After Dark de Haruki Murakami
Lo que para una persona puede ser una distancia prudencial, para otra puede ser un abismo.
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After Dark de Haruki Murakami
Lo que para una persona puede ser una distancia prudencial, para otra puede ser un abismo.
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Al sur de la frontera, al oeste del Sol de Haruki Murakami
Por mas lejos que fuera seguia siendo yo, por mas que me alejara mis carencias seguian siendo las mismas, por mas que el decorado cambiase , seguia siendo el mismo ser incompleto
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1Q84 de Haruki Murakami
Fuera, un trueno sin relámpago retumbó violentamente. La lluvia golpeaba la ventana. En ese momento, ellos se encontraban en una caverna prehistórica. Una caverna sombría y húmeda, de techo bajo. Bestias oscuras, y un espectro, rodeaban la entrada. Por un instante, la luz y la sombra se volvieron una alrededor de Aomame. Una ráfaga de viento atravesó soplando el lejano estrecho. Ésa era la señal. Respondiendo a ella, Aomame descendió el puño rápidamente y con precisión. Todo terminó en silencio, las bestias y el espíritu exhalaron un profundo suspiro, levantaron el asedio y fueron regresando al bosque, que había perdido su corazón. |
Sputnik, mi amor de Haruki Murakami
Hace tiempo, cuando se estrenó Grupo salvaje, de Sam Peckinpah, en la rueda de prensa una periodista alzó la mano y preguntó en tono inquisitivo: “¿Qué necesidad creen que hay de mostrar tanta sangre?”. Ernest Borgnine, uno de los actores, respondió con aire perplejo: “Pero, señora, cuando te disparan, sangras”. La película se filmó en plena época de la guerra del Vietnam. Me gusta esta frase. Posiblemente sea uno de los principios básicos de la realidad. Aceptar las cosas difíciles de desentrañar como cosas difíciles de desentrañar, aceptar el hecho de sangrar. Disparar y sangrar. Es que, cuando te disparan, sangras. |
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Tokio blues de Haruki Murakami
Hay un pozo muy hondo por alguna parte. Pero nadie sabe encontrarlo. Si alguien se cae dentro, está perdido.
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La ciudad y sus muros inciertos de Haruki Murakami
«He pasado un rato ante una tumba, ante la tumba de una persona que no ha muerto del todo», habría querido decirle. Habría querido decírselo a cualquiera con quien me hubiese cruzado. Naturalmente, no lo hice.
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After Dark de Haruki Murakami
Lo que para una persona puede ser una distancia prudencial, para otra puede ser un abismo.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
Todas las civilizaciones son producto de la falta de libertad en parcelas.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
No es la persona la que elige su destino, sino el destino el que elige a la persona.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
Para un ser humano, lo que realmente importa, lo que realmente confiere dignidad, es la forma de morir.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
Quiero que te acuerdes de mi. Si tu me recuerdas, no me importará que el resto del mundo me olvide.
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De qué hablo cuando hablo de escribir de Haruki Murakami
Los escritores somos como ese tipo de pez que muere ahogado si no nada sin descanso
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Tokio blues de Haruki Murakami
Sólo aspirando la fragancia de un libro, tocando sus páginas, me sentía feliz.
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Tokio blues de Haruki Murakami
¿No era tu admirado Scott Fitzgerald quien decía que uno no puede fiarse de las personas que se tienen por personas corrientes?
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La muerte del comendador (Libro 1) de Haruki Murakami
Sin embargo, las óperas de Mozart exigen esa intimidad característica dela música de cámara.
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La muerte del comendador (Libro 1) de Haruki Murakami
Para pintar un retrato, ni que decir tiene, primero hay que captar los rasgos peculiares del r9ostro, pero con eso no basta. Si no se profundiza más, el resultado puede limitarse a una caricatura. Hace falta darle vida, descubrir la esencia de la fisonomía del retratado. En cierto sentido, el rostro se asemeja a las líneas de la mano. Más que rasgos distintivos de nacimiento, se forman poco a poco con el transcurso del tiempo y en funci9ón del ambiente externo en el que se desarrolla cada uno. Por eso no hay dos rostros iguales.
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Al sur de la frontera, al oeste del Sol de Haruki Murakami
Donde no hay lugar para el compromiso no puede haber un término medio. Los "quizá" tal vez existan al sur de la frontera. No al oeste del sol».
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Al sur de la frontera, al oeste del Sol de Haruki Murakami
-Qué hay al oeste del sol?-pregunté. Ella volvió a negar con la cabeza. -No lo sé. Tal vez no haya nada. O tal vez sí. En todo caso, es un lugar distinto al que está al sur de la frontera. |
¿Quién escribió la saga?