El año pasado tuve el gustazo de leer la novela El Último verano de Silvia Blanch, y me encantó, lo podéis ver si os pasáis por mi reseña aquí: https://losauguriosdelaluna.blogspot.com/2020/09/resena-el-ultimo-verano-de-silvia.html
Por eso, cuando supe que
Lorena Franco volvía a publicar novela, concretamente en Marzo, la super fiché. al igual que su antecesora, me ha durado un respiro. No sabría si deciros si me ha gustado al mismo nivel que Silvia Blanch, o incluso más, pero ahí ahí anda la cosa. Y es que esta autora no defrauda.
Todos buscan a Nora Roy comienza fuerte. La chica que da nombre a la novela, internada en el psiquiátrico Vera de la Cruz, ha matado a su psiquiatra y a la enfermera que era su mano derecha, y ha huído de la institución. Está obviamente en busca y captura y ocupa los titulares de telediarios, blogs, y prensa de todo el país. Antes de eso vamos a conocer a Eva, la coprotagonista de la historia, aunque realmente creo que Eva tiene más relevancia, o así se la dan en la historia, como que aparece más. En la primera página nos relata un hecho que sucederá después, como a mitad de la novela, y luego conoceremos a Eva, y sus circunstancias actuales: es tanatopractora, o sea que maquilla muertos, un trabajo que no es la alegría de la huerta ni te pone de especial buen humor, y más aún cuando has perdido a tu abuela hace poco, que en los últimos años tuvo Alzheimer y a la que visitaba en una residencia, y además su pareja de toda la vida, Miguel, la ha dejado. Vamos que la pobre Eva no pasa por su mejor momento, además vive en el piso de su abuela, que se lo dejó en herencia, lo que hace que constantemente la recuerde, simplemente mirando los geranios de la terraza que tanto mimaba su nana. Tiene una vecina que también está un poco ida de la cabeza, la señora Cecilia, que la aguarda cada dos por tres en el rellano para acosarla, y da mucho miedito. Fumadora empedernidad incapaz de dejarlo, lo único que se mantiene a flote o es bueno en la vida de Eva son sus amigas: Natalia, a la que conoció porque era una de las cuidadoras de su abuela en la residencia y se ha convertido en su tabla de salvación, y Lola, una andaluza que es compañera de trabajo bastante bocazas pero es la que le saca una sonrisa de vez en cuando. También está Felix, el camarero del bar de la plaza de abajo de su casa, que la atiende estupendamente porque también es un poquito adicta al café, y le va preguntando qué tal le va. Y por último Adrián, un chico que ha conocido precisamente en ese bar y le llama la atención, pero él juego al despiste y no lo deja nada claro si tienen posibilidades de algo... Tampoco es que ella esté muy preparada.
Así pues, este es el planteamiento con el que nos encontramos al empezar la novela. Nada halagüeño, la verdad. Como la ve tan mal y tan perdida, Natalia la anima a que ponga un anuncio buscando una compañera de piso, así su vida cambiará, tendrá otras rutinas, encontrará a alguien al volver a casa, no sólo a los geranios de su abuela.
Y tanto que cambia, su vida se pone totalmente patas arriba. Porque aparecerá una chica francesa llamada Charlotte que se queda directamente con la habitación sin más, sin que Eva tenga tiempo a reaccionar y decidir si realmente quiere que se quede esta chica, seguir buscando, o seguir como estaba, que es lo que en verdad ella quiere. Simplemente, Charlotte se instala en su casa. El aura de Charlotte es muy misteriosa y además hace cosas muy raras, pero no voy a desvelar más. La cuestión es que Eva pronto se arrepiente de haber alquilado esa habitación, su alquilada a veces parece buena chica, incluso la cuida un día que enfermó, pero otras veces le da mala espina... Y tanto es así que se decide a echarla de la casa, pero los acontecimientos se precipitan cuando después de una noche en la que lleva a Adrián a su casa después de encontrarse en la discoteca, al día siguiente Eva despierta y no está Adrián, pero es que tampoco está Charlotte, y su habitación está llena de sangre!!! Qué ha pasado? Quién era esa misteriosa muchacha? Adrián la ha asesinado? A partir de aquí la vida cambiará para Eva radicalmente, maldecirá mil veces su mala suerte y se verá envuelta en un juego de venganza, de mentes perturbadas y de odio, del que no podrá salir impune, pese a ser una víctima más en esta historia.
