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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Orgasmo no era alcanzar el placer, también significaba alcanzar cierto sosiego.
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Nadie más que tú de Noelia Amarillo
El niño pelirrojo asintió una sola vez y caminó con contenida gravedad hasta los dos montoncitos de arena que señalaban la portería del equipo de los chicos. Se colocó en el centro exacto y dio varios saltitos cambiando el peso de un pie a otro mientras observaba con atención a su contrincante: Enar Bocacloaca, una niña de siete años, los mismos que él. Pero ella no era tan bajita ni estaba tan escuchimizada como él. De hecho, le sacaba casi una cabeza. Y además tenía una mala leche terrible.
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Llámalo tú y yo de Noelia Amarillo
-De todas maneras, el tamaño no importa, lo importante es tener una buena actitud, mucha disposición de aprender y un fuerte espíritu de superación para hacerlo siempre un poco mejor -señaló Paco atándose el cinturón.
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No lo llames deseo de Noelia Amarillo
«Cuando alguien te engaña, la primera vez es culpa suya, la segunda vez, la culpa es tuya». |
No lo llames deseo de Noelia Amarillo
Hay personas que nacen para ser amadas. Otras nacen para amar. Algunas pocas tienen la suerte de nacer para amar y ser amadas |
No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Hoy voy a hacerme daño. Me sumergiré en el dolor hasta que el pasado desaparezca y solo exista el ahora. Es la única manera de sobrevivir.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
No merecía que nadie lo abrazara. Y menos que nadie, Iskra y Calix. Ellos eran luz y gracia, y él oscuridad y vergüenza.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
No quería que nadie esperara nada de él. Era la única manera de no decepcionarlos.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Había cometido un error tremendo al bajar la guardia y permitir que Calix e Iskra se colaran en su corazón. Si había sobrevivido cuerdo los últimos años había sido porque no se había permitido forjar amistades y mucho menos hacer algo tan estúpido como enamorarse y dejar que los amigos que no debería tener se volvieran piezas imprescindibles en su vida. Porque eso hacía mucho más doloroso dejarlo todo atrás y desaparecer.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Solo ella era capaz de comprenderlo incluso mejor que él mismo y anticiparse a sus deseos y sus necesidades.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Ese hermoso hombre no sólo era rebelde, orgulloso y desafiante. También era un celoso dueño de sus emociones, empecinado en su independencia y remiso a mostrarse vulnerable.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Uriel le había abierto el corazón y ella lo había aceptado sin reservas en el suyo. Ya no eran simples amantes. Habían ido mucho más allá. Él era suyo, aunque aún no lo supiera.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Eso a ella no le interesaba en absoluto, no era su amiga ni su amante. Ni quería que lo fuera. Lo único que le interesaba de ella esa noche era su capacidad para martirizarlo con un poco de sexo sucio y agónico que lo ayudara a olvidar. Que lo hiciera sufrir privándolo del placer. Y eso a Avril se le daba de maravilla.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Apretó el paso dejándolos atrás. En lo que iba de semana había retomado la costumbre de llegar antes que ellos al portal. Aunque en realidad no servía para nada. Némesis en ocasiones dejaba las cartas en el buzón; en otras, las metía por debajo de la puerta, o sobre el felpudo o donde se le ocurriera, motivo por el cual cada vez dormía menos y peor. La incertidumbre de no saber cuándo ni qué recibiría lo mantenía en vela.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
Está en mi naturaleza engañar y hacer trampas, y se me da francamente bien. Tanto que puedo arruinar la vida de los demás sin que éstos se den cuenta de lo que estoy haciendo. Soy un cabrón ponzoñoso y egoísta. Y me enorgullezco de ello. La vida me ha enseñado que los malvados sobreviven, mientras que los buenos van al cielo. Y, aunque sé que mi vida no será larga, pues Némesis se ocupará de acortarla, prefiero aplazar mi más que ineludible cita con el diablo, la verdad.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
—No es que se lleve mal con los niños —rebatió Iskra poniéndose seria—. Lo que le ocurre es que lo asusta quererlos, por eso adopta esa actitud desagradable y meticona, para mantenerlos alejados. No quiere sentir simpatía por ellos, mucho menos conocerlos o, peor aún, caerles bien y que esperen algo de él. Lo que pasó con su hijo lo ha marcado profundamente. Y lo aterroriza volver a querer a otro niño.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
—Va a ser complicado, está en mi naturaleza ser un cabrón despreciable, pero prometo intentarlo —replicó Uriel burlón, aunque no sonreía.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
—No te equivoques, listillo, no estoy con ella. No me van las relaciones monógamas. De hecho, no me van las relaciones. De ninguna clase.
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¿Quién escribió la saga?