La jugada final

Esta mujer se ha pasado el juego con esta historia. Literal.
Lo primero de todo es que, al igual que con los otros dos libros, una vez empiezas, no puedes parar de leer por varios motivos: capítulos cortos, algo suuuuperimportante porque cuando quieres darte cuenta, te has leído 8 de una tacada sin saber cómo. Y la forma que tiene esta mujer de dar pistas e involucrar al lector en todo el proceso. Es un no parar. Cuando quieres darte cuenta, estás tan sumergido en toda la trama que te sientes parte de ella.

Además, algo que me fascina de estos libros es la cantidad de temas que toca: familia, confianza, amistad, misterio, seguridad, segundas oportunidades, sinceridad... Es un batiburrillo de cosas que a medida que vas leyendo, van encajando como piezas de un puzle, haciendo que la historia sea magnífica.

Y lo mejor no es únicamente las cosas de las que trata, no, son los personajes. Avery, el personaje principal, tiene un cerebro velocidad galaxia (en realidad los Hawthorne y ella, no vamos a mentir). Solo me echa para atrás de ella que ha habido comportamientos o situaciones que no han terminado de convencerme por cómo empezó en el primer libro. Es esa extraña sensación de que podría haber dado un poco más y no lo ha hecho. Pero juro que la psicología de este personaje es tan grande y está tan bien hecha, que nada falla. Porque no olvidemos que tiene 17/18 años y que muchos, en su situación, no sabrían ni qué hacer...

Jameson. A ver, hijo de mi vida y de mi corazón, ¿qué puedo hacer contigo? Te adoro con toda mi alma. Lo único que me pasa con este personaje es que no sabes por dónde va a salir. Podría describirle diciendo que sería el prototipo perfecto de un géminis. Tiene esa doble cara que por una parte te hace desconfiar y por otra amarlo.

Grayson. No puedo decir nada malo de él. Bueno, miento, sí que podría decir algunas cosillas un poco malas... Sobre todo con cierto momento del libro dos, ejem... Pero es un personaje que me flipó desde el minuto uno por su forma de ser, de proteger, de querer. Es especial y será mi favorito (creo que no debería decir esto) siempre.

Xander es brutal. Yo también lo quiero como mejor amigo. Pero me ha faltado un poco más de él en el libro. Es tan divertido que sus intervenciones son maravillosas y te hacen adorarlo.

Solo puedo decir que es de las mejores trilogías que he leído en mucho, pero que MUCHO tiempo. Engancha, tiene mucha acción, estás constantemente alerta, tiene el punto romántico justo y te absorbe hasta que no lo acabas.

Lo único... ¿este final? Porque a mi parecer se ha quedado muy abierto... ¿Habrá más libros, señora Lynn Barnes?

Mis dieces a esta autora porque pienso leer todo lo que saque. Lo juro. Como sean la mitad de buenos que estos, me van a flipar.
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