La editorial Renacimiento publica 'Cartas de amor a Konstantín Rodzévich', las misivas apasionadas y desesperadas que la rusa envió a su amante.
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La editorial Renacimiento publica 'Cartas de amor a Konstantín Rodzévich', las misivas apasionadas y desesperadas que la rusa envió a su amante.
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🌷 'Diarios de la Revolución de 1917' lleva varios años esperando su momento en mi estantería. ¿Por qué no lo he leído antes? Nunca me ponía con esta lectura porque me daba bastante respeto. Nunca me ponía con esta lectura porque tenía el presentimiento de que iba a pedir demasiado de mí. ¿Por qué lo he leído ahora? Estaba con otras lecturas entre manos pero tenía la necesidad de leer algo totalmente diferente a lo que estaba leyendo. Fue en ese momento cuando seguí el ritual de siempre. Me preparé una taza de café y mientras la tomaba dejé vagar mi mirada por la estantería. Tras unos minutos mis ojos y mis manos decidieron por mí. Comencé a leer las primeras páginas y sentía que había llegado su momento. Sentí que había llegado la hora de descubrir a Tsvietáieva. Comencé a leer las primeras páginas y permití que sus palabras me atravesaran. Comencé a leer las primeras páginas y me acordé de @diana.dolea ya que a esta autora la asocio con ella. No os voy a engañar. No ha sido una lectura fácil y no por su dureza, que también, sino por la escritura de Marina que me ha resultado demasiado compleja. Una escritura que hay que leer con todos los sentidos alerta, lentamente, dando su lugar a cada detalle, a cada palabra. Aún así he tenido que parar varias veces, volver sobre mis manos, volver a leer y así comprender bien. Aún así tengo la sensación de que no lo he conseguido, de que tendré que volver a leer este libro para comprender todo su contenido, para comprender todo lo que Marina ha vivido, compartido y confesado en este su diario. No ha sido una lectura fácil y he llegado al punto final con la certeza de que me he perdido, con la certeza de que no lo he entendido del todo. Estos diarios rezuman dolor, tristeza, crueldad y dureza en cada una de sus palabras pero también hay lugar para la belleza gracias a la forma tan poética de escribir, de describir, que tiene Tsvietáieva. Es algo que me ha fascinado ya que lo que Marina ha vivido no es bonito pero ella lo cuenta de una manera tan bella... Es ahí donde se percibe que ante todo ha sido poeta. Es ahí donde se percibe que todo lo que ha vivido no ha conseguido dar sombra a su espíritu, a su esencia. Enlace: https://www.instagram.com/re.. + Leer más |
Esta pequeña obra de poco más de sesenta páginas es una suerte de oda a la infancia, al amor maternal, a la música. En ella, Tsvietáieva narra de forma poética sensaciones de recuerdos de su niñez junto a su madre con su rígida y férrea disciplina para convertirla en una gran artista de la música. Su madre había sido una gran pianista con una vocación no realizada que quería ver realizado su sueño de éxito en sus hijas que ella no había logrado. De manera obsesiva y severa somete a la pequeña Tsvietáieva a innumerables horas frente al piano a la pronta edad de cinco años. Sin embargo, su afán se verá frustrado pues a la niña le atraía más la lectura que la música y el piano. En este casi onírico paseo por las memorias infantiles de Tsvietáieva junto a su madre, el lector apreciará una sensibilidad propia de la poetisa en la que se ha convertido. En palabras de la propia autora, pese al fracaso de su madre en su empeño de convertirla en pianista, quizás si hubiera logrado proporcionarle musicalidad a su manera de expresarse y en su visión del mundo. La influencia materna se ve así extendida a otra faceta de su hija. El vínculo materno filial con su influencia y su dependencia, el fracaso y el amor hacía el arte musical se ven conjugados en frases de bella composición que convierte a la obra en un retrato de unos pasajes infantiles con la figura de una madre autoritaria. Si bien desconocemos si en su fuero interno pensaba en el porvenir de Tsvietáieva, o bien en su amor propio frustrado. La autora expresa desde la distancia que otorga el tiempo aquellos sucesos como lejanos pero que han dejado huella en su persona. Enlace: https://librosderuby.wordpre.. + Leer más |
En este librito de apenas sesenta páginas en prosa, pero repleto de poesía y sensibilidad, Marina Tsvietáieva esboza su relación con su madre revisitando las huellas y las imágenes sensoriales que esta dejó en sus recuerdos. El ritmo sincopado del metrónomo marca la melodía de su infancia, con la figura del piano como talismán, como objeto de placer e instrumento de represión también, como alegoría de una madre excesiva, a ratos oscura y dominante, que pone en manos de su hija sus sueños incumplidos y le exige que sobresalga en la música, pero que no podrá obligarla a cambiar su auténtica pasión: la poesía, porque su don de las palabras ya es presente cuando la escucha hablar por primera vez “hay fuerzas que aun en una niña así, no es capaz de dominar aun una madre así”. Esta memoria autobiográfica está escrita con un lenguaje especial, como si para Marina las palabras, los signos de puntuación, las convenciones lingüísticas no fueran un límite para expresión apasionada. |
