El hijo del padre de Víctor del Árbol Romero
Afirman que contar la Verdad es un acto de generosidad, pero a mí me parece que ofrecer lo que no se ha pedido no es generosidad, es egoísmo.
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El hijo del padre de Víctor del Árbol Romero
Afirman que contar la Verdad es un acto de generosidad, pero a mí me parece que ofrecer lo que no se ha pedido no es generosidad, es egoísmo.
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El hijo del padre de Víctor del Árbol Romero
Desconfío por instinto de las mayúsculas. Especialmente de la Verdad. Se le suele dar mucha importancia a esa palabra, pero todos juegan con ella como niños con una copa de cristal: la manosean, la comprometen y la traicionan sin comprender ni su fragilidad ni su valor.
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La tristeza del samurái de Víctor del Árbol Romero
—¿Estás herido? Sangras —le preguntó a Alcalá el párroco. En aquel ambiente, la pregunta sonó extraña, con un significado ampliado por la espiritualidad humilde de la iglesia. Todo el mundo sangra, todo el mundo está herido. Algunas heridas se cierran. Otras no lo hacen nunca.
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Antes de los años terribles de Víctor del Árbol Romero
El honor es un bonito disfraz. Le queda bien incluso a los hombres más terribles.
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Un millón de gotas de Víctor del Árbol Romero
Un hombre desnudo es, ante una mujer desnuda, una patria sin fronteras.
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Respirar por la herida de Víctor del Árbol Romero
Quien te traiciona una vez lo hará dos veces, y tantas como pueda. Los traidores no tienen honor, ni códigos, ni respeto. Por eso hay que extirparlos, son como un tumor que amenaza metástasis. Traen con ellos el miedo, la debilidad, las mentiras.
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La víspera de casi todo de Víctor del Árbol Romero
Hay cosas que no pueden explicarse y cuando se explican se convierten en literatura.
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Un millón de gotas de Víctor del Árbol Romero
La memoria es algo prodigioso. Inventa como quiere el relato de una vida, utiliza lo que le conviene y desecha lo que le estorba.
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Un millón de gotas de Víctor del Árbol Romero
- No deberías haberle matado. Sólo era un niño inofensivo. - Los inocentes no le tienen miedo a los monstruos. Los niños no le tienen miedo a la verdad |
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Por encima de la lluvia de Víctor del Árbol Romero
Miguel pensó que su hija se equivocaba. El tiempo es una cortada sin fisuras. Y en cuanto a la verdad, pertenece únicamente a sus protagonistas.
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Por encima de la lluvia de Víctor del Árbol Romero
Algunas certezas resultaban estremecedoras. ¿En eso consistía la vejez?, ¿en perder lo que se había sido? A mucha profundidad bajo la piel, el corazón de Elena gruñó con un quejido. tal vez hacerse vieja era quedarse sin fuerza y que los demás confundieron esa rendición con sabiduría.
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Por encima de la lluvia de Víctor del Árbol Romero
—Porque aquellos a los que amamos nos traicionan, nos causan dolor. nos lo quitan todo y se marchan a buscar en otra parte lo que creen que nosotros no podemos ofrecerles.
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Por encima de la lluvia de Víctor del Árbol Romero
Al volver en sí y comprender que él ya no regresaría, necesitaba a gritar y romper cosas y arañarse la cara para que el dolor adquiriera densidad de piel debajo de las uñas y escozor en la carne, porque solo así conseguía escapar de su muerte en vida.
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Antes de los años terribles de Víctor del Árbol Romero
Yo no alcanzaba a imaginar lo difícil y heroico que puede ser el amor en tiempos de odio. Me parecía que lo natural era que si dos personas querían estar juntas pudieran estarlo sin más.
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Antes de los años terribles de Víctor del Árbol Romero
Cuando nos domina la locura colectiva, las primeras voces que se sacrifican son las de los hombres sensatos, no te parece? Yo sólo quería vivir en paz, pero no me dieron esa opción. De modo que dejé de huir y empecé a atacar.
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Antes de los años terribles de Víctor del Árbol Romero
También los corderos tienen dientes y son capaces de morder. Nos defendemos, no es eso lo que hace cualquier animal que se siente acorralado?
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Antes de los años terribles de Víctor del Árbol Romero
Solo alguien realmente fuerte no teme mostrar su fragilidad.
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Antes de los años terribles de Víctor del Árbol Romero
Promete que los campos que arden reverdecerán, que los muertos serán sustituidos por los vivos, y los gritos por las risas.
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Antes de los años terribles de Víctor del Árbol Romero
Es un tremendo error creer que las personas que nos aman son, por el hecho de amarnos, estúpidas o que están ciegas. O que su paciencia es infinita. Si te alejas demasiado quizá no te den la oportunidad de regresar.
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