirtiéndose en la historia de mi primer asesinato. Bueno —continué, dirigiéndome a mi despacho—, esta es la historia del segundo.
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El príncipe de los prodigios de Victoria Álvarez
—Nápoles ya no es seguro… No lo será nunca más, y los ángeles ya no velan por nosotros. Se acercan cada vez más, con sus alas como puñales.
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El príncipe de los prodigios de Victoria Álvarez
Durante seis meses había conseguido que mis padres no me vieran llorar, me había escudado en mi sarcasmo para no tener que dar explicaciones sobre lo destrozada que me sentía.
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La Costa de Alabastro de Victoria Álvarez
Nos pasamos la vida postergando para más adelante lo que querríamos hacer, engañándonos a nosotros mismos con "éste no es el momento adecuado" o "mejor en otra ocasión"
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¿Cuál es el nombre completo de la protagonista femenina en "Una corte de rosas y espinas"?