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El hombre del laberinto de Donato Carrisi
Un hombre con dos máscaras. La primera, el conejo, era sólo una broma, una mentira. La segunda, su cara, era la verdadera máscara, la que ocultaba su auténtica naturaleza al mundo de su alrededor.
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El hombre del laberinto de Donato Carrisi
Dios es un niño, ¿no lo sabía? Por eso cuando nos hace daño no se da cuenta.
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El hombre del laberinto de Donato Carrisi
Era un hombre con cabeza de conejo y los ojos en forma de corazón.
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El hombre del laberinto de Donato Carrisi
Como decía su padre, para aprender a enfrentarse a los más fuertes siempre había que empezar atacando a uno más débil
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El hombre del laberinto de Donato Carrisi
Recuerda: mientras quede aire en los pulmones, no se ha terminado.
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El cazador de la oscuridad de Donato Carrisi
El mal es esa anomalía que está delante de los ojos de todo el mundo pero que nadie consigue ver
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La casa de las voces de Donato Carrisi
Para un niño, la familia es el lugar más seguro de la tierra. O el más peligroso.
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Donato Carrisi
Convivimos con personas de las que creemos conocerlo todo, pero en realidad no sabemos nada de ellas.
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El tribunal de las almas de Donato Carrisi
Hay algo peor que la indiferencia por el dolor de los demás: la banalidad con la que tratamos de mitigarlo.
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El juego del susurrador de Donato Carrisi
No sé por qué siempre nos imaginamos al diablo como a un ser astuto. Tal vez porque, de lo contrario, nos quedaría el tormento de no haber sabido pararlo.
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El susurrador de Donato Carrisi
Una vez oí a alguien decir que el mal siempre puede demostrarse; el bien, nunca. Porque el mal deja huellas a su paso, mientras que el bien solo se puede testimoniar
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El susurrador de Donato Carrisi
Los niños no ven la muerte porque su vida dura un día, desde que se despiertan hasta que se van a dormir
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El cazador de la oscuridad de Donato Carrisi
Bien y mal nunca son categorías definidas. A menudo es necesario decidir qué es lo uno y qué es lo otro. El juicio depende de nosotros.
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¿En que trabaja Kote?