Nos encontramos con un libro muy corto, apenas 78 páginas, con un prólogo de la traductora, Selma Ancira, en la que explica la obra, que se encuentra dividida en dos partes, la primera fue escrita en ruso y está compuesta por tres relatos "El museo de Alejandro III", "La corona de laurel" y "El día de la inauguración" y la segunda parte escrita en francés y dividida en seis partes "Charlottenburg", "La podadora", "Unos meses antes de la inauguración del museo", "El uniforme"", "Heim" y "Laureles". A través de esta obra la autora nos presenta sus recuerdos de juventud con su padre, al tiempo que nos transmite la creación del museo de bellas artes de Moscú, el actual museo Pushkin. Está escrito en primera persona, la forma de escribir de la autora es muy poética, en ocasiones cuesta entender lo que quiere decir, también es una obra muy íntima, dejándonos entrever la relación de sus padres y la relación con ellas. Los relatos no son lineales sino que dan pequeños saltos temporales y resulta complicado saber cuanto tiempo ha pasado de un momento a otro. Tanto en la primera parte como en la segunda se nos muestran algunos hechos iguales que da sensación de repetición aunque es entendible teniendo en cuenta que la autora nos está contando la misma época de su juventud. En este libro se vislumbra como era la sociedad de la época. Al final del libro encontramos las notas de la traductora. + Leer más |
Ya que el relato que nos trae este libro es más bien breve, contamos con varios aspectos que harán de la lectura mucho más interesante, alargándola un poco. Por un lado, tenemos un prólogo, escrito por la propia traductora de la obra, en el que nos cuenta lo que vamos a encontrar en las siguientes páginas: un solo relato, dividido en varias partes, las cuales podríamos contar cómo capítulos, y también versionado después de nuevo por la autora. Esto tiene una explicación: Marina Tsvietáieva escribió sobre la creación del Museo de Bellas Artes de Moscú, primero en francés, ya que vivía exiliada en Francia, y más tarde en su idioma materno, el ruso. Gracias a esto, podemos entender el porqué de las diferencias entre ambos textos, los cuales, aunque nos cuentan exactamente lo mismo, utilizan un lenguaje bien distinto. Y es que, la traducción de ambos es fiel a los textos, con lo que la parte que escribió en francés resulta algo más difícil de leer, por los errores cometidos en una lengua que la poeta controlaba, pero que no era la materna. Esto no significa que sea un texto de peor calidad, ya que la forma de narrar de Tsvietáieva es evocadora, poética, y junto con este hecho, hace que el texto resultante sea incluso misterioso. Por otro lado, tenemos el relato que escribió más tarde en ruso. En él podemos ver un texto más completo, con frases más complejas que el anterior, pero no deja de tener esa poeticidad que impregna todo lo que la autora escribe. El primer texto me ha parecido, como ya he dicho, algo más difícil de leer, pero de una belleza superior. No obstante, resulta curioso el poder leer las dos versiones de la propia autora sobre un mismo hecho. + Leer más |
Un libro entrañable de los recuerdos y la admiración que tiene la autora a su padre . tiene una prosa muy sencilla, muy facil su lectura. que con muy pocas hojas la autora nos describe la pasión que tenía su padre por el museo que todo lo hizo por y para el.
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Nos encontramos ante lo que parece un libro de relatos, pero que para mí en realidad es un homenaje de una hija a un padre, y además un viaje a la infancia, a sus recuerdos alrededor del museo, recuerdos que evoca como si de una fotografía se tratara. La autora es poeta por lo que es evidente que su prosa es tan plástica, como cuando describe el museo y su creación. Un recorrido por la creación de un sueño paterno, del que ella es testigo, y que nos transmite con sus ojos infantiles pero con la prosa de la madurez. Detecté pequeños reproches entre líneas a ese padre que estaba obsesionado con su criatura, aunque lo hace con benevolencia y amor filial. Su madre que también apoyó al padre en la consecución de su logro se convierte aquí en fiel cómplice de sus hazañas para llevar la cultura a un país que quizás no le daba tanto mérito. Todo lo hizo por y para el museo, me quedo con una frase de la autora que me gustó mucho: "si estoy orgullosa de algo, es de haber nacido de padres que jamás se aprovecharon de nada material, y si de todo lo espiritual". + Leer más |
