Me costó engancharme al comienzo. El primer cuarto/tercio de la novela, hasta llegar a la historia de Michel, Rick y la indigente, se me hizo poco agradable para leer. Creo que tiene que ver, fundamentalmente, con la falla en generar empatía con el protagonista y narrador. El personaje está caracterizado como una de esas personas con las que uno no querría estar. A lo largo de la novela, uno entiende por qué, lo conoce más, comprende sus razones, pero todo esto adquiriría mucha más fuerza si desde un comienzo nos dieran un acercamiento emocional que permita involucrarnos con él, aceptar ciertas cosas, interesarnos por la historia. En toda esta primera parte la sensación era la de "¿por qué te estoy escuchando?". Con la llegada del núcleo de la novela, el libro se torna mucho más interesante, despierta interés e intriga, y pone al centro un conflicto moral que sostiene al resto de la novela. En ese aspecto me gustó mucho, y la relaciono con otras obras como El señor de las moscas o El guardián entre el centeno. Deja la puerta abierta para discutir, adquirir diferentes posiciones respecto a los actos de los personajes, no se queda en lo políticamente correcto. Me pareció súper interesante. Vuelve a desviarse con ciertos capítulos que parecen no tener que ver con el conflicto principal, y quitan un poco el centro de atención. Hacia el final, adquieren un sentido y constituyen una unidad piola, pero creo que falla en general en el modo en que se ordenan estructuralmente muchos elementos. Creo que se podría potenciar con un manejo más fino del interés, la intriga y la empatía con el protagonista. + Leer más |