Pero no nos vayamos aún al final... No os voy a contar mucho más porque no vamos a desvelar. Sí os puedo contar por encima, que a lo largo de los capítulos se van sucediendo distintas tramas que convergerán en una final. Se sigue buscando a Nora, la siguen dando por asesina, y un blog nos irá poniendo al día de como avanza el caso y las pistas que se van siguiendo en la investigación.... Entrará en escena Alicia Bastán, periodista que escribe un libro del caso de "El doble Crimen de Vera de la Cruz", y hay alguien detrás que no quiere que salga a la luz el libro, incluso amenazando a la periodista. Finalmente, y con todo en contra, la novela destapará una serie de hechos macabros que nos pondrán los pelos de punta y explicarán muchas cosas. Porque no es Nora Roy, una chica de buena familia, la única que estaba internada en el centro, otras chicas, de otros status también estaban allí. Todo se destapará y para dar más intriga aún a la trama, algo que
Lorena Franco hace magistralmente. Quizás hay cosas en la historia que son predecibles, especialmente para lectores consumidores de novela negra, pero esto no es óbice para que sus novelas enganches y sean adictivas, aún sabiendo detalles, algunos fundamentales, no podrás parar de leer y querrás saber como concluye todo. No en vano, la misma
Lorena Franco ha dicho en alguna de sus entrevistas que ella escribe novelas que ella, como lectora, devoraría en 24 horas.
Estructuralmente, la novela también está hecha para que se lea sin tregua. Los capítulos no van numerados, llevan el título de la persona que relata los hechos en ese momento, es decir, capítulos de Eva, de Nora, de algún otro personaje... En estos capítulos podemos tener conversaciones de los personajes por redes, algo que se hace muy contemporáneo y que ayuda a conectar mucho con el lector. Además, todo esto se va combinando con los artículos del blog que he mencionado antes y que va actualizando la investigación de la búsqueda de Nora Roy y también todo lo que se va descubriendo del caso. Así que se hace super ágil, ya que además los capítulos son cortos, algunos de 6 páginas, otros de media... Que conforman las 374 páginas que tiene la novela. Es de esas lecturas en la que dices todo el rato "un poco más..." y ese poco más es medio libro de una sentada!
Evidentemente es un thriller al uso, pero es también un análisis e incluso una crítica a hechos que vivimos diariamente. al estigma de las enfermedades mentales, a cosas atroces que pueden abrir un telediario y que por haberlas oído ya más veces, casi ni nos sorprende. En la novela está explicado con rigor y también con sentimiento, algo que hace que nos duela y mucho, que nos duela ratificar una vez más lo que es capaz de hacer el hombre, porque además la novela no está basada en hechos reales, pero sí se ha inspirado en algunos hechos acaecidos no lejos de nosotros seguramente, y que además, desgraciadamente, no son aislados.
Con la ambientación la autora tampoco se queda atrás. La trama se desarrolla en Barcelona, y se nota que es la ciudad de Lorena, es por eso que nos describe los lugares e inmediatamente quieres estar allí. Los sitios donde toma café Eva, esos lugares donde ocurren los encuentros de los protagonistas... Incluso la descripción de las casas, del edificio de Eva... Lo puedes visualizar y podrías incluso reconocerlo si lo vieras. En general la novela es muy visual y podrías verla en una serie o una película... Y hablando de series, me ha gustado mucho esos guiños a nuestra generación por ejemplo con las series que ve Eva, que es una empedernida de hacerse maratones de series (recordemos, adicta al café, al tabaco.. y también a las series). Me ha encantado que Eva vea Friends como toda mi generación, e incluso ese dato que se aporta que no diré para no estropear la sorpresa, y que me llevó a googlear y comprobarlo con mis propios ojos porque yo soy una de las que no me di cuenta. Así que desde aquí, gracias Lorena, ya sé algo más de una de las series de mi vida.
Otra cosa que también me ha gustado mucho (es que son tantas cosas a destacar) es la relación de Eva con sus clientes en el trabajo. No con las familias, con los muertos. Un día tiene que maquillar a un hombre de 79 años que ha muerto de cáncer, pero es que al día siguiente es una persona que ella misma conocía, o bien una chica de 16 años que ha muerto en un accidente de moto. Nos invita así a reflexionar sobre lo efímera que es la vida, algo que todos sabemos pero que a veces se nos olvida, hoy estamos aquí, pero mañana quizás nos estén maquillando para nuestro entierro, es por eso que hay que disfrutar y agradecer todo lo que tenemos. Eva se imagina la vida que han tenido esas personas, los trata con mimo y con cariño, siempre piensa que han sido buenas personas, nobles, pese a lo que a ella le ocurrirá, y los momentos con los difuntos han sido muy bonitos y emotivos.
¿Qué decir del final? Hay un momento en el que todo se acelera y se convierte en una carrera para saber la verdad, saber quién es el rostro del mal, quien ha ideado el juego macabro en el que se han visto envueltas muchas personas sin tener culpa, con giros y más giros, algunos los ves venir y otros no. La venganza lleva muchos años ideada y tiene que ser consumada pase lo que pase y caiga quién caiga. Será
Lorena Franco una de esas autoras que se carga a sus personajes sin miramientos cuando les has cogido muchísimo cariño??? Si queréis saberlo, tendréis que leer esta novela, conocer a Nora Roy, lo que pasó en el psiquiátrico Vera de la Cruz, comprender a Eva, entender a lo que puede llevar el odio y la desesperación, y todo esto, amig@s míos, harán que os ventileis esta novela en pocos días. No digáis que no os lo aviso!
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