* * Día soleado cercano a las navidades. Buscando una taberna - ni bar ni cafetería, taberna como las que frecuentaba mi padre, mi abuelo, donde la algarabía y las impertinencias no son permitidas- nos encaminamos hacia el Paseo de la Ribera y, como teníamos tiempo para degustar los caldos generosos de los pagos altos de Montilla y Moriles, nos perdimos en "El laberinto" . * * Es normal, que no hallarámos el momento de salir y sí el lugar físico de por dónde hacerlo porque el espacio es recogido y aprovechado. Cabe hasta un pupitre de los años 50 para reforzar nuestra memoria y mapas con las Canarias, encerradas en un especie de empalizada marítica, debajo de las Baleares compartiendo Mediterráneo * * Los tomos los tienen protegidos de su ojeo y hojeo forrandolos. Hallé unas obras completas de Constantino Cavafis (siempre la ciudad irá conmigo, arribe al puerto que llegue) y a @icarobooks le gustó esta obrita de @acantiladoeditorial. Como él iba a pagar el alimento vivo y litúrgico, se la compré. * *Con los preparativos del regreso a su casa, la obra de Marina Tsvietáieva, "Mi Pushkin", sobre el poeta, cuadros de su vida en las habitaciones de la casa de la autora, la estatua que la impresionaba en su infancia, las óperas, los poemas,.... el tomo quedó en la calidez sureña y no viajó hacia el frío de nuestro noroeste * * El olvido me ha hecho disfrutar de la narración pausada, el ensayo literario y la prosa poética, de sus lecturas secretas, del itinerario sobre el poeta universal,... Y deuna creadora que buscaba a su esposo e hijo y, al no hallarlos, los buscó en la oscuridad de la noche polar + Leer más |
Mi Pushkin, Marina Tsvietáieva. Este cuaderno de Acantilado es una curiosidad de 90 páginas que en el conocimiento de Pushkin merece la pena leer. ¿Por qué? No es un gran relato, ni un ensayo, ni siquiera un poema de una gran poeta. Es una obra reflexiva que nos abre los ojos, aún más al amor que Pushkin despertó y despierta en Rusia, y a su influencia indiscutible en todos los autores que le sucedieron. Marina Tsvietaiéva declara haber sabido qué es el amor en su infancia por Oneguin, que ella siempre sería una Tatiana.Tsvietaiéva hablando de Oneguin despierta auténtico deseo de leerlo, me queda claro no puede entenderse la obra de Pushkin sin Oneguin, ni tampoco llegar a comprender como entró en el afecto del pueblo ruso. Oneguin sin duda estará en mis lecturas de 2020. Cómo descubre de niña, en los textos de una antología, el amor de Pushkin por su aya, o cómo presenta sus disquisiciones infantiles sobre "¿qué es Bonaparte?" son escenas fantásticas. No leáis este libro si esperáis algo parecido a una biografía de Pushkin, es un homenaje en forma de recuerdos e impresiones provenientes sobre todo de la infancia, una carta de amor a "la estatua de Pushkin= Pushkin" en Moscú, que le hizo pensar a los 4 años que Pushkin era tan negro como el metal en que se había forjado. Es una lectura exquisita y conmovedora de una de las más grandes poetas rusas. + Leer más |
Esta edición bilingüe recoge íntegramente un total de diez poemas bastante extensos que compuso la autora entre 1914 y 1936 de carácter lírico-narrativo. Son poemas donde se fusionan elementos oníricos y fantásticos con otros reales de la vida de la propia poeta, sobre todo relacionado con la vida cotidiana. "El mago" es el primero de estos poemas extensos. Nos cuenta una tarde de sobremesa familiar, a la vez que un paseo por Moscú de Marina, su hermana Anastasia y su amigo Ellis, seudónimo cariñoso del poeta simbolista Kobylinskij. Este era apodado El mago por las dos hermanas. Es un poema de juventud donde descubre el amor y el poder que hay en la poesía. De aquí destaca sobre todo el retrato que hace la propia autora del poeta simbolista. Distinto es su poema "En el caballo rojo". Se trata de un poema más complejo y con una fuerte carga simbólica y autobiográfica. Es también la época más dura de la vida de la autora, ya que coincide con la muerte de su hija por hambre, la separación de su marido que luchaba en la guerra civil rusa y la supervivencia dificultosa de ella con su otra hija. Es un poema con mucha carga onírica, elementos fantásticos sacados de sueños y que representan distintos aspectos para la autora. "Testigo mudo de vivas tempestades reposo y vigilo las sombras. ¡Hasta que me lleve el azur en el caballo rojo, mi Genio!" Pero sin duda sus mejores piezas son "Poema de la montaña" y "Poema del fin", que representan la cúspide de su obra poética y están considerados como dos de los mejores poemas escritos del siglo XX. Son fruto de la relación amorosa que mantuvo Marina con Konstantín Rodzévich, un antiguo oficial del Ejército Rojo y amigo de su marido. El primero representa un poema en cantos donde se habla de la amargura, de la tristeza y del dolor de una ruptura amorosa, aunque el segundo también tiene un carácter dramático. Se trata de un poemario con mucha intensidad y mucho simbolismo, a la vez que una fuerte carga de sentimientos de la autora y de un reflejo de su propia vida. Es un libro muy bueno de leer, para disfrutar poco a poco con cada uno de sus cantos y trasladarse a la Rusia del siglo XX. Un libro lleno de amor y desamor, de sueños y juventud, de pérdidas y encuentros. + Leer más |
El platillo llamado Duelos y Quebrantos (torta de huevos, jamón y chorizo) aparece en: