Un libro al cual no le encontré ningún interés y cuya lectura abandoné.
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Un libro al cual no le encontré ningún interés y cuya lectura abandoné.
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Alguna vez han sentido que llegan tarde a algún lugar y te has perdido más de la mitad de la conversación? Bueno, después de analizar y buscar descubrí que con Juan Carlos Onetti y "Cuando ya no importe", llegué muy tarde. Este libro fue el último que escribió, pero no en el sentido literal, pues aunque son las palabras que salieron de sus labios las protagonistas de la historia, la mano que las forjó no es la suya, se dice que este diario personal, inconcluso, con saltos temporales fue dictado por completo por el autor mientras estaba en su lecho de muerte. No es un testamento, pero sí son las últimas palabras de un hombre, su despedida a toda su obra literaria, sus personajes, su vida. Así que como suponen, como llegué tarde, siempre sentí que me hacía falta algo con la historia para ser completa y perfecta, y sí, solo me hacían falta otras 14 novelas, un buena cantidad de cuentos y algunos ensayos, por lo que aprovecho de una vez para decirte, si quieres leer a Onetti no empieces por este libro. Onetti usa como protagonista a Carr, un hombre brillante abandonado por su esposa y con la cual tuvo una vida de mentiras, llena de insatisfacción, así que su separación constituye una forma de libertad que no sabía que deseaba, que lo embarga de una forma tan abrupta, sintiéndose perdido y aceptando cualquier oportunidad para rehacer su vida; viaja a Santa María, acepta un trabajo de supervisor que termina siendo la "tapadera" para los negocios de un contrabandista de la región. En este lugar su vida continúa, pero al mismo tiempo se va extinguiendo. El libro no tiene una línea temporal clara, como es el diario personal de alguien, hay varios meses de historia que nunca conocemos, como todo diario depende de las ganas de escribir que tenga el autor, hay meses de ausencias y olvidos, pasan muchos años en Santa María y nosotros tenemos pocas líneas para descubrirlos y eso para mí es una especie de símil con la vida, no a a todos le contamos todo, hay personas, acciones, momentos que siempre guardaremos en secreto aún cuando la línea de nuestra vida esté llegando al final. Viéndolo de esta forma también entiendes algo al final (aún sin leer toda la obra de Onetti), toda confesión nunca va a ser completa, por más sinceros que seamos, nos llevaremos a la tumba una parte nuestra (bien sea por vergüenza o celo) que solo nuestras neuronas (y para mí Dios) lograron conocer. Al final me quedo con esta frase tan aplicable a nuestro tiempo: "Cada vez miro los diarios y me basta espiar los titulares para fortalecer mi vieja convicción de que la estupidez humana es inmortal". + Leer más |
Al parecer Juan Carlos Onetti ya estaba enfermo y en el exilio cuando escribió este libro que tiene precedente : el mundo imaginario de Santa María con personajes enfermos e irreales.
