El tribunal de las almas de Donato Carrisi
Sin embargo, sabía cosas que hubiera preferido no saber. Cosas sobre los hombres y el mal que hacen. Cosas tan terribles como para hacer vacilar la confianza de cualquiera y contaminar el corazón de cualquiera para siempre. Miró a las personas que lo rodeaban, personas que vivían sin esa carga de conocimiento, y los envidió.
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