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El rey marcado de Leigh Bardugo
Iban a construir un nuevo mundo juntas. Pero primero tendrían que prender fuego al anterior
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El rey marcado de Leigh Bardugo
El me dejo su marca y yo la mía a él. Nos hicimos daño el uno al otro. Eso merece ser recordado
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El rey marcado de Leigh Bardugo
Nos han ensañado a entender lo ordinario, a temer al diferente aunque el diferente sea divino
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El rey marcado de Leigh Bardugo
Siempre le habían dicho que la esperanza era algo peligroso y le habían prevenido contra ella muchas veces. Pero él nunca lo había creído. La esperanza era el viento que surgía de la nada, que hinchaba tus velas y te conducía a casa
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El rey marcado de Leigh Bardugo
-Es el miedo lo que provoca a que tu padre actúe así y lo que mueve a los hombres a dictar normas estúpidas -¿Y de que tienen miedo? El mundo les pertenece -Piensa en todo lo que podríamos lograr si nos permitieran hacer lo mismo que a ellos |
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Seis de cuervos de Leigh Bardugo
Cuando todo el mundo sabe que eres un monstruo, no necesitas perder el tiempo haciendo monstruosidades
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Ruina y Ascenso de Leigh Bardugo
El sufrimiento es tan corriente como el barro y el doble de vulgar. Lo que importa es lo que cada cual hace con él
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El lenguaje de las espinas de Leigh Bardugo
-Te había dicho que volvieras con su corazón. -Y eso he hecho- dijo. Su corazón me pertenece,y el mío le pertenece a él. |
La novena casa de Leigh Bardugo
—Yo no le hice daño —dijo finalmente—. La quería. Como si ambas cosas no pudieran ir de la mano. |
La novena casa de Leigh Bardugo
La paz era como cualquier otra droga. No podía durar. Era una ilusión, algo que podía interrumpirse en cualquier momento y perderse para siempre. Solamente dos cosas te mantenían a salvo: el dinero y el poder.
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La novena casa de Leigh Bardugo
En realidad no sabía qué era lo que echaba de menos, tan solo que sentía nostalgia de algo (tal vez de alguien) que nunca había existido.
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La novena casa de Leigh Bardugo
El mundo era demasiado grande. Había demasiadas decisiones que solo parecían conducir a más decisiones. Así era la vida, pero ellas nunca habían aprendido a tomar decisiones.
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La novena casa de Leigh Bardugo
Si obligas a la gente a vivir como animales, empiezan a comportarse como tal.
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La novena casa de Leigh Bardugo
¿No dijo alguien que el amor es una alucinación compartida? Llámalo «magia» si lo prefieres, Dos personas que pronuncian el mismo hechizo.
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La novena casa de Leigh Bardugo
Una mentira no lo es hasta que alguien se la cree. No importa lo encantador que seas si no tienes a nadie a quien encantar.
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La novena casa de Leigh Bardugo
-Yo no le hice daño - dijo finalmente-. La quería. Como si ambas cosas no pudieran ir de la mano. |
Gregorio Samsa es un ...