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La forma de narrar (y cambiar de narrador) de Onetti me ha gustado. Pero se me ha hecho difícil eso de no explicar nada del pasado, de dar muchas cosas por supuestas (¿a elección del lector?) y de tanto monólogo existencial de Larsen. Sé que así es el existencialismo, pero en ocasiones se hacía pesado. Tendré que probar con otras novelas del autor
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Quien quiera buscar una novela entretenida que se aleje de El Astillero de Juan Carlos Onetti. La historia en sí misma es aburrida, sin sobresaltos, totalmente predecible, el desenlace no tiene nada de sorprendente, la historia no envuelve. Para el lector superficial, aquel que busca la típica historia de amor, el héroe y la aventura, o el misterio insondable, esta novela estará entre sus últimas opciones y de iniciar a leerla se alejará pronto, apenas pise las primeras y áridas páginas de esta obra. La novela es magnífica para decir poco, pero no es la historia, en sí misma como dije arriba, la que la hace así. Lo realmente magnífico de la novela son sus personajes y la construcción poética que el autor hace de estos. El ritmo lento, pausado y frívolo de la narrativa va llevando al lector a través de complejas figuras poéticas por el sentimiento mismo de cada personaje y por húmedo olor de un paisaje desolador: la condición misma del hombre. Los personajes de Onetti son hombres y mujeres de los que se dice están vivos porque cumplen las funciones básicas de lo que es un ser vivo, por lo demás, más parecen muertos vivientes que arrastran sus pesados cuerpos por el mundo, entes que van al ritmo del tiempo y de situaciones fortuitas que van encaminando su destino. Son personajes sin futuro alguno, ni pasado y cuyo presente se resume en soportar el vacío, la miseria, la angustia de saberse vivo. En El Astillero Larsen funge como paradigma. Es un hombre viejo y golpeado por la vida. Hay una particularidad con los personajes de Onetti y es que en un pasado, que pareciera ser el de otro ser, la vida fue buena y agradable. Así sucede con Larsen en cuyo aire hay esa nostalgia y un olor a muerte por la propia mano. La vida de los personajes, que es idéntica a la de los hombres que caminamos en este mundo, parece más la interpretación del peor papel en una mala obra que se presenta en el peor de los escenarios. Todo parece premeditado, cada palabra y cada gesto responden a la necesidad de la obra. Todos los personajes saben que están encerrados en un juego de máscaras pero no se esfuerzan por salir porque caerían en lo mismo; entienden que la vida no tiene salida y lo único que queda es actuar. El actuar puede ser consciente o inconsciente, en Larsen se pueden ver estas etapas. La inconsciente es aquella donde se maldice de la suerte, se le reclama a la vida, se siente impotencia, y ante la desgracia puede incluso pensarse en el suicidio. La segunda, la consciente, es aquella donde se sabe del absurdo, de la miseria que es la vida, del vacío que significa existir y esto se afronta casi con cinismo, se asume el papel de actor y se actúa. La otra cara que hace que la novela sea una buena novela es la construcción poética de los espacios. Onetti dedica no pocas líneas a construir sus espacios. Arriesgándome a hacer un juicio apresurado puedo decir que las primeras cuarenta páginas de la obra son dedicadas exclusivamente a construir los espacios: puerto astillero, el astillero, la casa de Gálvez, la casa de Petrus y la taberna en cuya segunda planta vivía Larsen. Estos espacios tienen en común la humedad y la presencia de malezas que dan cuenta del abandono. Estos espacios son todos lugares olvidados, entregados a los estragos del tiempo y de la naturaleza. Cada espacio es descrito detalladamente y en cada uno se respira soledad y se siente la sensación de un pasado mejor al igual que con los personajes. Estos espacios son el escenario perfecto para los actores, el peor de los escenarios posibles, el más parecido a la realidad y a la vida del hombre. Finalmente la historia aburrida, monótona y predecible sirve como marco para un contenido infinitamente mejor. La historia es apenas una excusa para mostrar la desgarradora realidad del hombre inmerso en su desolador paisaje. + Leer más |
