: Es la continuación de Una herencia en juego. La historia comienza justo donde termina el primer libro. En esta nueva aventura Avery no sólo deberá enfrentarse a nuevos retos y acertijos, también deberá afrontar nuevas situaciones de su vida. Avery volverá a estar inmersa en el mundo de la familia Hawthorne con todo lo que esto conlleva, dándose cuenta que cuando se tiene una fortuna como la que ella ha heredado, se tienen no sólo amigos sino también muchos enemigos. En esta ocasión iremos conociendo más sobre los hermanos Hawthorne y sus vidas. Por otro lado, hay más tensión entre el triángulo amoroso formado por Avery, Jameson y Grayson. Avery se siente atraída por los dos, aunque sabe que lo mejor es mantenerse alejada de ellos. Lo que más me ha gustado de esta parte es que a la vez que se van descubriendo y resolviendo nuevos enigmas, se van desvelando detalles importantes y de vital importancia de sus vidas, tanto de los Hawthorne como de Avery. En esta ocasión los escenarios dónde se desarrolla, no se limitan a la mansión, sino que van cambiando, dando más juego e interés a la trama. Se narra en primera persona, desde el punto de vista de Avery y en presente, y prácticamente día a día. Los capítulos son cortos y con bastantes diálogos lo que facilita la lectura. Este segundo libro me ha gustado igual o más que el primero, porque logra mantenerte pegada a sus páginas de principio a fin y Añade más elementos que hacen más atractiva su lectura y manteniendo la misma esencia que el primero. Muy recomendable, una novela que entretiene, divierte y sigue sorprendiendo con nuevos giros durante toda la historia. + Leer más |