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Este libro levantó polémica en Alemania, basándose su autor en un hecho real. Un video se viraliza, siendo el centro de los debates de los programas de noticias: una indigente resulta muerta cuando dos jóvenes (a quienes no se les ve la cara) tiran combustible en el cajero automático donde esta durmiendo y la prenden fuego. La sociedad desconoce quienes son los adolescentes capaces de semejante crimen; sin embargo, esto es algo que no pasa desapercibido para los padres de esos chicos. Reunidos en la mesa de un restaurante, la cena comienza con charlas sobre temas varios, todos ellos sabiendo que en algún momento tendrán que enfrentar lo que sus hijos (de familias acomodadas, supuestamente progresistas) fueron capaces de hacer. Así los lectores se verán a si mismos ante la disyuntiva de estos padres: ¿entregarlos a las autoridades? ¿encubrirlos? Nadie sale indemne de este relato, todos deben aceptar las consecuencias de lo que se decidirá en ese encuentro. Una historia atrapante. El dialogo entre los comensales es imperdible. Cada palabra, gesto, o simplemente insinuación nos deja sin aliento. El lector debe ser igual de realista que los personajes que presenta este escritor: no hay final feliz posible para esta historia. |
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