Ninguna
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Acompañamos Eladio Linacero durante la noche de su cumpleaños número cuarenta. Así, descubrimos que esté periodista a punto de divorciarse, putaniero, mal llevado, prejuicios, medio tacaño y algo perverso, en el fondo, no deja de ser un soñador. Tal vez sea una herejía de mí parte, pero Onetti no me va. Es la segunda cosa que leo de él y no me conmueve, no me impresiona, no me interpela. |
Muy buen libro
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RECOMENDADO: Novelas breves de Juan Carlos Onetti (1909-1994) Narrativa –Literatura uruguaya- Fue un escritor, valorado por la crítica como el mejor de su país y uno de los referentes ineludibles en la literatura en habla hispana del siglo XX. Su personalidad excéntrica y solitaria, al margen de las tediosas tertulias que no transcurrían más allá de la admiración incesante, le hizo pasar casi inadvertido en sus inicios. También mantuvo un turbulento amorío con la poeta I. Vilariño, quien se enamoró de él, inspirándole en varios de sus versos, y a la que dedicó la novela Los Adioses. Tras exiliarse en España, pasó sus últimos doce años de vida encerrado, leyendo novelas de aventuras, en especial a E. Salgari, con cigarrillos y bebida a la mano, casi siempre tendido en su cama. Su estilo es un legado insólito, que le ha convertido en una figura clave dentro de la literatura existencialista y pesimista que se gestó en Latinoamérica, gracias a la influencia que recibió de autores como J.P. Sartre, W. Faulkner, A. Camus o L.F. Celine. Según palabras de M.V. Llosa, J.J. Saer, R. Piglia, C. Fuentes, C.P. Rossi o A.M. Molina, no ha recibido los suficientes reconocimientos que pueden desprenderse de una obra tan singular e inquietante, en la que se desarrolla con nostalgia un universo inconfundible, desgarradoramente subversivo y fantasmal, donde una magia oscura refleja la crueldad y el dolor con ánimo de esperanzas y autodestrucción, siendo capaz de crear la mítica, memorable e inexistente ciudad de Santa María, como lo hizo G.G. Márquez con Macondo o J. Rulfo con Comala. Destacan entre las distinciones que obtuvo: Premio Nacional de Literatura de Uruguay 1962 y 1985; Premio de la Crítica 1979; Premio Miguel de Cervantes 1980; y candidato al Premio Nobel de Literatura. @Juliiann0 Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
Esta historia de una simplicidad casi frustrante nos revela nuevas aristas a partir de un complejo dispositivo narrativo. En Juntacadáveres, no hay una sola voz llevándonos a través de la historia, sino una variedad de testimonios y puntos de vista. Con cada capítulo, el lector necesita ir acoplando los acontecimientos, que se presentan fragmentados e inciertos, para alcanzar algún sentido. Así, se suceden un narrador que nos informa desde una aparente omnisciencia qué hizo el protagonista momentos antes de bajar del tren que lo trae a enfrentar su destino, «Resoplando y lustroso, perniabierto sobre los saltos del vagón en el ramal de Enduro, Junta caminó por el pasillo para agregarse al grupo de tres mujeres algunos kilómetros antes de que el tren llegara a Santa María.» Pero también tenemos la palabra – cargada de culpa – de un joven obsesionado con la viuda de su hermano muerto. O una percepción colectiva y masculina, en la que se refleja la conciencia patriarcal compartida por todo el pueblo, «Pasaron algunos meses desde el arribo de las mujeres. Nosotros, los que bajábamos el camino y los que no lo bajábamos, encogimos los hombros y aceptamos, indiferentes o no, que se quedaran para siempre» A esta ambiguedad se le suma una prosa densa, que nos exige una atención constante para no equivocarnos en el resultado final. Estamos ante un «modelo para armar», expresión que me hizo pensar en la obra de Cortázar, basada a su vez en el capítulo 62 de Rayuela, aquel en el que el teórico Morelli se explaya sobre una novela en la que, «Todo sería como una inquietud, un desasosiego, un desarraigo continuo, un territorio donde la causalidad psicológica cedería desconcertada.» Enlace: https://www.cientounlibros.c.. + Leer más |
La obra retrata el sueño americano, aunque al estilo onettiano, donde no hay sueño que valga. Todo son ruinas humanas, y pesadillas. Y así está bien, al parecer.
