El sabor de tus heridas de Victoria Álvarez
-Estoy de una pieza -la tranquilizó Lionel, acariciándole la espalda-. Somos unos huesos duros de roes, lo sabes de sobra. Hemos sobrevivido al desierto, a una banshee, al Mississipi... ¿Cómo va a acabar con nosotros algo tan prosaico como un pistolero?
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