Sin corazón de Mary Balogh
Él no era capaz de amar. No quería ser capaz de amar. No quería ser capaz de sentir dolor. |
Sin corazón de Mary Balogh
Él no era capaz de amar. No quería ser capaz de amar. No quería ser capaz de sentir dolor. |
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Sin corazón de Mary Balogh
Qué necia la gente que se permite amar, pensó apretando el paso y llenándose los pulmones de aire primaveral. El amor solo podía acabar con corazones rotos, humillaciones y una ira salvaje e inútil. El amor privaba a la persona de raciocinio y le impedía controlar su destino.
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Sin corazón de Mary Balogh
—Hace diez años se me tachó de asesino. Mi propia familia, Theo. Tenía tan solo veinte años y era inocente como… bueno, puedes completar el símil por ti mismo. ¿Es posible encontrar a alguien tan increíblemente ingenuo como lo era yo a los veinte años? Me vi obligado a huir y todas mis misivas suplicantes y abyectas me fueron devueltas. Me dejaron sin un penique. Me abrí camino en la vida sin ayuda de mi familia, con la excepción de ti, Theo. ¿Y ahora debo volver para solucionar sus problemas? Su tío sonrió, pero era una sonrisa suave, desprovista del buen humor del que hasta entonces había hecho gala. —En una palabra, sí, muchacho. Y tú lo sabes lo mismo que yo. Estás aquí, ¿no? |
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Melodía silenciosa de Mary Balogh
Incluso en aquel momento, pensó, una parte de él supo que la quería de todas las formas posibles: como amigo, como hermano, como hombre. Sobre todo, como hombre. Un amor tan absoluto e inmenso lo aterraba. Y por eso lo había reprimido. Hasta ese instante.
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Melodía silenciosa de Mary Balogh
¿Te han domesticado y tu corazón no ha protestado por la pérdida de su naturaleza indómita? ¿Te obligan a cantar como si fueras un jilguero en una jaula?
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Sin corazón de Mary Balogh
El amor no es la emoción dulce y sencilla que a veces nos pintan. Me gustaría poder conseguir que regresara para hacer las paces, pero está muerto. El amor duele
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Sin corazón de Mary Balogh
Herimos a los demás, sobre todo a nuestros seres queridos, y hay gente que no tiene la capacidad de soportar lo que otros sí aguantan. Quizá no pueden evitarlo.
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Sin corazón de Mary Balogh
El placer conllevaba consigo un disfrute vacío y sin emociones; la alegría conllevaba...bueno, todo. Conllevaba el amor, la felicidad, el miedo, el dolor, la vulnerabilidad.
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Sin corazón de Mary Balogh
El amor podría haber aliviado el orgullo y las emociones heridas. El amor podría haber reparado lo que se había roto. Y no parecía haber ningún amor en Luke. |
Sin corazón de Mary Balogh
La cuestión era que se había olvidado de cómo se amaba. Más que eso había aprendido a no hacerlo, a no exponerse a que lo hirieran, lo humillaran y lo traicionaran. Había sido feliz durante casi diez años...tan feliz como se podía ser cuando el amor no formaba parte de la vida de una persona.
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Sin corazón de Mary Balogh
Había aprendido que no se debía confiar en el amor, ni siquiera en el de la propia familia. Especialmente en el de la propia familia. Había aprendido a no esperar amor ni darlo.
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Sin corazón de Mary Balogh
El matrimonio no estaba hecho para él. El matrimonio significaba compromiso. Significaba pertenecer a alguien y que alguien te perteneciera. Significaba tener hijos y las ataduras que conllevaban. Significaba estar atado en cuerpo y alma. Significaba ser vulnerable...otra vez.