Enlace: https://www.jotdown.es/2020/.. |
Novela precursora del Boom, donde aparece por primera vez la ciudad imaginaria de Santa María, La vida breve fue un golpe directo a la tradición de la literatura mimética. Toda una lección acerca de los mundos posibles que son posibles en la literatura, en el arte. |
Me gusta mucho Onetti, he leído varias de sus novelas y siempre me he entregado a ellas. En este caso, el uruguayo Juan Carlos Onetti nos ofrece una novela enigmática, magistral y sorprendente tanto en su planteamiento como en su desenlace. Un acercamiento a la mirada de un protagonista que se nos va poco a poco reconstruyendo a través de un narrador y sus conjeturas. También se reciben cartas y estas, serán también el punto de partida de muchas más conjeturas. Estamos ante una excelente novela sobre los sentidos que creemos vislumbrar ante los hechos de muchas vidas ajenas y, basándonos en observaciones particulares, habladurías y por supuesto, información absolutamente fragmentada. Un gran título, Los adioses, ya sabemos que habrá despedidas y además rodeadas de una atmósfera de misterio. Una novela breve en la que se nos va narrando desde la única perspectiva de un testigo, que posee un almacén de comestibles y un bar, que es a la vez una estafeta postal y también el lugar de espera para los que llegan en el autobús a ese pueblo de la sierra. Un lugar donde existe un hospital para tuberculosos, y al que se dirigen los enfermos para tratarse de su enfermedad, a veces totalmente desahuciados. Hay que prestar atención a un aspecto importantísimo, que también es propio de otras obras de Onetti, es el intento de implicar al lector con detalles y hasta cierto punto con las conjeturas que recibimos a través del narrador, del almacenero. Almacenero también, podemos decir, de palabras y miradas, al que escuchamos y creemos, y nos hace cómplices de sus pensamientos. Nos dejamos llevar por todo lo que nos va contando el narrador, el observador y aunque sus conjeturas, que finalmente se transforman en equívocas y son erradas, ya los lectores hemos caído en la trampa. Podemos pensar que, en esta obra, el lector es también un personaje de la novela. Por lo que estamos ante una obra ambigua y muy moderna, además de fascinante. Un hombre ha llegado, pero en lugar de internarse en la clínica lo hace en un hotel y es así como el dueño del almacén y narrador, intentará describirnos lo que entiende y observa, y nosotros, como lectores, nos dejamos guiar por lo que nos cuenta y por sus suposiciones. Parece que vive solo para las cartas que escribe y recibe, aunque no las envía desde la estafeta del almacenero. Siempre envía dos cartas diferentes desde el pueblo, sin embargo, las respuesas sí llegan a la estafeta y así el narrador sabe que son enviadas a dos mujeres diferentes, una escribe los sobres a máquina, la otra a mano. También describe el momento de la llegada de una de las mujeres, es una mujer madura que busca al enfermo y además, el observador almacenero consigue mantener una conversación con ella. Así conocemos como el hombre que casi no habla, había sido un gran y conocido jugador de baloncesto. La mujer se instala con el hombre en el hotel, produciéndose también en el enfermo un cambio de hábitos, ya que empieza a establecer algunas conversaciones con los habitantes del pueblo. Y muy pronto conoceremos a la segunda mujer, que también lo visitará, se trata de una mujer mucho más joven que desencadenará las habladurías y las especulaciones, sobre la relación del hombre con cada una de las dos mujeres. En este caso, alquila una casa en la que se instala con ella. Pero… ¿Quiénes son las mujeres que lo visitan? la clave de la historia se encuentra al final en un párrafo de una carta. Es una lectura pausada y lo único que sabemos es lo que el narrador testigo ha ido contándonos o especulando, siempre basándose en sus observaciones, en chismes y habladurías que conforman el gran estímulo para la imaginación. Hay belleza en sus frases, aunque también, tristeza. El misterio del hombre que llega, la capacidad de observación del almacenero, el poder de la mirada y además, el vínculo entre el narrador-lector, es muy impactante. Ambigüedad, duda, incertidumbre, no hay certeza sobre lo que se nos cuenta, y una intriga que plantea la posibilidad de múltiples lecturas. El almacenero mira, ve e imagina la novela de Onetti. Verdaderamente un planteamiento extraordinario y genial. + Leer más |
