Rabia de Stephen King
¿Lo entiendes bien? No soy un historial que puedes cerrar cuando termina la jornada laboral, ¿Te enteras?
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Rabia de Stephen King
¿Lo entiendes bien? No soy un historial que puedes cerrar cuando termina la jornada laboral, ¿Te enteras?
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Rabia de Stephen King
¿Cómo debe ser la caída desde lo alto de un precipicio para el suicida? Creo que debe experimentar una sensación de cordura. Probablemente por eso gritan hasta el instante de estrellarse contra el fondo
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Rabia de Stephen King
No existe medida de tiempo que exprese la escencia de nuestra vida, que mida el tiempo entre la explosión del plomo en el orificio del cañón y el impacto en la carne, entre el impacto y la oscuridad. Sólo hay una inútil repetición instantánea que no demuestra nada nuevo
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Rabia de Stephen King
Existe un Mr. Hyde para cada feliz rostro de doctor Jekyll, una cara oscura al otro lado del espejo
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Rabia de Stephen King
Sólo se oía el zumbido adormecedor que indicaba que volvía a ser Miércoles, Miércoles por la mañana, las nueve y diez, todo el mundo atrapado un día más en la espléndida telaraña pegajosa de mamá educación
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Carrie de Stephen King
La gente no mejora, sólo se hace más lista. Y cuando uno es más listo no deja de arrancar las alas a las moscas, lo que ocurre es que, en ese momento, busca mejores razones para hacerlo.
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Carrie de Stephen King
Pero todo parece demasiado frágil, demasiado brillante, sólo una pátina barata que oculta un mundo más tenebroso; un mundo real donde tienen lugar las pesadillas
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La milla verde de Stephen King
Sonreía con desprecio, como si me odiara. ¿Por qué? No lo sé. A veces no hay una razón, y eso es lo más terrible.
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La milla verde de Stephen King
Lo mejor es que no le parezco osco ni reservado. Elaine y yo pasamos mucho tiempo juntos; supongo que si no tuviese una edad tan grotesca, diría que es mi chica. Sin embargo no está mal que sólo sea una amiga especial; a veces es mejor que una novia. Nos ahorramos muchos de los problemas que trae aparejados el noviazgo, y, aunque sé que nadie por debajo de los cincuenta me creerá, en ocasiones las cenizas son mejores que una auténtica fogata. Es extraño, pero cierto.
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Stephen King
A todos nos llega el final; sé que no hay excepciones. Sin embargo, Dios mío, a veces el pasillo de la muerte parece tan largo...
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La milla verde de Stephen King
Todo hombre lleva consigo su calavera, y puedo aseguraros que en un momento u otro de su vida se vuelve visible.
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La milla verde de Stephen King
–Te llamas John Coffey. –Sí señor, suena parecido a café, pero no se escribe igual. |
Stephen King
¡Los monstruos eran cosa de todos los días! ¿A quién le hacía falta pagar una entrada de cine cuando salía más barato un diario y gratis un informativo radiofónico?
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It de Stephen King
Todo es mucho más difícil cuando es real. Es entonces cuando te ahogas. Cuando es real.
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Cementerio de animales de Stephen King
Seguía sintiendo aquel sosiego, extraño, dado las circunstancias, pero real. Parecía dimanar de todas partes. Lo percibía incluso en la fatiga de acarrear en una mano a Church y en la otra, la pala. Lo percibía en el viento helado que le insensibilizaba las partes de su cuerpo que estaban al descubierto. Y en los mismos arboles. Y en la luz oscilante de la linterna de Jud, Louis sentía la presencia indiscutible, omnímoda y magnética de un misterio. Un misterio tenebroso.
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La larga marcha de Stephen King
La calzada le fascinaba. Sería tan fácil y maravilloso sentarse sobre aquel asfalto... Empezaría por ponerse en cuclillas, y las rígidas articulaciones de las rodillas crujirían con el sonido de una pistola de aire comprimido de juguete. Pondría luego las manos sobre la fría superficie rugosa y bajarías las nalgas hasta sentir que la gimiente presión de los setenta y tres kilos abandonaba los pies... Y luego tenderse, dejarse caer de espaldas y quedarse así, abierto de brazos y piernas, sintiendo cómo se estira la cansada columna..., contemplando el círculo de árboles y la majestuosa rueda de las estrellas...sin oír los avisos, mirando..., sólo mirando al cielo y esperando... esperando...
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La larga marcha de Stephen King
Ni siquiera podía engañarse a sí mismo diciendo que no sabía lo que le esperaba, porque lo había sabido perfectamente. Y además, no era el único que lo había hecho. En ese momento eran otros noventa y cinco estúpidos los que le acompañaban en aquel desfile.
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¿De qué nacionalidad es Stephen King?