Había visto muchas reseñas que decían que este libro no les había convencido demasiado porque en él no pasa nada relevante, que es muy pausado y sin mucha chicha. De manera objetiva, tal vez sea así, puesto que no hay grandes avances, pero considero que justo en eso radica el encanto del libro. Lo que nos cuenta es la vida de dos personas separadas por la edad, las dos se llaman Eileen Cotton y son abuela y nieta (a la nieta la llaman Leena). Eileen acaba de ser abandonada por su marido a sus setenta y nueve años y vive en Hamleigh, un pueblo donde la media de edad es elevada, son personas ancianas, y ella se entretiene con organizar reuniones de la guardia vecinal, eventos para el pueblo y demás, pero le encantaría conocer de nuevo el amor y vivir aventuras y nuevas experiencias, en especial, visitar Londres, puesto que desde joven quiso ir allí pero por determinadas circunstancias no pudo llevarlo a cabo. Leena, en cambio, es una joven que se encuentra perdida en la vida, no para de trabajar y su hermana falleció hace poco tiempo, ella aún está en la etapa más reciente del periodo de duelo y no se habla con su madre. Como en el trabajo está un poco despistada debido a dicha situación, su jefa decide darle dos meses de vacaciones para que respire y asimile todo esto, ya que Lina apenas ha tenido días libres. Así, como tanto Eileen como Leena necesitan tomarse un respiro de sus respectivas vidas, deciden intercambiarse; Leena se encargará de todo lo que hace su abuela en el pueblo, y Eileen se irá unos días a Londres a conocer la moderna ciudad y vivir esas experiencias que tanto busca. Es un cambio bastante grande, de hecho, se intercambian hasta los portátiles y los teléfonos.
Lo mejor de la historia es la cotidianeidad, porque se basa en la vida de las protagonistas, que es de lo más normal, pero a la vez es entrañable. Hace sonreír en pasajes que en realidad tampoco es que cuenten nada del otro mundo, no estaba pasando nada sumamente especial, por ejemplo cuando Leena buscaba la manera de solucionar cosas y se sentía realizada por ello, o intentaba aprender a hacer repostería, o cuando Eileen empezó a tener citas por internet... Son momentos que no son lo más original del mundo, pero la felicidad de las protagonistas se nos transmite a la perfección, es como cuando te sientes alegre porque una personas a la que quieres lo está. Además, me ha encantado ver el contraste de edades, por un lado, los momentos tan divertidos que protagoniza Eileen con los compañeros de piso de Leena. Eileen es una mujer que tiene un espíritu muy joven, siempre se queda con todo, protege muchísimo a su familia y le encanta estar en todos los fregados y no perderse nada de la vida, es una persona muy inquieta. Por otro lado, me ha gustado ver a Leena en un pueblo perdido, donde no hay "nada" que hacer en comparación con su ajetreada vida en Londres, rodeada de personas mayores que desconfían de ella porque es la nueva. Al principio, ella menosprecia esa tranquilidad, y es bonito ver cómo poco a poco la va apreciando y va viendo lo fuertes que son las personas que la rodean, en especial eso se ve cuando conoce mejor a Betsy, la mejor amiga de su abuela, que de primeras parece una borde. Leena se parece mucho a su abuela, tal vez es un poco más cabezota, pero le gusta estar siempre haciendo cosas y todo lo que pueda mejorar, bienvenido sea. Jackson es otro personaje que me encantó, me parece una monada de chico y me hace gracia la rivalidad que tiene con Leena, sobre todo con la temática de la fiesta a organizar. También me ha hecho mucha gracia Arnold, porque se notaba desde el primer momento que no era tan gruñón como quería hacer ver.
Me ha parecido interesante cómo Eileen cuando llega a la ciudad percibe que una señora del edificio no se relaciona con el resto de la comunidad y cómo ella es mucho más atenta y calurosa que las personas que están acostumbradas a vivir en una ciudad, que están todo el día corriendo y no se paran a pensar en lo qué le puede estar ocurriendo al de al lado, de hecho, ni se plantean presentarse a sus vecinos, cosa que en un pueblo es impensable. También Leena sufre la desconfianza y el rechazo de las personas del pueblo cuando ella llega, porque todos se conocen y ella es vista como la intrusa. Además, me ha gustado que se dé visibilidad a que las personas mayores pueden congeniar a la perfección con personas más jóvenes y que ninguna edad es mejor que otra, o la importancia de que las personas ancianas se vean acompañadas. Esto es algo que socialmente parece que queda siempre en un... ¿quinto? ¿sexto? plano, que las personas a partir de una edad siguen teniendo vida, queriendo salir, hacer planes, ver a amigos, conocer gente nueva, jugar al póker, por lo que me ha gustado que se refleje en la lectura.
Así, no es un libro que se caracterice por presentar grandes acontecimientos, pero a la vez sí que cala hondo. Trata muy bien el tema del luto, como cuando muere una persona nos enfadamos mucho, la rabia es lo que precede a la tristeza y muchas veces tratamos de manera brusca a las personas de nuestro alrededor, sin pensar en que ellos pueden estar pasando por lo mismo, pero lo expresan de manera diferente. Se plasma ese dolor que sentimos, y pensamos que nunca vamos a recuperarnos de ese golpe, y tal vez sea así, en el sentido de que nunca vamos a ser los mismos, pero siempre se puede seguir adelante, así como el tema de echar la culpa a los otros y a nosotros mismos, todo porque estamos enfadados con esa pérdida injusta que hemos sufrido. A Leena lo que le ocurría es que terminó hundiéndose por intentar continuar como si nada, sin dejar que ese dolor entrara en ella y lo sufriera, pero el dolor es fundamental para poder sanar, aunque suene contradictorio. En relación con este tema, también se trata lo que vive el cuidador de una persona enferma, ya que no es lo mismo ir a ver a esa persona que vivir con ella y se perciben las cosas de manera diferente, y también incide un poco en las decisiones de la persona sobre la muerte, en el tema de continuar con un tratamiento, de probar con todo lo que haya aunque la persona ya no tenga fuerzas, y en el debate de si es mejor seguir incidiendo en ello cuando para la persona enferma eso ya no es vida.
Enlace:
https://adictaloslibros.blog..