Lorena Franco

todos mienten

Lo que se desea con locura se asemeja a veces a lo que uno más teme.

Uno nunca sabe que es capaz de matar hasta que conoce a alguien que merece morir

-¿Qué es el amor?
Le preguntó una niña de cinco años a su hermano mayor.
Y él respondió.
-El amor, es cuando tú me robas cada día un trozo de mi chocolate del almuerzo y yo, aún así, sigo dejándolo en el mismo sitio para ti todos los días.

Amy salió del apartamento de Tom llorando. Ella no tenía ningún don. Su mente no jugaba con ella mostrándole escabrosas imágenes ni nada por el estilo. Pero tenía un presentimiento. Esa, sería la última vez que vería a Tom. Y no podía hacer nada para evitarlo. Estaba escrito en su destino.

Nunca mires a través de una ventana si no estás preparado para vero que hay detrás.

Los monstruos siempre terminan saliendo y, cuanto más tiempo han estado escondidos, más mortíferos son.

Nadie está exento de que le ocurra algo malo incluso en un pueblo como este, sosegado, pacífico, envuelto en un halo de paz, donde la vida va más lenta en comparación con las grandes ciudades.

Me acorde que... Si un escritor se enamora de ti, nunca moriras.

Busca tesoros en forma de momentos, lugares, personas.

La infidelidad huele tanto como pesa el miedo.

Mi madre solía decir: cuando hace mucho calor pasan cosas malas.

Cáncer. Hasta hace solo dos horas esta palabra no significada nada para mí, solo un signo zodiacal que a veces leo porque es del de mi exmarido, y una enfermedad que le diagnostican a otros. A otros. No a mí.

—¿En qué piensas?
—En nada.
—Eso es lo que solemos decir cuando pensamos en todo.

La verdad siempre sale a la luz.

Porque no puedes eludir los secretos. Crees que puedes contenerlos, que puedes guardarlos, pero al final son ellos los que te poseen.

Una vez más, solo vi lo que quise ver.

Nunca mires a través de una ventana si no estás preparado para ver lo que hay detrás.

El secreto mejor guardado conlleva el irremediable deseo de ser revelado.

El problema es que todos tenemos secretos que no nos contaríamos ni a nosotros mismos.