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Un romance irresistible: 1 de Mary Balogh
—Besadme —dijo él. (…) —¿Por qué? —preguntó con recelo. —Porque he deseado que lo hicieras desde la última vez que nos besamos —respondió él—. Porque no he podido olvidar el beso ni a vos. Porque si parto mañana sin haber solventado una cuestión con vos, vuestro recuerdo me perseguirá el resto de mi vida. Porque si puede perseguirme el recuerdo de alguien, es el vuestro. Y porque si alguien puede domaros, sospecho que soy yo. Porque os a… ¡Maldita sea, no puedo pronunciar esas palabras! Besadme. —¿A cuántas mujeres habéis endilgado ese discurso? —preguntó ella observándolo con suspicacia. —A ninguna —contestó él—. A vos. —No soy una bestia salvaje que hay que domar —declaró ella. —Ni yo —replicó él—. ¿Vais a besarme? —No lo sé —contestó ella. |
Simplemente mágico de Mary Balogh
—No solo soy una mujer —dijo ella—. Soy una persona. Todas las mujeres somos personas. Si somos débiles y dependemos de los hombre, es porque hemos permitido que los hombres nos moldearan para que ofreciésemos esa imagen. Quizá los hombres se sientan bien y fuertes al vernos de esa forma. Y quizá la mayoría de las mujeres se conformen con ello. Quizá la sociedad funcione relativamente bien debido a que tanto los hombres como las mujeres nos sentimos insatisfechos con los papeles que nuestra sociedad nos ha impuesto. Pero yo me vi obligada desde muy joven a desenvolverme sola en la vida. Jamás diré que me alegro de que me ocurriera, pero sí me alegro de que las circunstancias me obligaran a vivir fuera del molde. Prefiero ser una persona completa que tan sólo una mujer, aunque ello me condene a estar sola. —No es preciso que esté sola —respondió él. —No —Ella sonrió—. Está dispuesto a casarse conmigo y a mantenerme y protegerme el resto de mi vida. Y así completaríamos el círculo. Lo siento, Peter. No pretendía soltar un discurso tan pomposo. Ni siquiera creía esas cosas hasta que las oí brotar de mis labios. Pero le aseguro que creo en ellas. + Leer más |
Simplemente mágico de Mary Balogh
—No me mire así —murmuró ella. —¿De que forma? —Él la tomó por la muñeca y le retiró la mano de la boca. —Con lástima y compasión —Enojada, Susanna se apartó y se levantó bruscamente—. Siempre quiere «dar», «consolar», «proteger». ¿Nunca quiere «tomar», «exigir», hacer valer sus deseos? No necesito su compasión. ¿A qué diablos venía eso? Susanna se volvió de espaldas a él y avanzó unos pasos hacia el otro lado del claro situado en el centro del laberinto. El silencio de él era tan acusador como unas palabras. Ella sabía que le había herido, pero no podía retractarse. |
Simplemente mágico de Mary Balogh
Él bajó la mano y desató las cintas de su sombrero. Luego lo empujó hacia atrás y éste cayó sobre la hierba detrás de ella. Susana sintió el aire cálido sobre su rostro y fresco a través de su pelo ligeramente húmedo. Él tomo su rostro con ambas manos y lo atrajo hacia sí. Ella relajó la rigidez de sus piernas y se volvió, arrodillándose junto a él. Entonces sus labios se rozaron de nuevo. Fue un beso breve —e impactante— como el último. |
Simplemente mágico de Mary Balogh
—¿Se ha fijado —preguntó— que vivimos buena parte de nuestra vida en el pasado y la mayoría del resto en el futuro? ¿Se ha fijado que con frecuencia dejamos que el momento presente transcurra sin apenas prestarle atención? —Hasta que se convierte en pasado —contestó él—. Entonces le prestamos atención. Sí, tiene razón. ¿Cuántos momentos presentes cree que habrá hasta que regresemos a la casa? Y, a propósito, ¿cuánto dura un momento presente? Quizá podría decirse que es infinito, eterno. —O más fugaz que un segundo —apuntó ella. |
Simplemente mágico de Mary Balogh
—Pero la mayoría de los hombres sostendrían —dijo— que el hecho de educar a los jóvenes en el peor de los casos les produce encefalitis y en el mejor les resta atractivo. O quizá he confundido lo peor y lo mejor. —Supongo —contestó ella— que esos hombres se sienten inseguros en su masculinidad y temen que las mujeres puedan eclipsarlos. Debe de ser humillante tener que preguntar a una mujer la raíz cuadrada de ochenta y uno. |
¿Por que decidió irse al internado Miles?