RECOMENDADO: Novelas breves de Juan Carlos Onetti (1909-1994) Narrativa –Literatura uruguaya- Fue un escritor, valorado por la crítica como el mejor de su país y uno de los referentes ineludibles en la literatura en habla hispana del siglo XX. Su personalidad excéntrica y solitaria, al margen de las tediosas tertulias que no transcurrían más allá de la admiración incesante, le hizo pasar casi inadvertido en sus inicios. También mantuvo un turbulento amorío con la poeta I. Vilariño, quien se enamoró de él, inspirándole en varios de sus versos, y a la que dedicó la novela Los Adioses. Tras exiliarse en España, pasó sus últimos doce años de vida encerrado, leyendo novelas de aventuras, en especial a E. Salgari, con cigarrillos y bebida a la mano, casi siempre tendido en su cama. Su estilo es un legado insólito, que le ha convertido en una figura clave dentro de la literatura existencialista y pesimista que se gestó en Latinoamérica, gracias a la influencia que recibió de autores como J.P. Sartre, W. Faulkner, A. Camus o L.F. Celine. Según palabras de M.V. Llosa, J.J. Saer, R. Piglia, C. Fuentes, C.P. Rossi o A.M. Molina, no ha recibido los suficientes reconocimientos que pueden desprenderse de una obra tan singular e inquietante, en la que se desarrolla con nostalgia un universo inconfundible, desgarradoramente subversivo y fantasmal, donde una magia oscura refleja la crueldad y el dolor con ánimo de esperanzas y autodestrucción, siendo capaz de crear la mítica, memorable e inexistente ciudad de Santa María, como lo hizo G.G. Márquez con Macondo o J. Rulfo con Comala. Destacan entre las distinciones que obtuvo: Premio Nacional de Literatura de Uruguay 1962 y 1985; Premio de la Crítica 1979; Premio Miguel de Cervantes 1980; y candidato al Premio Nobel de Literatura. @Juliiann0 Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
RECOMENDADO: Novelas breves de Juan Carlos Onetti (1909-1994) Narrativa –Literatura uruguaya- Fue un escritor, valorado por la crítica como el mejor de su país y uno de los referentes ineludibles en la literatura en habla hispana del siglo XX. Su personalidad excéntrica y solitaria, al margen de las tediosas tertulias que no transcurrían más allá de la admiración incesante, le hizo pasar casi inadvertido en sus inicios. También mantuvo un turbulento amorío con la poeta I. Vilariño, quien se enamoró de él, inspirándole en varios de sus versos, y a la que dedicó la novela Los Adioses. Tras exiliarse en España, pasó sus últimos doce años de vida encerrado, leyendo novelas de aventuras, en especial a E. Salgari, con cigarrillos y bebida a la mano, casi siempre tendido en su cama. Su estilo es un legado insólito, que le ha convertido en una figura clave dentro de la literatura existencialista y pesimista que se gestó en Latinoamérica, gracias a la influencia que recibió de autores como J.P. Sartre, W. Faulkner, A. Camus o L.F. Celine. Según palabras de M.V. Llosa, J.J. Saer, R. Piglia, C. Fuentes, C.P. Rossi o A.M. Molina, no ha recibido los suficientes reconocimientos que pueden desprenderse de una obra tan singular e inquietante, en la que se desarrolla con nostalgia un universo inconfundible, desgarradoramente subversivo y fantasmal, donde una magia oscura refleja la crueldad y el dolor con ánimo de esperanzas y autodestrucción, siendo capaz de crear la mítica, memorable e inexistente ciudad de Santa María, como lo hizo G.G. Márquez con Macondo o J. Rulfo con Comala. Destacan entre las distinciones que obtuvo: Premio Nacional de Literatura de Uruguay 1962 y 1985; Premio de la Crítica 1979; Premio Miguel de Cervantes 1980; y candidato al Premio Nobel de Literatura. @Juliiann0 Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
Adentrarse en el universo onettiano es siempre un desafío, escritor de culto de características extraordinarias. Tierra de nadie no es una novela tradicional, su estilo (Onetti al fin) es peculiar, muy complejo y enrevesado, estamos ante una genialidad que espanta al lector. No hay una historia en sí misma, sino que son diferentes personajes cuyos relatos se yuxtaponen sin una lógica narrativa. Asomarnos en cada una de las ventanas de los micromundos de sus personajes e intentar unirlos en una trama es un reto analítico para el lector. Esas ventanas que nos acerca un relator omnipresente, se abren a una Buenos Aires sucia, lúgubre y desesperada de la cual los personajes quieren escapar en un clima de creciente escepticismo. Esa huída es con destino incierto, a un paraíso utópico que se va deshilachado a medida que avanza el relato. No veo la circunstancia o la persona a la cual podría recomendar su lectura. Onetti es genial pero no es para todos los lectores, desgraciadamente he caído fuera su amplio grupo de cultores. + Leer más |
Gregorio Samsa es un ...