Lorena Franco nos lleva a un lugar de misterio y engaño con El Último Verano de Silvia Blanch. En el bosque profundo encontramos una red de secretos y mentiras esperando atrapar no sólo a los personajes del libro, sino también al lector. Silvia desapareció un verano sin dejar rastro. Una vecina vio su coche cerca del pueblo. Tenía el motor apagado. Su novio se encontraba en ese momento jugando un partido de fútbol. A partir de ahí se le pierde la pista, nunca más regresaría a casa. Un año más tarde, por el aniversario de su desaparición, la periodista Alex viajará hasta el pueblo de Montseny, donde vivía la chica para entrevistarse con su familia y escribir un artículo. Su presencia en el pueblo no es bien recibida. En el hotel encuentra una nota que dice: «Todos Mienten». El lector pronto entenderá que saben más cosas de las que dicen pero nadie parece dispuesto a contar la verdad.
Una historia que por su ambiente de montañas, bosques y pueblo tranquilo me trajo a la mente a Laura Palmer, la eterna víctima de la famosa serie Twin Peaks. Me recordó que también en los sitios pequeños rodeados de belleza, la tragedia hace presencia. Un lugar en el que todos se conocen, donde es muy difícil guardar un secreto y una Silvia que la exponen como buena persona, siempre haciendo favores, con el mismo novio siempre desde su adolescencia. Pero, ¿era así en realidad? ¿Por qué motivo dejó de sonreír cuando cumplió diez años? Dentro de una escritura limpia, fresca, a veces, acompañada de descripciones que ayudan a sumergirte en el lugar donde nada es lo que parece; tendremos varios narradores. Eso va hacer que sigamos el misterio desde diferentes versiones. Una de ellas será la propia Silvia dejándonos sus últimos secretos y momentos antes de desvanecerse. Tenemos a la periodista, al novio de la joven y a algún familiar directo que desvela detalles. Pero lo más importante será Silvia. Por que leyéndola iremos nosotros por delante de la propia periodista, seremos los que más datos tendremos para saber la verdad.
Una desaparición que llenó momentos televisivos para acabar luego en el olvido. Una más de tantas. Sin violencia en su coche, ni pruebas, los voluntarios que se sumaron en su búsqueda no dieron con nada ni siquiera con su móvil. El hecho es, que solo una testigo dijo verla con un hombre dentro de un coche haría, por lo que se plantearon una fuga voluntaria. Pero, ¿fue eso lo que pasó? ¿Vamos a estar mirando cada detalle, cada palabra narrada, para que luego ella esté en un sitio tan feliz?
Me gustó, El Último Verano de Silvia Blanch engancha desde la primera página. La autora sabe distraer, sin que te des cuenta, te lleva hacia otro lugar esperando que mires ahí. Pero hay trozos que no les encontré mucho sentido o al menos quedaron poco trabajados para mí. Siendo una buena historia podría haber quedado perfecta. Salirse del escenario para regresar a él no quedó muy convincente. Hubiera sido mejor llegar al desenlace sin abandonar nunca el pueblo y.., bueno, puedo deciros que cuando terminé tuve la sensación de haber leído una trama misteriosa en la que buscar la verdad fue todo un reto. Ánimo a leerlo porque Lorena Franco supo dejarnos un tremendo drama familiar en un entorno en el que cualquiera puede ser aquel que buscamos. ¿Qué le pasó a Silvia Blanch? Un amor prohibido necesita muchas mentiras para seguir oculto. Y una desaparición siempre deja huellas a las que seguirles el rastro.
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