La jugada final

A veces, Heredera, lo único que uno puede hacer es identificar en qué dirección sopla el viento y trazar un rumbo.

—Querer es la receta para que te hagan daño, y yo no he permitido que nadie me hiciera daño desde hace muchísimo tiempo.

A veces, Heredera, lo único que uno puede hacer es identificar en qué dirección sopla el viento y trazar un rumbo

Porque se me da fatal sufrir, Heredera. Y si lo que tenemos ahora, si todo lo que tenemos ahora, empieza a parecerme otra competición entre Grayson y yo, otro juego… No confío en ser capaz de no jugar.

Te amo. Moriría para protegerte. Haría que me odiaras para mantenerte a salvo porque, maldita sea, Avery, algunas cosas son demasiado valiosas para apostar.

(...) pero solo porque las cosas no funcionen con una persona no significa que deje de importarte.

—A veces uno tiene una idea de una persona, de quién es, de lo que podrían ser juntos. Pero a veces eso es todo lo que es: una idea.

El mundo es un tablero, Heredera. Solo tenemos que seguir tirando los dados.

-[…] El mundo es el tablero, Heredera. Solo tenemos que seguir tirando los dados.