Asedio y Tormenta de Leigh Bardugo
—Dime que estás bien —murmuró con la voz ronca. Asentí con la cabeza, tragándome el nudo que tenía en la garganta. |
Asedio y Tormenta de Leigh Bardugo
—Dime que estás bien —murmuró con la voz ronca. Asentí con la cabeza, tragándome el nudo que tenía en la garganta. |
Asedio y Tormenta de Leigh Bardugo
Conozco el temor que anida en tu corazón. La soledad. La creciente consciencia de que eres distinta.—Se inclinó hacia mí—. El dolor que eso conlleva.
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Asedio y Tormenta de Leigh Bardugo
Me estaba observando de esa forma fría y examinadora que siempre me hacía sentir como si me estuviera leyendo igual que las palabras de una página, con los dedos moviéndose sobre el texto para averiguar algún secreto que yo solo podía tratar de adivinar.
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Ley de lobos de Leigh Bardugo
El amor era el destructor. Hizo dolientes, viudas, dejó miseria a su paso. El dolor y el amor eran uno y lo mismo. El dolor fue la sombra que dejó el amor cuando se fue.
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Seis de cuervos de Leigh Bardugo
"Jer molle pe oonet. Enel mörd je nej afva trohem verret". Nina tragó saliva con fuerza. Recordaba esas palabras y lo que significaban en realidad: Me han hecho para protegerte. Solo la muerte romperá este juramento.
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Seis de cuervos de Leigh Bardugo
Muchos chicos te traerán flores, pero algún día conocerás a uno que aprenda cuál es tu flor favorita, tu canción favorita, tu dulce favorito. Y aunque sea demasiado pobre para darte nada de eso, no importará porque se habrá tomado el tiempo de conocerte como nadie más lo habrá hecho. Solo ese chico se merecerá tu corazón.
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Seis de cuervos de Leigh Bardugo
Una vez Inej se había ofrecido a enseñarle a caer. —El truco es que no te derriben —le había dicho él entre risas. —No, Kaz —le había respondido ella—, el truco es volver a levantarse. |
Seis de cuervos de Leigh Bardugo
—Soy un hombre de negocios —le había dicho—. Ni más, ni menos. —Eres un ladrón, Kaz. —¿No es eso lo que acabo de decir? |
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La novena casa de Leigh Bardugo
Este es tu lugar, aquí es en dónde vas a florecer. Algunas flores tienen que encontrar su jardín
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La novena casa de Leigh Bardugo
Las blasfemias son como las declaraciones de amor. Es mejor usarlas con moderación y solo cuando se dicen de corazón.
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Seis de cuervos de Leigh Bardugo
Hubiera ido por ti. Y si no pudiera caminar me hubiera arrastrado hacia ti y no importa que tan rotos estemos, encontraremos la manera de estar juntos-cuchillos arriba y pistolas ardiendo
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Asedio y Tormenta de Leigh Bardugo
- ¿Por qué no me dejas en paz? - Porque entonces los dos estaríamos solos |
Sombra y hueso de Leigh Bardugo
Los sirvientes los llamaban malenchki, pequeños fantasmas, porque eran los más jóvenes e insignificantes, y porque con ellos parecía que la casa del Duque estuviera encantada, llena de espíritus que se reían, mientras entraban y salían de las habitaciones a toda velocidad, o cuando se escondían en las despensas para escuchar a escondidas, o si se colaban en la cocina para robar los últimos melocotones del verano.
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Reino de ladrones de Leigh Bardugo
No hay ninguna vergüenza en enfrentarse a un oponente digno. Significa que hay más que aprender, un recordatorio bienvenido para buscar la humildad.
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Seis de cuervos de Leigh Bardugo
El miedo es como un fénix, puedes verlo arder mil veces, pero seguirá regresando.
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Cuantos años se lleva Ron con Fred y George?